La noche se cernía plácida sobre El Zanjón, un paraje rural donde la tranquilidad era la norma. Pero la calma se quebró abruptamente cuando dos figuras encapuchadas, amparadas por la oscuridad, irrumpieron en una casa de fin de semana, transformando la serenidad en un escenario de terror. Tres personas, que disfrutaban de la apacible noche, se vieron sometidas a la violencia y las amenazas de los asaltantes, quienes al grito de “larguen los dólares” desataron una pesadilla que dejaría una profunda herida en la comunidad.
El Zanjón, una noche de terror
Eran cerca de las 20 horas cuando los dos delincuentes, armados con una pistola calibre 22, ingresaron a la propiedad ubicada en Camino La Serena y Ruta Nº 9. Las víctimas, dos mujeres de 52 y 27 años, de apellidos Carranza y Jawahar respectivamente, y un hombre de 28 años, de apellido Ponce, fueron sorprendidos por la irrupción violenta. El eco de la frase “larguen los dólares” resonó en cada rincón de la casa, marcando el inicio de una noche que quedaría grabada a fuego en la memoria de los presentes.
Con una frialdad escalofriante, los encapuchados sometieron a las mujeres, obligándolas a dirigirse a las habitaciones. Mientras tanto, Ponce, el único hombre presente, fue brutalmente golpeado en la cabeza con la culata del arma. La violencia desmedida empleada por los asaltantes no solo buscaba someter a las víctimas, sino también infundir un terror que les permitiera controlar la situación.
Un botín millonario que revela la impunidad
Tras sembrar el pánico, los delincuentes se dedicaron a saquear la vivienda. El botín, que ascendía a más de $1.500.000 en efectivo, revelaba la audacia y la impunidad con la que operaban. Además del dinero, se llevaron tres teléfonos celulares de alta gama, un iPhone 14 Pro y dos Xiaomi 13 C, un reloj de oro, varias cadenas del mismo metal y otros objetos de valor. La magnitud del robo no solo habla del objetivo económico, sino también de la falta de temor a las consecuencias.
Las víctimas, visiblemente afectadas por la traumática experiencia, relataron a las autoridades que los atacantes se apoderaron de la casa sin encontrar resistencia. La rapidez y la eficacia con la que actuaron sugieren que se trataba de profesionales, conocedores del terreno y posiblemente con información previa sobre el lugar y sus habitantes.
La investigación y la sombra de la inseguridad
La Departamental 16 de Los Flores ha tomado las riendas de la investigación, buscando dar con los responsables de este violento asalto. La comunidad de El Zanjón, conmocionada por el suceso, exige justicia y medidas que garanticen la seguridad en la zona. El robo ha dejado al descubierto la vulnerabilidad de los habitantes y la necesidad de reforzar la presencia policial.
Este hecho delictivo no es un caso aislado, sino un reflejo de la creciente inseguridad que aqueja a la región. La falta de recursos, la ineficacia de las políticas de prevención y la sensación de impunidad contribuyen a un clima de miedo e incertidumbre entre los vecinos.
Mientras la investigación avanza, la comunidad de El Zanjón se mantiene en vilo, esperando que se haga justicia y que se tomen medidas para evitar que hechos como este se repitan. El violento asalto ha dejado una profunda cicatriz en la tranquilidad del paraje, recordando a todos que la seguridad es un bien preciado que debe ser protegido.