En un operativo de control llevado a cabo por inspectores de la Municipalidad de Córdoba y el Ente de Fiscalización y Control, dos conocidas lomiterías ubicadas en la avenida Colón fueron clausuradas preventivamente. La falta de higiene, la acumulación de grasa en los extractores y el almacenamiento inadecuado de mercadería fueron algunas de las irregularidades detectadas que pusieron en riesgo la salud de clientes y empleados.
Focos de insalubridad en populares locales gastronómicos
Las lomiterías clausuradas son “Chetapys”, ubicada en Colón 5422, y “Lomitería Popular”, en Colón 5496. En ambos establecimientos, los inspectores encontraron deficiencias graves en materia de higiene. La acumulación de grasa en los extractores de las campanas de cocina representaba un riesgo inminente de incendio, mientras que la mercadería almacenada en contacto directo con el piso aumentaba el riesgo de contaminación.
Además de la falta de limpieza, se detectaron otras irregularidades, como cableado expuesto y atado con cinta adhesiva, lo que incrementaba el peligro de accidentes eléctricos. En el caso de “Chetapys”, se constató la falta de la resolución del Instituto de Protección Ambiental y Animal (IPA), un requisito indispensable para operar legalmente en la ciudad.
La importancia de la higiene en los establecimientos gastronómicos
La clausura de estas dos lomiterías pone de manifiesto la importancia de la higiene y la seguridad en los establecimientos gastronómicos. La manipulación de alimentos requiere un cuidado extremo para evitar la contaminación y la propagación de enfermedades. La acumulación de grasa, la falta de limpieza y el almacenamiento inadecuado de productos son factores que contribuyen a la proliferación de bacterias y otros microorganismos perjudiciales para la salud.
Los consumidores tienen derecho a exigir condiciones de higiene óptimas en los lugares donde adquieren alimentos. La responsabilidad de garantizar la seguridad alimentaria recae en los propietarios de los establecimientos, quienes deben cumplir con las normas vigentes y someterse a los controles periódicos de las autoridades sanitarias.
Las inspecciones regulares, como la que derivó en la clausura de estas lomiterías, son fundamentales para prevenir riesgos y proteger la salud de la población. La detección temprana de irregularidades permite tomar medidas correctivas a tiempo y evitar consecuencias más graves, como brotes de enfermedades transmitidas por alimentos o incendios.
Es importante destacar que las autoridades sanitarias no buscan perjudicar a los comerciantes, sino garantizar la seguridad de los consumidores. El cumplimiento de las normas de higiene no solo protege la salud pública, sino que también fortalece la confianza en los establecimientos gastronómicos y contribuye al desarrollo de un sector alimentario responsable y sostenible.
Los consumidores también pueden contribuir a la seguridad alimentaria. Observar las condiciones de higiene del local, verificar la fecha de vencimiento de los productos y lavarse las manos antes de comer son medidas simples pero efectivas para prevenir enfermedades. Ante cualquier duda o irregularidad, es importante realizar la denuncia correspondiente ante las autoridades competentes.
En definitiva, la clausura de estas lomiterías en Córdoba sirve como un llamado de atención sobre la importancia de la higiene y la seguridad en la manipulación de alimentos. La responsabilidad compartida entre autoridades, comerciantes y consumidores es clave para garantizar una alimentación segura y proteger la salud de la población.
Se espera que las lomiterías clausuradas tomen las medidas necesarias para subsanar las deficiencias detectadas y puedan reabrir sus puertas al público lo antes posible. Sin embargo, más allá de este caso particular, es fundamental que todos los establecimientos gastronómicos de la ciudad refuercen sus protocolos de higiene y seguridad para evitar situaciones similares y contribuir a una cultura alimentaria responsable.
La Municipalidad de Córdoba ha informado que continuará realizando inspecciones en establecimientos gastronómicos de toda la ciudad para garantizar el cumplimiento de las normas de higiene y seguridad. Se insta a los comerciantes a colaborar con las autoridades y a priorizar la salud de sus clientes.
Finalmente, se recuerda a la población la importancia de consumir alimentos en lugares habilitados y que cumplan con las normas de higiene. La salud es un bien preciado que debemos cuidar entre todos.