La muerte de Raquel Candia, tras caer del séptimo piso de un edificio en Ramos Mejía, ha conmocionado a la opinión pública y desatado una investigación judicial para esclarecer las circunstancias del suceso. En medio del dolor y la incertidumbre, la defensa de Fernando Cáceres, ex futbolista y pareja de la víctima, ha tomado la delantera para alegar su inocencia, basándose en la imposibilidad física del acusado para cometer el presunto femicidio.
La defensa de Fernando Cáceres: una imposibilidad física
Ramón Cáceres, hermano del ex futbolista, ha sido la voz principal en la defensa de Fernando, argumentando que su condición física, producto de un accidente que lo dejó con movilidad reducida y dependiente de una silla de ruedas, le impediría haber empujado a Raquel Candia desde el balcón. “Él no se puede levantar, es imposible que mi hermano la empuje a ella porque no tiene estabilidad para quedarse parado”, declaró Ramón en una entrevista radial. Fernando Cáceres, según su hermano, se encontraba en cama al momento del incidente, con una movilidad limitada a su lado derecho y sin la fuerza suficiente para sostenerse en pie sin ayuda.
Las declaraciones de Ramón Cáceres buscan desmontar la hipótesis del femicidio, presentando la condición física de su hermano como una prueba irrefutable de su inocencia. La defensa ha insistido en que Fernando Cáceres requiere asistencia para realizar actividades básicas como comer, bañarse y desplazarse, lo que imposibilitaría cualquier acto violento como el que se le imputa.
Un caso complejo con múltiples interrogantes
La investigación, a cargo del fiscal Carlos Adrián Arribas, se encuentra en una fase crucial, recopilando evidencias y testimonios para determinar si la muerte de Raquel Candia fue un femicidio, un suicidio o un accidente. La autopsia preliminar no ha revelado signos de violencia previos a la caída, lo que podría reforzar la versión de la defensa. Sin embargo, la justicia continúa analizando los teléfonos celulares de la pareja en busca de indicios que permitan reconstruir las horas previas al trágico suceso.
La reciente mudanza de Fernando Cáceres al departamento de Raquel Candia, apenas unos días antes de su muerte, también ha sido objeto de análisis por parte de los investigadores. La pareja, que mantenía una relación desde hacía algún tiempo, habría decidido convivir tras meses en los que Cáceres residía en casa de su madre. Este cambio repentino en la dinámica de la pareja podría arrojar luz sobre posibles tensiones o conflictos previos al incidente.
Además, las declaraciones de los familiares de Raquel Candia, quienes descartan la posibilidad del suicidio y apuntan a un posible asesinato, añaden otra capa de complejidad al caso. La investigación deberá considerar todos los ángulos posibles, incluyendo la posible participación de terceros o la existencia de antecedentes de violencia en la relación.
El impacto mediático y la búsqueda de la verdad
El caso de Raquel Candia ha trascendido las páginas policiales para convertirse en un tema de debate público, reavivando la discusión sobre la violencia de género y la importancia de una investigación exhaustiva en casos de muerte dudosa. La figura de Fernando Cáceres, reconocido ex futbolista con una trayectoria destacada en el deporte, ha amplificado el impacto mediático del caso, generando una gran expectación por el desarrollo de la investigación.
En medio del ruido mediático y las especulaciones, la justicia tiene la responsabilidad de conducir una investigación imparcial y rigurosa, basada en pruebas y evidencias que permitan esclarecer la verdad y determinar las responsabilidades en la muerte de Raquel Candia. El caso se presenta como un desafío para el sistema judicial, que deberá analizar con minuciosidad cada detalle para garantizar que se haga justicia.
Próximos pasos en la investigación
Mientras la investigación continúa su curso, Fernando Cáceres permanece en libertad, aunque bajo la lupa de la justicia. Se espera que en los próximos días se realicen nuevas pericias y se tomen declaraciones a testigos clave para reconstruir los hechos que llevaron a la muerte de Raquel Candia. La justicia deberá determinar si las pruebas presentadas por la defensa son suficientes para descartar la participación de Cáceres en el fallecimiento de su pareja, o si, por el contrario, existen elementos que permitan formular cargos en su contra.
El caso de Raquel Candia nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de abordar la violencia de género con seriedad y compromiso. Independientemente del resultado de la investigación, este trágico suceso debe servir como un llamado a la reflexión sobre la necesidad de prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres en todas sus formas.