A menos de dos años de las elecciones municipales de 2026 en Córdoba, el gobernador Martín Llaryora está desplegando una estrategia política integral para consolidar su influencia en el sudeste provincial, una región estratégica por su peso electoral y económico. El objetivo principal es recuperar terreno en Marcos Juárez, ciudad que en la última década se ha inclinado hacia el PRO, y asegurar un triunfo para el peronismo en 2026.
El factor Marcos Juárez: un bastión a recuperar
Marcos Juárez representa un desafío clave para Llaryora. En 2015, la ciudad vio el primer triunfo del PRO fuera del AMBA, consolidando la presencia opositora en una zona tradicionalmente peronista. La actual intendenta, Sara Majorel, concluye su mandato en 2026, abriendo una oportunidad crucial para el oficialismo provincial de recuperar este bastión.
Para Llaryora, la toma de Marcos Juárez no es solo una victoria electoral; representa un golpe simbólico que refuerza su posición a nivel provincial. Considerada el “kilómetro cero del cambio”, la conquista de esta región sería un impulso significativo hacia las elecciones provinciales y nacionales subsiguientes.
Los nuevos jugadores del equipo Llaryora
La estrategia de Llaryora se basa en un fuerte equipo en la región, con figuras clave provenientes de distintos ámbitos y con perfiles que complementan la estrategia política. Estas nuevas incorporaciones al gobierno de la provincia apuntan a lograr una conexión más fuerte con la región, sus ciudadanos y sus líderes.
Eduardo Foresi: experiencia sanitaria y arraigo territorial
El nombramiento de Eduardo Foresi, exdirector del Hospital Abel Ayerza, como referente del sudeste cordobés es estratégico. Su larga trayectoria al frente del hospital le confiere un profundo conocimiento de la región, un amplio conocimiento del tejido social y una red de contactos consolidada. Además, su rol en la sanidad pública y privada lo posiciona para incidir de manera significativa en diferentes sectores de la población.
Aunque no logró ganar en las últimas elecciones municipales, Foresi cuenta con un importante apoyo en la zona. Su compromiso con el partido, su trabajo en el hospital como punto de referencia y su dedicación a tiempo completo a la región fortalecerán la presencia del peronismo en la zona.
Germán Font: un puente hacia el sector agropecuario
Germán Font, exconcejal de Marcos Juárez y actual Subsecretario de Biodesarrollo e Innovación Agropecuaria, representa un nexo directo con el poderoso sector agropecuario. Su conocimiento del campo y sus estrechos lazos con los productores lo convierten en una figura clave para la estrategia de Llaryora.
La cercanía de Font con el sector agropecuario permitirá articular políticas públicas que atiendan las necesidades de los productores, consolidando apoyos entre los sectores más influyentes de la región. Este acercamiento directo es crucial, ya que el sudeste es una región con una fuerte tradición agraria.
Hernán Passerini: experiencia legislativa y vínculo con el interior
Hernán Passerini, hermano del intendente de la ciudad de Córdoba y exconcejal, aporta una valiosa experiencia legislativa y un conocimiento del funcionamiento del Estado. Su rol al frente de la Dirección General de Desarrollo Regional y Local es clave para conectar la gestión provincial con los municipios del interior.
El vínculo directo entre Passerini y los municipios le confiere un importante peso en la articulación de políticas públicas que beneficien al sudeste. Su experiencia política y su conocimiento del sistema hacen de él una pieza estratégica en el armado territorial.
Pedro Dellarossa: la apuesta por la integración de sectores
La incorporación de Pedro Dellarossa, exintendente de Marcos Juárez perteneciente al PRO, al gabinete de Llaryora es una jugada audaz que busca ampliar la base de apoyo en la zona. Si bien su pasado político está en un partido de oposición, Dellarossa es clave para atraer sectores que históricamente no han votado por el justicialismo.
La integración de figuras de distintos espacios políticos es una muestra del enfoque de Llaryora en la construcción de consensos. En el sudeste, en particular, esto se presenta como crucial para alcanzar una representación política plural y efectiva. Las elecciones de 2026 muestran que la estrategia se orienta a la consolidación de una propuesta política que amplíe las posibilidades de triunfo.
El desafío del tiempo y la construcción a largo plazo
La estrategia de Llaryora en el sudeste cordobés implica una construcción política a largo plazo, con una mirada puesta en las elecciones de 2026 pero también en las del futuro. Este trabajo sistemático, basado en la articulación con figuras clave de la región y en políticas que atiendan las necesidades de la población, pretende sentar las bases para un cambio significativo en la región.
El tiempo juega un rol fundamental en esta estrategia. Dos años antes de las elecciones, la acción política del gobernador es continua y profunda en la zona, con el propósito de llegar a las elecciones municipales consolidado y con un amplio apoyo entre los ciudadanos del sudeste.
Una estrategia integral para una región clave
La estrategia de Martín Llaryora para el sudeste de Córdoba no se limita a una simple estrategia electoral. Se trata de un plan integral que busca consolidar una presencia política fuerte en la región, atender las necesidades de los ciudadanos y construir bases para el futuro. En este escenario, las figuras claves, la estrategia a largo plazo y el desafío de conquistar Marcos Juárez son los pilares sobre los cuales Llaryora construye su objetivo para las elecciones de 2026.