El femicidio de Sofía Delgado, ocurrido en San Lorenzo, Santa Fe, conmocionó al país por la brutalidad del crimen y la perversidad de los acusados. La investigación, liderada por el fiscal Carlos Ortigoza, develó detalles escalofriantes que muestran un plan premeditado y un nivel de crueldad extrema.
Un pacto de sangre
Cinco personas fueron detenidas: tres hombres y dos mujeres. Los tres hombres, Alejandro Bevilaqua, Eduardo Mordini y Brian Baumann, fueron imputados por homicidio calificado por violencia de género y premeditación de dos o más personas. Las dos mujeres enfrentan cargos por encubrimiento agravado. Según la fiscalía, los hombres planearon el asesinato de Sofía como un “pacto de sangre” para fortalecer su amistad.
Las conversaciones encontradas en los celulares de los imputados fueron cruciales para la investigación. Los mensajes revelan una planificación macabra, que comenzó al menos dos semanas antes de la desaparición de Sofía, con intercambios sobre cómo cometer el crimen y cómo deshacerse del cuerpo. La frialdad con la que hablan de asesinar a Sofía y la indiferencia ante su posible ausencia son impactantes.
Detalles escalofriantes del crimen
De acuerdo a la información reunida por la fiscalía, Sofía fue llevada por Alejandro Bevilaqua hasta el taller mecánico de Eduardo Mordini. Allí, junto a Brian Baumann, la asesinaron. La autopsia reveló que la causa de muerte fue asfixia mecánica.
Las investigaciones descubrieron búsquedas en internet sobre “cómo matar y esconder a una persona”, así como links compartidos entre los hombres a sitios de pornografía con mujeres maniatadas y amordazadas, reflejando con exactitud la escena del crimen donde fue encontrado el cuerpo de Sofía. Este detalle refuerza la teoría de un crimen planificado con un alto grado de sadismo.
La vulnerabilidad de Sofía y el rol de los imputados
El fiscal Ortigoza describió a Sofía como una víctima vulnerable, con antecedentes de internaciones por diferentes motivos. Además, indicó que Bevilaqua habría intentado sobornar a Sofía para que hiciera una denuncia falsa de abuso sexual contra su propio padre, revelando la manipulación y el abuso de poder utilizados por el imputado principal.
Bevilaqua, además de la imputación por homicidio, enfrenta acusaciones por otras conductas violentas y de control sobre Sofía, demostrando una clara dinámica de poder antes del femicidio. Las dos mujeres detenidas, Miranda L. y Natalia P., habrían colaborado en el encubrimiento del crimen, ayudando a esconder evidencias y al propio Bevilaqua después del asesinato.
El contexto de la zona y la violencia contra las mujeres
La investigación resaltó la existencia de una zona cercana al lugar donde fue encontrado el cadáver con casos similares de violencia de género que muestran una profunda problemática que necesita atención y acciones urgentes. Se han descubierto fuertes sospechas de complicidad policial en estos crímenes anteriores en la zona. Esta realidad revela una situación alarmante donde las mujeres son especialmente vulnerables y las investigaciones sobre estos crímenes no han sido las suficientemente expeditivas.
La imputación de los tres hombres con prisión preventiva por 180 días es un paso crucial en la justicia, sin embargo, resalta la importancia de un abordaje integral sobre el tema de violencia de género, que debe incluir tanto la prevención como la persecución judicial efectiva de los culpables, así como un apoyo real para las víctimas y sus familias.
Un caso que exige justicia y reflexión
El femicidio de Sofía Delgado es un caso que trasciende las fronteras de la provincia de Santa Fe. Es una tragedia que demanda justicia, pero también una profunda reflexión sobre la violencia de género en Argentina. Es imperativo trabajar en la prevención de estos crímenes y crear un sistema que garantice una justicia rápida, eficiente e imparcial para todas las víctimas.
La sociedad debe unirse para condenar estos actos aberrantes y para proteger a las mujeres de la violencia. Es un trabajo que debe involucrar a diferentes actores como el gobierno, la policía, el Poder Judicial, y también a la misma sociedad en su conjunto.