La Calera, Córdoba, se encuentra sumida en una atmósfera de incertidumbre y angustia. La Navidad, tiempo de unión y celebración, se ha teñido de preocupación para la familia Villagra. Juan Adolfo, de 37 años, desapareció el domingo 22 de diciembre cerca del río Diquecito, dejando atrás sus pertenencias y un vacío desgarrador en sus seres queridos. El silencio del río, normalmente un remanso de paz, ahora guarda un enigma que desespera a una comunidad entera.
Un día de campo que terminó en pesadilla
Juan Adolfo Villagra, un hombre de familia, trabajador y amante de la naturaleza, decidió pasar el domingo pre-navideño en el Diquecito, un para je natural de gran belleza en La Calera. Acompañado de su hermano menor y un amigo, llegó al lugar con la ilusión de disfrutar de un día de campo, desconociendo que la tragedia acechaba.
Según testimonios de sus acompañantes, alrededor de las 17:30, Juan se alejó del grupo dejando todas sus pertenencias, incluyendo su teléfono celular. “No lo vimos más, conoce la zona y todo, pero no sabemos si se metió al agua”, declaró un familiar con la voz entrecortada por la angustia. La incertidumbre se apoderó de los presentes, quienes inmediatamente comenzaron a buscarlo sin éxito.
Las pistas que se desvanecen en la corriente
Horas más tarde, una luz de esperanza se encendió en medio de la oscuridad. Un grupo de personas que se encontraba cerca de un comercio local reportó haber visto un buzo y una gorra, pertenecientes a Juan, colgados en una barranca cercana a un canal que desemboca en el río. Cynthia Moreno, esposa de Juan, relató con desesperación: “Antes de ingresar a la ruta, fueron a una barranca y encontraron un buzo colgado que daba a un canal y su gorra”. Este hallazgo, aunque desolador, orientó la búsqueda hacia el cauce del río.
La Policía de la provincia, junto con el Departamento de Unidades de Alto Riesgo (DUAR), desplegaron un intenso operativo de búsqueda que se extendió por cuatro días. Buzos tácticos, bomberos, perros rastreadores y drones peinaron la zona palmo a palmo, pero los resultados fueron desalentadores. El río, con su caudalosa corriente, parecía haber tragado cualquier rastro de Juan.
La angustia de una familia y la solidaridad de una comunidad
La familia Villagra, devastada por la incertidumbre, se aferra a la esperanza de un milagro. Cynthia Moreno, junto a sus hijos, vive horas de desesperación. La Navidad, que solía ser una fiesta llena de alegría, se ha transformado en una dolorosa espera. La comunidad de La Calera se ha unido en torno a la familia, brindando apoyo emocional y colaborando en la difusión de la información para ampliar la búsqueda.
En las redes sociales, la imagen de Juan Adolfo se ha viralizado, acompañada de mensajes de solidaridad y súplicas para que aparezca sano y salvo. Vecinos, amigos y desconocidos comparten la información con la esperanza de que alguien pueda aportar algún dato que ayude a dar con su paradero. La solidaridad se ha convertido en un bálsamo en medio del dolor, una muestra de que en momentos de tragedia, la humanidad se une para afrontar la adversidad.
Las autoridades continúan con la investigación, explorando todas las hipótesis posibles. Si bien la principal línea de investigación apunta a un posible ahogamiento, no se descartan otras posibilidades. La falta de testigos presenciales y la ausencia de nuevas pistas mantienen el caso en un estado de incertidumbre total. Mientras tanto, la familia Villagra y la comunidad de La Calera se aferran a la esperanza y piden la colaboración de todos para encontrar a Juan Adolfo.
La desaparición de Juan Adolfo Villagra ha conmocionado a Córdoba, dejando una profunda herida en la comunidad. La incertidumbre que rodea su caso es un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de la solidaridad en momentos de dificultad. Mientras el río Diquecito guarda silencio, la esperanza se mantiene viva en los corazones de quienes esperan el regreso de Juan.
Cualquier información sobre el paradero de Juan Adolfo Villagra puede ser comunicada a la Policía de Córdoba o al Departamento de Unidades de Alto Riesgo (DUAR). La colaboración de la comunidad es fundamental para ayudar a la familia a encontrar la paz y la respuesta que tanto necesitan en estos momentos de angustia.
En medio del dolor y la incertidumbre, la búsqueda de Juan Adolfo Villagra continúa. La Navidad ha pasado, pero la esperanza de encontrarlo con vida se mantiene intacta. Cada día que pasa, la angustia aumenta, pero también la determinación de no dejar de buscarlo. La comunidad de La Calera y la familia de Juan piden a todos que se sumen a la búsqueda, compartiendo su foto y cualquier información que pueda ser relevante. En tiempos de tragedia, la solidaridad es la luz que guía el camino hacia la esperanza.
La historia de Juan Adolfo Villagra es un llamado a la reflexión sobre la importancia de valorar cada momento y a la necesidad de estar unidos en momentos de adversidad. En una época del año donde la familia y la unión son el centro de todo, la ausencia de Juan se siente con más fuerza. Su desaparición nos recuerda que la vida es un regalo precioso que debemos cuidar y que la solidaridad es un valor fundamental que nos permite afrontar las dificultades juntos.