En Uruguay, la estrategia de “mano dura” implementada por el gobierno de Luis Lacalle Pou no ha logrado disminuir la tasa de homicidios, convirtiéndose en un tema central en el balotaje presidencial.
Con una tasa de 11,2 homicidios por cada 100.000 habitantes, Uruguay supera significativamente a países vecinos como Argentina (4,4) y Chile (4,5), lo que refleja la ineficacia de la política de seguridad aplicada hasta el momento.
El fracaso de la Ley de Urgente Consideración (LUC)
La Ley de Urgente Consideración, impulsada por Lacalle Pou en 2020, se centró en la intensificación de la presencia policial, el endurecimiento de las penas y un aumento significativo en el número de encarcelamientos. Sin embargo, las cifras de homicidios demuestran que esta política de mano dura no ha dado los resultados esperados.
A pesar del aumento de la represión policial, el número de homicidios sigue siendo alarmante. Las cárceles, sobrepobladas y en malas condiciones, albergan más de 16.000 presos, con la presencia incluso de organizaciones criminales brasileñas, lo que refleja un fracaso en el control de la criminalidad violenta.
La inseguridad, tema central del balotaje
La seguridad pública se ha posicionado como la principal preocupación de la población uruguaya en la antesala del balotaje presidencial entre Yamandú Orsi (Frente Amplio) y Álvaro Delgado (Partido Nacional). Las encuestas muestran una estrecha competencia, con una ventaja fluctuante para Orsi y un porcentaje significativo de indecisos.
Este escenario hace crucial la estrategia de los partidos, sobre todo, el captar el voto de la importante comunidad uruguaya en el exterior. El comit
ed electoral del Frente Amplio se organiza para facilitar el traslado de los votantes en Argentina a través de descuentos e incluso traslados gratuitos en diferentes zonas.
Las propuestas de los candidatos
Álvaro Delgado, candidato del oficialismo, promete la construcción de nuevas cárceles de alta seguridad, siguiendo la línea de la propuesta de Guido Manini Ríos de Cabildo Abierto. Además, propone un refuerzo de la seguridad en las fronteras. Esta estrategia replica la propuesta del partido de derecha de aumentar la represión y el encarcelamiento para solucionar el problema de la delincuencia.
Por su parte, Yamandú Orsi, del Frente Amplio, enfatiza el rol fundamental del Estado en la prevención del delito. Orsi critica el enfoque de mano dura del actual gobierno y propone una mayor presencia del Estado en los barrios afectados por la inseguridad, trabajando en mejoras de la infraestructura, centros educativos y espacios públicos, junto con una mejora del sistema judicial que permita que el encarcelamiento sea realmente efectivo.
El análisis del sociólogo Gabriel Vidart
Gabriel Vidart, sociólogo y militante del Frente Amplio, señala que la inseguridad fue clave en la victoria de Lacalle Pou en 2019 y representa un gran desafío para la izquierda. Para Vidart, la “mano dura” no ha solucionado el problema y hace falta una estrategia integral, y destaca que el problema de narcotr
afco esta íntimamente ligado a la situación. El sociólogo indica que, dada la gran cantidad de contenedores que pasan por los puertos de Uruguay, hay una gran oportunidad de ingreso de narcóticos en el país, y critica la privatización del puerto.
Vidart también destaca la existencia de disputas entre narco-bandas por el control del narcomenudeo y la pasta base que afecta de forma directa a los jóvenes, envenenándolos con adicciones desde una edad temprana. Vidart afirma que el actual gobierno está fallando en solucionar los problemas básicos que causan y alimentan la inseguridad.
La inseguridad en Uruguay se presenta como un desafío complejo con múltiples factores involucrados. El fracaso de la estrategia de “mano dura” pone en evidencia la necesidad de políticas integrales que aborden las causas estructurales del problema, incluyendo la participación del Estado en áreas como la educación, el desarrollo social y la mejora de la justicia. El balotaje mostrará si la población uruguaya privilegia la continuación de políticas represivas, o busca alternativas más progresistas para solucionar la inseguridad.