La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el mundo, pero su veloz avance ha generado preocupación sobre sus implicaciones éticas y sociales, especialmente en Latinoamérica, donde la regulación aún es incipiente. Facundo Barrios, investigador de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), participó en un congreso internacional en Colombia, alertando sobre la urgencia de establecer normas que protejan los derechos humanos en la era de la IA.
Un llamado a la acción desde el Nordeste argentino
Barrios, abogado y magíster en Ciencias Sociales, forma parte del grupo de investigación “Deodoro Roca” de la Facultad de Derecho de la UNNE. Este equipo, liderado por Dora Ayala Rojas, se centra en el impacto social del derecho, incluyendo las implicaciones de la IA. Su participación en el Congreso Internacional “Tendencias Globales para el desarrollo de competencias para la educación superior” en Colombia, le permitió compartir su investigación y la necesidad de una regulación efectiva de la IA en la región.
El investigador argentino enfatizó la necesidad de un marco legal que aborde las problemáticas emergentes de la IA, como la difusión de noticias falsas (fake news), la suplantación de identidad y la protección de datos personales. “El mundo necesita respuestas sobre cómo vamos a interactuar con la inteligencia artificial desde el punto de vista legal”, declaró Barrios a Radio UNNE.
Latinoamérica: un vacío legal frente al avance de la IA
Mientras que la Unión Europea y Estados Unidos avanzan en la creación de leyes para regular la IA, Latinoamérica se encuentra en una etapa inicial. Algunos países han comenzado a implementar políticas o adaptar sus leyes existentes, inspirados en la Recomendación sobre la Ética de la IA de la UNESCO y la Ley de IA de la Unión Europea. Sin embargo, estos esfuerzos son aislados y dispares, sin una visión regional unificada.
Esta falta de regulación genera un vacío legal que podría tener consecuencias negativas, como la vulneración de derechos fundamentales, la discriminación algorítmica y la concentración del poder en manos de las empresas tecnológicas. La ausencia de un marco normativo claro dificulta la asignación de responsabilidades en caso de daños causados por sistemas de IA, dejando a los ciudadanos desprotegidos.
La urgencia de un enfoque regional
Para abordar estos desafíos, Barrios y otros expertos proponen un enfoque centrado en los derechos humanos. Esto implica crear leyes que definan claramente los derechos y responsabilidades en el desarrollo y uso de la IA, así como establecer organismos independientes para supervisar su aplicación. Además, se destaca la importancia de la colaboración regional para armonizar las regulaciones y compartir las mejores prácticas.
La cooperación entre países latinoamericanos es crucial para evitar la fragmentación legal y asegurar una regulación coherente en toda la región. Esto permitiría compartir conocimientos, recursos y experiencias, fortaleciendo la capacidad de los países para afrontar los retos que plantea la IA.
Compartir conocimientos, recursos y experiencias. Fortalecer la capacidad de los países para afrontar los retos que plantea la IA
El futuro de la IA en Latinoamérica: ¿regulación o caos?
La decisión de regular o no la IA en Latinoamérica tendrá un impacto profundo en el futuro de la región. Una regulación adecuada podría fomentar la innovación responsable, proteger los derechos ciudadanos y asegurar que los beneficios de la IA se distribuyan equitativamente. Por el contrario, la falta de acción podría conducir a un escenario de caos legal, donde las empresas tecnológicas operen sin control y los ciudadanos queden expuestos a riesgos impredecibles.
La IA ofrece un enorme potencial para el desarrollo económico y social de Latinoamérica, pero su implementación debe ser guiada por principios éticos y un marco legal sólido. La participación de expertos como Facundo Barrios en debates regionales es fundamental para generar conciencia sobre la urgencia de este desafío y promover una regulación que proteja los derechos de todos.