El mundo empresarial argentino se vistió de luto en el Día Nacional del Mate con la trágica noticia del fallecimiento de Obaida Kabour, un magnate de la yerba mate de 47 años, en un accidente vial en la provincia de Misiones. La ironía del destino quiso que el empresario, quien dedicó su vida a la producción y exportación de la infusión nacional, perdiera la vida en la jornada dedicada a celebrar la bebida que tanto promovió.
El accidente fatal: un día de celebración convertido en tragedia
El fatídico accidente ocurrió en la Ruta Provincial 19, cerca de la localidad de Comandante Andresito, en el extremo noroeste de Misiones, una zona fronteriza con Brasil, conocida por la pujanza de su industria yerbatera. Kabour viajaba en una camioneta junto a Juan Selent, otro reconocido empresario del sector, de nacionalidad paraguaya. Ambos perdieron la vida en el acto tras chocar frontalmente contra un colectivo de la empresa Itatí. El conductor del autobús sufrió heridas graves y fue trasladado a un hospital local, mientras que los pasajeros resultaron ilesos, aunque conmocionados por el impacto.
Las autoridades locales, incluyendo peritos y efectivos de la Comisaría de Andresito, dependiente de la Unidad Regional IV de Puerto Iguazú, se encuentran investigando las causas del accidente. Si bien aún no se ha emitido un informe oficial, las primeras hipótesis apuntan a una posible pérdida de control del vehículo en una curva pronunciada de la ruta.
Obaida Kabour: el legado de un emprendedor visionario
Obaida Kabour, de origen sirio, pero profundamente arraigado en la cultura misionera, era mucho más que un empresario exitoso. Se había convertido en un referente indiscutible de la industria yerbatera argentina, liderando el Grupo Kabour, el principal exportador de yerba mate del país. Su visión empresarial, combinada con un agudo conocimiento del mercado internacional, permitió que la compañía se consolidara como líder en la exportación de yerba mate a Medio Oriente, principalmente a Siria, país de origen de su familia.
El Grupo Kabour, fundado en 2007 junto a sus hermanos, no solo se destacaba por su volumen de exportaciones -cerca del 80% del total nacional, equivalente a 39,7 millones de kilos en 2022-, sino también por su modelo de negocio, basado en la integración vertical, desde la producción en los yerbales de Misiones hasta la exportación a granel en big bags de 50 kilos. La empresa contaba con un complejo industrial de vanguardia en Comandante Andresito, incluyendo un secadero de última generación y un molino de gran capacidad, que permitía abastecer la creciente demanda internacional.
Kabour, un hombre de bajo perfil, era conocido por su sencillez y su cercanía con la gente. A pesar de su éxito empresarial, mantenía un estilo de vida austero, dedicado al trabajo y a su familia. Su compromiso con la comunidad de Andresito era palpable, generando empleos y promoviendo el desarrollo económico de la región. Su muerte deja un vacío irreparable en el sector yerbatero y en la comunidad que lo vio crecer como empresario y como persona.
Más allá de la yerba mate, Kabour también exploraba la posibilidad de exportar té misionero, buscando diversificar la producción de su empresa y aprovechar el potencial de la región. Su visión a largo plazo incluía la inversión en tecnología y la mejora de los procesos productivos, con el objetivo de competir en los mercados internacionales con países como Sri Lanka, India o Vietnam.
“Es una noticia muy triste, compartí muchas veces con él, era una gran persona, muy agradable y con una visión estratégica para los negocios”, Juan José Szcychowski, ex titular del INYM
El impacto en la industria yerbatera
La muerte de Obaida Kabour representa una gran pérdida para la industria yerbatera argentina. Su liderazgo y visión empresarial fueron clave para la expansión del mercado internacional de la yerba mate, abriendo nuevos horizontes para un producto tradicionalmente asociado al consumo interno. Su partida deja un vacío difícil de llenar, no solo por su capacidad de gestión, sino también por su compromiso con la calidad y la innovación.
El futuro del Grupo Kabour es ahora una incógnita. Si bien la empresa cuenta con una estructura sólida y un equipo directivo experimentado, la ausencia de su fundador plantea interrogantes sobre la continuidad de su estrategia de expansión internacional. La industria yerbatera en su conjunto deberá afrontar el desafío de mantener el crecimiento de las exportaciones en un contexto de incertidumbre económica global.
En los últimos años, las exportaciones de yerba mate habían experimentado un crecimiento sostenido, impulsadas por la demanda de países como Siria, Líbano y Turquía. Sin embargo, la devaluación del peso argentino y las restricciones a las importaciones en algunos países destino habían generado un contexto desafiante para el sector. La capacidad de Kabour para sortear estas dificultades y mantener la competitividad de su empresa era un ejemplo para otros exportadores.