Las tormentas que azotaron la ciudad de Córdoba durante los primeros días de enero de 2024 dejaron una estela de destrucción a su paso. El impacto fue particularmente devastador en la Avenida Vélez Sarsfield, una arteria vial clave en la zona sur de la ciudad, donde se registraron múltiples socavones, la caída de árboles y la evacuación de decenas de familias. Este evento ha puesto en evidencia la necesidad urgente de mejorar la infraestructura urbana y la planificación para la gestión de riesgos climáticos.
El impacto de la tormenta: Daños y evacuaciones
La intensidad de las precipitaciones superó las expectativas, con más de 70 mm de lluvia caída en un período de tres horas. El agua acumulada rápidamente desbordó los sistemas de drenaje, causando anegamientos en varias zonas de la ciudad. La Avenida Vélez Sarsfield fue particularmente afectada, con varios sectores experimentando colapsos de la calzada debido a la erosión del terreno.
La tormenta provocó la evacuación de al menos 30 personas pertenecientes a siete núcleos familiares. Las familias afectadas fueron alojadas en hoteles y en el polideportivo Corral de Palos, gracias a la coordinación de la Municipalidad de Córdoba y Defensa Civil. En varias zonas, el suministro eléctrico estuvo interrumpido durante toda la noche y gran parte del día siguiente.
Los socavones en la Avenida Vélez Sarsfield: una problemática recurrente
La Avenida Vélez Sarsfield se ha convertido en un punto crítico en la gestión de la infraestructura urbana de Córdoba. Durante la tormenta, se registraron varios socavones de importante magnitud, el más impactante de los cuales alcanzó los 30 metros. Este socavón, ubicado a la altura del emprendimiento inmobiliario Pocito, obligó a un cierre total del tránsito en la zona y está relacionado con el desmoronamiento de un muro de contención.
Además del socavón en Pocito, se reportaron otras dos aberturas significativas en la calzada, una cerca de la rotonda de barrio Las Flores, donde un desagüe pluvial de 600 mm cedió, y otra en el barrio Cabo Fariña, que incluso llegó a engullir un Fiat Uno.
Declaraciones de Defensa Civil y análisis de la situación
Pablo Altamirano, titular de Defensa Civil, se refirió a los eventos diciendo que la situación ha sido tranquila dentro de todo, si bien reconoció la intensidad de la tormenta y sus consecuencias. Altamirano admitió que la respuesta ante estos eventos se ha complicado por las asambleas municipales que impiden trabajos de limpieza y reparación de la infraestructura.
Altamirano también alertó sobre la naturaleza cambiante de las tormentas, afirmando que debido al cambio climático, serán más frecuentes y cada vez más bruscas e intensas, con grandes cantidades de agua en poco tiempo, lo que se traduce en una dificultad para el escurrimiento en las ciudades. Esto hace indispensable una revisión profunda de las políticas de infraestructura y gestión de desastres.
El desafío de la infraestructura y la gestión del riesgo climático
Los eventos climáticos ocurridos en Córdoba ponen de relieve la necesidad urgente de un abordaje integral para fortalecer la infraestructura urbana y las medidas de prevención y mitigación de los riesgos climáticos. Las deficiencias en el sistema de drenaje y los problemas con las obras públicas son factores que exacerban los efectos de las tormentas. Es necesario invertir en una gestión eficiente del agua, el mantenimiento de las vías públicas y la implementación de sistemas de alerta temprana.
Las consecuencias de estas tormentas no se limitan al daño material. La evacuación de familias y la interrupción de los servicios básicos resaltan el impacto directo en la vida cotidiana de los ciudadanos. La seguridad y el bienestar de la población deben estar en el centro de las políticas públicas, haciendo de la adaptación al cambio climático una prioridad fundamental.