El Banco Central de la República Argentina (BCRA) sorprendió a los mercados con una baja en la tasa de interés de referencia, llevándola del 35% al 32% TNA. Esta decisión, tomada tras la publicación del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), genera incertidumbre y abre interrogantes sobre su posible impacto en la economía. ¿Se trata de una apuesta arriesgada en un contexto inflacionario o de una estrategia calculada para lograr un diciembre tranquilo?
Un diciembre distinto: la búsqueda de la estabilidad
Tradicionalmente, diciembre es un mes de alta demanda de pesos en Argentina, impulsada por el pago de aguinaldos, sueldos y las festividades de fin de año. Esta mayor demanda suele presionar al alza la tasa de interés y el dólar blue. Sin embargo, este año el escenario se presenta diferente. La baja de tasas del BCRA busca inyectar liquidez en el sistema financiero, facilitando el acceso al crédito y reduciendo el costo del dinero. El objetivo es claro: evitar que la escasez de pesos genere tensiones en el mercado cambiario y mantenga la estabilidad lograda en las últimas semanas.
La decisión del BCRA se enmarca en un contexto de optimismo moderado. Los dólares libres muestran una tendencia a la baja, y la brecha cambiaria se encuentra en niveles sorprendentemente bajos. Esto refuerza la idea de que no habrá una devaluación inminente, y algunos analistas incluso especulan con una posible unificación cambiaria a corto plazo. Sin embargo, con reservas netas negativas, el ministro de Economía, Luis Caputo, ha descartado esta posibilidad por considerarla riesgosa.
El impacto en los plazos fijos y las cuentas remuneradas
La baja de la tasa de referencia impacta directamente en el rendimiento de los plazos fijos. Si bien los bancos ya no están obligados a aplicar una tasa regulada, la decisión del BCRA influye en sus decisiones. Es probable que veamos un reacomodamiento a la baja en las tasas ofrecidas, aunque algunos bancos podrían optar por mantener rendimientos más atractivos para captar liquidez. Las cuentas remuneradas, por su parte, también deberían ajustar sus tasas en los próximos días.
A continuación, un cuadro comparativo con los rendimientos ofrecidos por algunas de las principales cuentas remuneradas hasta el viernes:
- Uilo (Ualá): 40%
- Naranja X: 34%
- Personal Pay: 33%
- Mercado Pago: 32,74%
- Prex: 32,19%
- Claro Pay: 32,16%
¿Y el dólar?
La baja de tasas también busca reducir el “carry trade”, una estrategia de inversión que consiste en tomar deuda en pesos a baja tasa para invertir en dólares y obtener una mayor rentabilidad. Al disminuir el rendimiento en pesos, se desincentiva esta práctica y se busca contener la demanda de dólares. Además, diciembre suele ser un mes de mayor oferta de dólares debido a la liquidación de la cosecha de trigo, lo que podría contribuir a mantener la estabilidad cambiaria.
El dólar blue vale lo que tiene que valer en un escenario que muestra las consecuencias de cambios de expectativas y de restricción monetaria.
Sin embargo, no se puede descartar un repunte del dólar en la segunda quincena de diciembre, impulsada por la demanda estacional de divisas para turismo y ahorro.
¿Riesgo inflacionario?
La principal crítica a la baja de tasas es que podría reavivar la inflación. Con una tasa de interés real negativa (por debajo de la inflación esperada), se incentiva el consumo y la demanda agregada, lo que podría generar presiones alcistas sobre los precios. El BCRA apuesta a que la inflación se mantenga controlada en los próximos meses, pero este es un factor de riesgo que no se puede ignorar. Especialmente si el dólar encuentra un piso y comienza a subir, impulsado por la demanda estacional de fin de año o por presiones inflacionarias.
una apuesta audaz con resultados inciertos
La baja de tasas del BCRA es una apuesta audaz que busca impulsar la economía y asegurar un diciembre tranquilo. Sin embargo, los riesgos inflacionarios están latentes. El éxito de esta estrategia dependerá de la evolución de la inflación, la estabilidad del dólar y la respuesta del mercado. Solo el tiempo dirá si se trató de una decisión acertada o de un error que podría costarle caro a la economía argentina.