Soledad Silveyra, una figura icónica del espectáculo argentino, se encuentra en un momento vital repleto de emociones encontradas. En medio de la alegría por un nuevo amor y la emoción por un desafío teatral inminente, la actriz también enfrenta una batalla contra una enfermedad que la ha puesto a prueba. En esta historia de altibajos, descubriremos los detalles de su vida personal y profesional.
Desmintiendo los rumores: el amor en tiempos de prensa
En una entrevista en el programa de Mirtha Legrand, Soledad Silveyra desmintió categóricamente los rumores de separación de su novio, José Luis Vázquez, con quien mantiene una relación a distancia. Con su característico humor, pero también con un dejo de fastidio, la actriz puso fin a las especulaciones que la habían afectado profundamente.
Según sus propias palabras, la noticia la molestó no solo a ella, sino también a su pareja, quien no entendía el origen de estos rumores infundados. “Todo el mundo, no sé por qué”, expresó Solita, mostrando su incomodidad ante la insistencia de la prensa. El punto álgido fue una nota que utilizó la frase ‘Estoy harta’, una expresión que la actriz asegura jamás hubiera utilizado, incluso estando molesta.
Un romance en Buzios: el inicio de una nueva etapa
La historia de amor entre Soledad y José Luis comenzó en Buzios, Brasil, donde él tiene una posada. El flechazo fue inmediato; un encuentro casual que se convirtió en un romance duradero. Solita describió su conexión con José Luis como algo ‘químico’, ‘humano’, y ‘maravilloso’. Aunque la edad, ambos rondan los 70 años, no fue un obstáculo para el amor, lo cual considera ‘brutal’ y lo recomienda a los demás.
Si bien se muestra feliz y enamorada, Solita también reconoce la complejidad de encontrar una pareja estable a una edad donde muchos ya se encuentran jubilados y con la familia formada. Este nuevo amor en su vida aporta mucha alegría y esperanza, según comentó en una entrevista radial posterior a su visita a Mirtha Legrand.
La enfermedad: una batalla que se libra con valentía
Más allá del romance, Soledad Silveyra enfrenta una realidad menos halagüeña. La actriz reveló que padece una neuralgia de Arnold, una condición dolorosa que afecta un nervio en la base del cráneo. Esta enfermedad, según describió, le ha causado un gran sufrimiento, calificando la experiencia como “muy mala”. A pesar del dolor persistente, se muestra esperanzada en su recuperación y en que los síntomas desaparecerán pronto gracias a la medicación.
La compañía de Lucila San Gregorio, quien se desempeña como su “mano derecha”, ha sido fundamental en este proceso difícil. La actriz expresó su agradecimiento por el apoyo incondicional de Lucila, quien la cuida en todo momento.
El teatro: un nuevo capítulo en su trayectoria profesional
A pesar de sus problemas de salud, Soledad no deja de lado su pasión por el trabajo. La actriz se prepara para un nuevo desafío teatral junto a Luis Brandoni, en la obra “¿Quién es quién?”, una puesta en escena que marcará su primer encuentro en el escenario luego de haber colaborado en dos películas: “Hay unos tipos abajo” (1985) y “El arreglo” (2019). La emoción es palpable en sus palabras cuando menciona su admiración y respeto por Brandoni.
La obra, dirigida por Héctor Díaz, promete ser un hito en sus carreras, especialmente considerando que este proyecto se concretiza después de muchos años de trabajo profesional en conjunto. Esta nueva experiencia llega después de tener que interrumpir antes de tiempo una temporada teatral por sus problemas de salud, lo cual le genera una renovada ilusión y emoción.
Una mujer de fortaleza y perseverancia
Soledad Silveyra es un ejemplo de resiliencia. La actriz ha sabido afrontar los retos de la vida con valentía, mostrando fortaleza tanto en los momentos de alegría como en los de adversidad. Su transparencia al compartir sus experiencias personales conecta con el público, quien la admira no solo por su talento, sino también por su autenticidad.
Su historia es una muestra de que el amor, la enfermedad, y el trabajo pueden coexistir en una vida plena, demostrando a la sociedad que con valentía se puede navegar cualquier tipo de adversidad y lograr ser feliz a cualquier edad. El éxito en la vida se basa en la resiliencia y la pasión.