Juan Schiaretti, figura destacada del peronismo no kirchnerista, ha dado un paso significativo en su estrategia política con el lanzamiento de “Hacemos”, un nuevo espacio político de alcance nacional. El reciente reconocimiento del partido por parte de la justicia electoral federal en siete provincias clave -Córdoba, Buenos Aires, San Luis, Jujuy, Mendoza, Tierra del Fuego y Catamarca- marca un hito crucial en sus ambiciones de desafiar la actual polarización entre el kirchnerismo y la Libertad Avanza. Este movimiento estratégico busca consolidar un espacio de centro, ofreciendo una alternativa a los extremos dominantes del escenario político.
El Impulso de Hacemos: Reconocimiento Judicial y Expansión Nacional
La obtención del reconocimiento a nivel nacional es el resultado de una labor minuciosa que demuestra la capacidad de Schiaretti para construir alianzas y extender su influencia más allá de sus bastiones tradicionales en Córdoba. Las siete provincias donde el partido fue convalidado abarcan una amplia diversidad geográfica y representan una porción significativa del electorado nacional, lo que configura una base sólida para el futuro.
El avance de “Hacemos” en provincias como Buenos Aires, clave por su peso electoral, muestra una estrategia clara de apuntar al centro del espectro político y captar votos de aquellos electores que se sienten desilusionados por las ofertas de la oposición tradicional o el discurso de Javier Milei. Este crecimiento refleja una expectativa en el electorado de encontrar una alternativa más moderada.
Se espera que en los próximos días se concrete el reconocimiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, completado así el mapa de su estrategia de implantación nacional. Esto potenciará aún más su capacidad para posicionarse como una alternativa nacional con la posibilidad de presentarse en todas las provincias, disputando el espacio político en el panorama nacional.
Schiaretti, sin candidatura personal, lidera la construcción de un proyecto a largo plazo
A pesar de la creciente influencia y el desarrollo a nivel nacional de “Hacemos”, desde el entorno del exgobernador se insiste en su decisión de no presentarse como candidato en las próximas elecciones legislativas de 2025. Esta postura estratégica se centra en liderar la construcción de un proyecto nacional a largo plazo y evitar cualquier distracción de su labor principal en el armado del partido.
La estrategia de Schiaretti de no postularse personalmente se justifica en la necesidad de centrarse en la consolidación de “Hacemos” a nivel nacional, fortaleciendo sus estructuras y construyendo alianzas para las próximas elecciones. Este enfoque evita que sus aspiraciones personales compitan con la fortaleza del proyecto político, priorizando la construcción partidaria.
La ausencia de candidatura de Schiaretti refuerza la idea de que “Hacemos” busca trascender la figura del exgobernador, construyendo un espacio político capaz de sostenerse a largo plazo, independiente de una figura individual dominante. Es un proyecto político con miras hacia un futuro más lejano.
Si bien algunos analistas señalan que la actual polarización entre el kirchnerismo y el espacio de Milei dificulta el surgimiento de un tercer espacio competitivo, el equipo de Schiaretti se mantiene optimista y considera que existe un espacio significativo para atraer votos de aquellos que buscan una alternativa diferente. La estrategia se basa en el largo plazo.
Un futuro incierto pero desafiante: el panorama electoral y la polarización
La decisión de Schiaretti de no postularse en 2025, lejos de ser una señal de debilidad, podría ser interpretada como una apuesta estratégica a largo plazo. La polarización extrema del escenario actual, dominado por Cristina Kirchner y Javier Milei, podría generar una creciente demanda de una opción moderada y centrista, posicionando a “Hacemos” como un actor fundamental en el futuro de la política argentina.
El éxito de esta estrategia dependerá de varios factores, entre los que se encuentran la capacidad de “Hacemos” para reclutar dirigentes de peso en otras fuerzas políticas, el manejo eficaz de los recursos financieros y la articulación de un mensaje político claro y coherente capaz de atraer al electorado independiente, indeciso o hastiado por la polarización imperante. El tiempo dirá si la estrategia de Schiaretti es acertada.
Para el análisis político, la consolidación de “Hacemos” y su capacidad para competir electoralmente en los próximos años representan un elemento importante y variable en el escenario político. La polarización no es necesariamente un obstáculo insuperable y “Hacemos” busca un crecimiento sostenido, apuntando a ese sector del electorado cansado de la polarización dominante.
En conclusión, el reconocimiento nacional del partido “Hacemos” representa un desafío importante a la actual polarización política de Argentina. El tiempo dirá si este nuevo espacio logrará capitalizar el descontento de un sector del electorado y convertirse en un jugador decisivo en la configuración del futuro político del país. La estrategia de Schiaretti está pensada a largo plazo, aunque enfrentará importantes obstáculos.