El Gobierno de Javier Milei ha decretado un nuevo aumento del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) para los próximos meses, lo que ha generado un intenso debate sobre su impacto en las jubilaciones y en la economía en general. La medida, que establece un incremento escalonado hasta marzo de 2025, ha sido criticada por la oposición y algunos sectores sindicales por considerarla insuficiente frente a la inflación y por su posible impacto negativo en el poder adquisitivo de los jubilados.
El Salario Mínimo y su Relación con las Jubilaciones
Para entender la controversia, es crucial comprender la ley 27.426, que establece que los haberes previsionales no pueden ser inferiores al 82% del SMVM. Esta garantía, en teoría, protege a los jubilados de la pérdida de poder adquisitivo frente a la inflación. Sin embargo, en la práctica, el impacto de esta ley depende de la relación entre el SMVM y el haber mínimo jubilatorio.
En este caso, el nuevo SMVM, aunque ha aumentado nominalmente, no ha generado un incremento en los haberes jubilatorios debido a que estos ya se encuentran por encima del 82% del nuevo salario mínimo. Esto significa que, al menos en el corto plazo, no habrá suplementos adicionales para los jubilados. Sin embargo, la discusión de fondo radica en si estos incrementos serán suficientes para compensar la inflación proyectada, que se estima entre el 117% y el 119% para fin de año.
El Ajuste de Milei y las Críticas de la Oposición
La decisión de Milei de establecer los aumentos del SMVM por decreto, sin acuerdo entre las centrales obreras y las cámaras empresariales, ha sido fuertemente cuestionada por la oposición, especialmente por la diputada Victoria Tolosa Paz. Tolosa Paz ha calificado la medida como un “ajuste brutal” que destruye cualquier perspectiva de progreso y ha acusado a Milei de querer “asalariados pobres”.
“Este no es un modelo de libertad. Es un ajuste brutal que destruye cualquier perspectiva de progreso. El mejor gobierno de la historia… ¡Por favor!”, ironizó Tolosa Paz.
Las críticas se centran en que el nuevo SMVM cubre apenas el 85% de la Canasta Básica Total, estimada en $330.500 para diciembre. Esto implica una caída del 17,8% en el poder adquisitivo del salario mínimo respecto a diciembre de 2023 y del 39% en comparación con 2019, según datos del Observatorio del Derecho Social.
Los Números del Salario Mínimo en 2025
- Diciembre 2024: $279.718
- Enero 2025: $286.711
- Febrero 2025: $292.446
- Marzo 2025: $296.832
Estos valores, que representan un incremento acumulado del 9,3% entre diciembre y marzo, se aplicarán a todos los trabajadores mensualizados que cumplan la jornada legal completa. Para los trabajadores jornalizados, el valor por hora se ajustará proporcionalmente.
El Impacto en la Economía
Más allá del debate sobre su impacto en las jubilaciones, el nuevo SMVM tiene implicaciones más amplias para la economía argentina. Un salario mínimo que no acompaña la inflación puede generar una disminución del consumo, afectando la demanda interna y, por lo tanto, el crecimiento económico. Además, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios puede impactar en la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, aumentando la pobreza y la desigualdad.
Por otro lado, algunos economistas argumentan que un salario mínimo alto puede desincentivar la contratación y fomentar la informalidad laboral. El desafío para el gobierno de Milei será encontrar un equilibrio entre la necesidad de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores y la de promover la creación de empleo y el crecimiento económico.
El Futuro de las Jubilaciones
La discusión sobre el SMVM y las jubilaciones pone de manifiesto la necesidad de un debate más profundo sobre el sistema previsional argentino. En un contexto de alta inflación y creciente informalidad laboral, es crucial asegurar la sustentabilidad del sistema y garantizar que los jubilados puedan mantener un nivel de vida digno. Esto implica no solo ajustar los haberes jubilatorios a la inflación, sino también abordar cuestiones estructurales como el envejecimiento de la población y la necesidad de fomentar el ahorro previsional.