El Renault Kwid 2025 ha regresado al mercado argentino, generando una mezcla de expectativas y dudas. Su precio competitivo y la incorporación del ESP lo convierten en una opción atractiva en el segmento de los citycars. Sin embargo, persisten algunas deficiencias que podrían hacerlo menos atractivo para ciertos compradores. Analicemos en detalle si este vehículo realmente convence.
Un lavado de cara con mejoras sustanciales en seguridad
El Kwid 2025 presenta un diseño exterior renovado con nuevas luces y llantas diamantadas. Aunque mantiene la esencia de su predecesor, los cambios estéticos le otorgan un aspecto más moderno y atractivo, especialmente en la combinación bitono con techo negro. Sin embargo, la ausencia del nuevo logo de Renault, presente en modelos como el Kardian, podría hacerlo parecer un vehículo de generación anterior. El despeje del piso, de 185 mm, es un punto destacado que refuerza su imagen de “SUV de los compactos”, aunque sus dimensiones compactas (3.680 mm de largo, 1.481 mm de alto y 1.579 mm de ancho) lo ubican claramente en el segmento de los citycars.
En el interior, los cambios son menos notorios. Se mantienen las dimensiones compactas, con plazas traseras justas para adultos. El tablero de instrumentos es digital, similar al del Kwid E-Tech, pero con la adición de un cuentavueltas. La pantalla multimedia de 8 pulgadas, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, conserva la misma interfaz que modelos anteriores de Renault, lo que podría considerarse una oportunidad perdida para una actualización más significativa. Un punto a favor es la reubicación del puerto USB, ahora detrás de la selectora de cambios, lo que mejora la organización del espacio.
La gran novedad: el ESP llega al Kwid
Sin duda, la mejora más importante del Kwid 2025 es la incorporación del control de estabilidad (ESP), una característica fundamental para la seguridad activa que estaba ausente en la generación anterior. Además, cuenta con ABS, cuatro airbags, asistencia al arranque en pendiente, alerta de pérdida de presión de neumáticos, cámara de retroceso y fijaciones ISOFIX. Estas características lo acercan a los estándares de seguridad actuales, aunque su calificación de tres estrellas en LatinNCAP en 2017 (para la versión con 4 airbags) invita a la cautela.
En cuanto a la motorización, no hay novedades. Se mantiene el motor tricilíndrico de un litro con 66 cv y 93 Nm, acoplado a una caja manual de cinco velocidades. El desempeño es suficiente para el ámbito urbano, con un consumo moderado de combustible (menos de 7 litros cada 100 km en ciudad). La ausencia de una versión automática podría ser un punto en contra para algunos compradores, especialmente considerando su enfoque como citycar.
Comportamiento urbano: agilidad y facilidad de estacionamiento
El Kwid se desenvuelve con soltura en la ciudad gracias a su tamaño compacto y agilidad. Su dirección, aunque algo ligera, facilita las maniobras en espacios reducidos. La cámara de retroceso es una gran aliada para el estacionamiento, convirtiéndolo en una tarea sencilla incluso en lugares estrechos. En autopistas urbanas, se mantiene estable hasta velocidades de 80-100 km/h, pero no está diseñado para un manejo deportivo ni para altas velocidades.
¿Un citycar recomendable en 2025?
El Renault Kwid 2025 es un citycar con un precio competitivo y mejoras significativas en seguridad, como la incorporación del ESP. Su diseño renovado y su agilidad en ciudad lo convierten en una opción interesante para quienes buscan un vehículo económico y práctico para el uso diario. Sin embargo, la ausencia de una transmisión automática, la calidad percibida de algunos materiales interiores y el desempeño modesto de su motor podrían ser factores determinantes para algunos compradores. La decisión final dependerá de las prioridades de cada uno, pero sin duda, el Kwid 2025 es un competidor a tener en cuenta en el segmento de los citycars.
Comparado con la versión eléctrica, el Kwid a combustión ofrece una mayor autonomía y un precio más accesible. Sin embargo, el Kwid E-Tech se destaca por su menor impacto ambiental y su bajo costo de mantenimiento. La elección entre ambas versiones dependerá del uso que se le dará al vehículo y las preferencias del comprador.
En cuanto a la competencia, el Hyundai HB20 se presenta como una alternativa más equipada y con un diseño más refinado, aunque a un precio superior. La decisión entre ambos modelos dependerá del presupuesto disponible y las necesidades del comprador.
En resumen, el Renault Kwid 2025 es un citycar que ha mejorado en aspectos clave como la seguridad, pero que aún presenta algunas deficiencias. Su precio competitivo lo convierte en una opción atractiva, pero es fundamental evaluar si sus características se ajustan a las necesidades y preferencias de cada comprador.