Las fiestas de fin de año se acercan, pero la alegría y el espíritu navideño se ven opacados por una realidad económica que golpea duramente el bolsillo de los cordobeses. La canasta navideña en la provincia de Córdoba ha experimentado un aumento impactante del 133% en comparación con el año pasado, según un informe de la Defensoría del Pueblo. Este incremento desmedido no solo dificulta la posibilidad de celebrar las fiestas como se acostumbra, sino que también profundiza las desigualdades sociales y pone en evidencia la fragilidad económica que atraviesan muchas familias.
Canasta navideña: un lujo inaccesible para muchos
El relevamiento realizado por el Área de Estadísticas de la Defensoría del Pueblo en los principales supermercados e hipermercados de la ciudad de Córdoba, revela que una canasta navideña básica, compuesta por nueve productos típicos, cuesta $34.481,60. Este valor representa un incremento del 132,76% respecto a los $14.814,49 que costaba la misma canasta a finales de 2023. El champagne lidera la lista de aumentos con una suba exorbitante del 187,15%, alcanzando un precio promedio de $12.820,21 por botella de 750 ml. Le siguen la sidra, con un 147,79% de aumento ($2.739,87), y el espumante de frutilla, con un 121,59% ($8.306,67).
La disparidad de precios entre comercios también es alarmante. El informe destaca la amplia brecha en los valores de productos como el maní con chocolate, que oscila entre $1.414,29 y $2.865,00 (una diferencia del 102,58%), y el postre de maní de 400 gramos, con precios que varían entre $5.310,67 y $13.418,74 (152,67% de diferencia). Estas variaciones demuestran la falta de regulación y la especulación que impera en el mercado, afectando principalmente a los consumidores con menos recursos.
Menús navideños: entre la austeridad y la renuncia
El impacto de la inflación también se refleja en el costo de los menús tradicionales para la cena de Nochebuena. El informe de la Defensoría del Pueblo calculó el costo de cuatro menús para seis comensales, y los resultados son desalentadores. La opción más económica, pollo con papas fritas y duraznos al natural, cuesta $14.474,59, un 137,04% más que el año pasado. Un asado con ensalada y cóctel de frutas alcanza los $38.136,66 (136,43% de aumento), mientras que el menú más costoso, lechón con ensalada de papa y huevo e helado, llega a los $57.560,58 (111,80% de aumento).
Estos precios exorbitantes obligan a muchas familias a optar por opciones más austeras o, en el peor de los casos, a renunciar a la tradicional cena navideña. La posibilidad de compartir una comida festiva con seres queridos se convierte en un privilegio para quienes pueden afrontar estos costos, profundizando la brecha social y económica.
El Mercado Norte: una alternativa con sabor a tradición
Ante la escalada de precios en los supermercados, muchos cordobeses buscan alternativas más accesibles en el Mercado Norte. Allí, la demanda de cortes de carne económicos y marcas alternativas ha aumentado considerablemente. El precio del lechón, un clásico de la Navidad, varía según el peso: entre 6 y 8 kilos, cuesta alrededor de $10.000 por kilo, mientras que los lechones de más de 12 kilos se venden a $8.000 por kilo. Cordero y cabrito también son opciones populares, con precios que rondan los $8.000 y $8.500 por kilo respectivamente.
Sergio Machuca, de la carnicería “La Nueva Reina”, asegura que un menú de asado para seis personas, con cortes como falda, bocado fino, aguja, chorizos y morcillas, cuesta aproximadamente $23.000. Con un promedio de $3.800 por persona, esta opción se presenta como una alternativa más económica para disfrutar de una comida festiva en familia.
Desigualdad y espíritu navideño: una reflexión necesaria
El aumento desproporcionado de la canasta navideña no es solo un problema económico, sino también un reflejo de la desigualdad social que atraviesa Argentina. Mientras algunas familias pueden disfrutar de las fiestas sin limitaciones, otras deben hacer malabares para llegar a fin de mes y se ven obligadas a recortar gastos esenciales, incluso en una época tan especial como la Navidad.
Carlos Galoppo, defensor del Pueblo Adjunto, advierte sobre las consecuencias sociales de esta situación: “Las familias de mayores ingresos pueden permitirse disfrutar de celebraciones sin preocuparse por el costo, mientras que las de bajos ingresos deben recortar gastos o renunciar a ciertas tradiciones. Esto no solo genera sentimientos de exclusión y malestar social, sino que también afecta la cohesión social al acentuar las divisiones entre diferentes sectores”. Galoppo enfatiza que el verdadero espíritu navideño reside en la solidaridad y el apoyo mutuo, valores que se ven amenazados por la creciente desigualdad.
La Defensoría del Pueblo y la Cámara de Comercio de Córdoba coinciden en que los precios podrían seguir aumentando a medida que se acerquen las fiestas, impulsados por la alta demanda estacional. Recomiendan planificar las compras con anticipación, comparar precios y aprovechar las ofertas en comercios locales. Sin embargo, estas recomendaciones resultan insuficientes para muchas familias que, con ingresos limitados, se enfrentan a la difícil tarea de celebrar la Navidad en un contexto de inflación galopante.
En este escenario, la Navidad en Córdoba se presenta como un desafío para las familias que luchan por mantener las tradiciones en medio de la crisis económica. La necesidad de ajustar los presupuestos, la búsqueda de alternativas más económicas y la preocupación por la creciente desigualdad se imponen en un contexto donde el espíritu navideño debería ser el protagonista.