El miércoles pasado, falleció a los 85 años Luciano Miguens, una figura icónica del campo argentino. Su muerte marcó el final de una larga trayectoria dedicada a la defensa de los intereses del sector agropecuario, especialmente recordado por su liderazgo durante el conflicto de 2008 contra la Resolución 125 del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Un referente del campo argentino
Miguens fue mucho más que un simple dirigente rural. Su extensa trayectoria abarcó varias décadas de compromiso activo con la Sociedad Rural Argentina (SRA), entidad que presidió entre 2002 y 2008. Su experiencia se extendió a otros roles importantes, como su participación como vicepresidente entre 1994 y 2002 y su liderazgo en diversas asociaciones de criadores de caballos criollos. Era dueño de una gran estancia en Chascomús, donde dedicaba parte de su tiempo a la actividad que tanto amaba.
Además de su dedicación a la cría de caballos criollos, su conocimiento en el sector agropecuario era profundo y ampliamente respetado. Su formación como veterinario en la UBA, combinada con su experiencia práctica, le daba una perspectiva única en la gestión del campo y el manejo de los desafíos que el sector enfrentaba. Recibió diversos reconocimientos y premios a lo largo de su carrera, destacando el Premio Konex 2018.
El conflicto de la Resolución 125
El nombre de Luciano Miguens quedó indisolublemente ligado al conflicto generado en 2008 por la Resolución 125, que establecía un sistema de retenciones móviles a las exportaciones agrícolas. Esta medida provocó una fuerte reacción en el sector agropecuario, quien la consideraba confiscatoria y perjudicial para su desarrollo.
Como presidente de la SRA y miembro fundamental de la Mesa de Enlace (que agrupaba a las entidades CRA, Coninagro y FAA), Miguens fue uno de los líderes más visibles de la resistencia al gobierno. Junto con otros representantes del sector, organizaron extensos paros y protestas en las rutas del país, que paralizaron por más de 120 días gran parte de la actividad económica.
Un liderazgo clave en la Mesa de Enlace
La Mesa de Enlace, donde Miguens jugó un papel crucial, se convirtió en una plataforma unificada para coordinar las acciones del campo argentino. Miguens era conocido por su capacidad de negociación y su actitud de diálogo, aspectos que le permitieron mantener la cohesión en el grupo a pesar de las fuertes presiones y las diferencias internas.
Muchos recuerdan la figura de Miguens como un nexo de equilibrio, fundamental para unificar las posiciones de diferentes sectores agropecuarios. Sus declaraciones públicas, aunque firmes en su posición de rechazo a la Resolución 125, siempre mantenían un tono conciliador que buscó llegar a soluciones consensuadas y evitar la exacerbación de las tensiones. Su papel fue vital en el proceso que llevó a la derrota de la Resolución 125 en el Senado, gracias al famoso voto “no positivo” del entonces vicepresidente Julio Cobos.
Legado y reconocimiento
Tras su fallecimiento, diversas figuras políticas y del sector agropecuario lamentaron su partida, recordándolo como un hombre íntegro, respetado y con una gran vocación de diálogo, pese a su fuerte postura en el conflicto del 2008. Su liderazgo y su lucha dejaron una marca profunda en la historia del agro argentino, marcando un hito en la relación entre el sector y el gobierno.
El legado de Luciano Miguens trasciende su participación en el conflicto de 2008. Su contribución al sector agropecuario argentino se extiende a través de su extensa trayectoria en la SRA, su compromiso con la cría de caballos criollos, su labor en diversas instituciones, y su trabajo por lograr una voz unificada para la representación del sector. Su figura continuará siendo un referente para los que buscan defender los intereses del campo argentino.