¿Qué es el Monotributo Social y por qué su pérdida afecta a tantos? La respuesta es sencilla: era una herramienta de inclusión. Más de 400.000 familias han sido expulsadas del Monotributo Social tras la implementación de un nuevo régimen de aportes. Familias que luchaban por formalizar su trabajo, acceder a una cobertura de salud y construir un futuro jubilatorio, hoy ven sus esperanzas desvanecerse por una medida que, ¿a quién beneficia realmente?
Este ajuste, disfrazado de reempadronamiento, deja al descubierto una política que parece priorizar el equilibrio fiscal por encima del bienestar social. ¿Es justo exigir a quienes menos tienen, un esfuerzo económico que supera sus posibilidades? ¿Dónde queda la promesa de una sociedad más justa e igualitaria?
El Impacto Devastador en la Economía Popular
Desde octubre de 2024, el número de monotributistas sociales se redujo drásticamente: de 673.000 a 267.000. Esta caída, reflejada en la Resolución 630/2024 del Ministerio de Capital Humano (enlace a la resolución), obliga a los titulares del Monotributo Social a pagar el 50% del aporte a la obra social, un costo que antes era subsidiado por el Estado. Para muchas familias, este nuevo requisito es, lisa y llanamente, inalcanzable.
Datos oficiales revelan que este aporte representa $8.358,16 mensuales por cada integrante del grupo familiar. Para una familia tipo, con dos hijos, el costo asciende a $33.432,64. Una suma que se convierte en una barrera infranqueable para quienes viven en la marginalidad y la incertidumbre. ¿Es esta la forma de construir una sociedad más inclusiva?
¿Quiénes Son Los Rostros Detrás de la Estadística?
Los principales afectados son personas que participan en programas sociales como Acompañamiento Social, Volver al Trabajo y Microcrédito. Trabajadores independientes, emprendedores de la economía popular, personas que día a día luchan por salir adelante en un contexto adverso.
Son costureras, artesanos, pequeños comerciantes, albañiles, plomeros, electricistas, gasistas y un sinnúmero de personas que encontraron en el Monotributo Social una oportunidad para formalizar su trabajo y acceder a derechos básicos, una oportunidad que ahora se les niega. ¿Qué futuro les espera?
Ahora, miles de familias se ven privadas de la posibilidad de emitir facturas, acceder a una cobertura de salud y contribuir al sistema jubilatorio. Una situación que genera indignación, frustración y, sobre todo, incertidumbre. ¿Cómo se reconstruye un proyecto de vida truncado?
El Silencio Oficial: ¿Qué Se Oculta Tras la Resolución 630/2024?
El informe de la Secretaría de Trabajo, que revela esta drástica reducción en el número de monotributistas sociales, no ofrece explicaciones claras sobre las causas de esta caída. Se limita a señalar que “aquellas personas encuadradas en el monotributo social que no cumplieron con los nuevos criterios fueron dados de baja del régimen”. ¿Cuáles son esos criterios? ¿Por qué no se hacen públicos?
Este silencio alimenta la sospecha de que se trata de una política deliberada para reducir el gasto público a costa de los más vulnerables. ¿Por qué no se ofrecen alternativas viables para que puedan seguir formalizando su trabajo y accediendo a derechos básicos? La falta de transparencia genera desconfianza y la ausencia de respuestas, desesperación.
Testimonios: Voces de la Desesperación
“Yo soy costurera y el Monotributo Social me permitía emitir facturas y acceder a una obra social para mis hijos. Ahora no sé qué voy a hacer, no puedo pagar el aporte a la obra social y no quiero volver a la informalidad.”
“Soy albañil y gracias al Monotributo Social pude formalizar mi trabajo y empezar a construir un futuro para mi familia. Ahora me siento desamparado, como si todo el esfuerzo que hice no sirviera para nada.”
“Tengo un pequeño emprendimiento de artesanías y el Monotributo Social me permitía acceder a microcréditos para comprar materiales y hacer crecer mi negocio. Ahora me veo obligado a cerrar las puertas, no puedo afrontar los costos.”
Estas son solo tres historias de las miles que se esconden detrás de la estadística de los 400.000 monotributistas sociales dados de baja. Historias de personas que luchan por salir adelante y que ven cómo sus sueños se desvanecen. ¿Quién se hace cargo de esta realidad?
¿Un Retroceso en Derechos Sociales?
La baja de más de 400.000 monotributistas sociales representa un grave retroceso en materia de derechos sociales. Esta medida no solo afecta a las personas que fueron dadas de baja, sino que también envía un mensaje desalentador a quienes aspiran a formalizar su trabajo y construir un futuro mejor. ¿Qué incentivo queda para la economía social?
Al exigir un aporte a la obra social que resulta inalcanzable para muchas familias, el gobierno está negando el acceso a un derecho fundamental como es la salud. ¿Cómo puede justificarse esta política en un país donde la desigualdad social es una de las principales problemáticas? ¿Acaso la salud no es un derecho humano básico?
Alternativas: Un Llamado a la Acción
Ante esta situación, es fundamental buscar alternativas y posibles soluciones para garantizar que las personas en situación de vulnerabilidad puedan seguir accediendo al Monotributo Social y formalizando sus actividades económicas. Algunas opciones podrían ser:
- Restablecer el subsidio total del aporte a la obra social para los titulares del Monotributo Social.
- Implementar un sistema de aportes escalonados, que tenga en cuenta los ingresos de cada persona.
- Facilitar el acceso a microcréditos para que los emprendedores de la economía popular puedan afrontar el pago de la obra social.
- Promover programas de capacitación y asistencia técnica para fortalecer los emprendimientos de la economía popular y aumentar sus ingresos.
Es fundamental que el gobierno escuche las voces de los afectados y trabaje en conjunto con organizaciones sociales, sindicatos y especialistas en la temática para encontrar soluciones que sean justas y sostenibles. La participación es clave para el éxito de cualquier política social. ¿Está el gobierno dispuesto a escuchar?
No podemos permitir que la baja de más de 400.000 monotributistas sociales se convierta en una estadística más. Detrás de cada número hay una historia de esfuerzo, de lucha y de esperanza que merece ser escuchada y, sobre todo, respetada. ¿Qué sociedad queremos construir? ¿Una que incluye o una que excluye?
“La justicia social es el valor supremo de una sociedad. No podemos construir un país próspero si dejamos atrás a quienes más lo necesitan.”
El Camino a Seguir: Propuestas y Esperanza
Es hora de que la sociedad en su conjunto levante la voz y exija respuestas. Es hora de que los legisladores tomen cartas en el asunto y trabajen para revertir esta medida injusta. Es hora de que el gobierno escuche las voces de los afectados y ponga en marcha políticas que promuevan la inclusión social y el desarrollo económico.
No podemos permitir que la lógica del ajuste y el equilibrio fiscal se impongan sobre el bienestar social. No podemos construir un país próspero si dejamos atrás a quienes más lo necesitan. El futuro está en nuestras manos. ¿Qué vamos a hacer al respecto?
Es momento de actuar, de movilizarnos, de exigir un cambio de rumbo. El futuro de miles de familias depende de ello. Firma esta petición, contacta a tus legisladores, dona a organizaciones que apoyan a los afectados, participa en movilizaciones. #MonotributoSocial #DerechosSociales #InclusionSocial