La llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina en diciembre de 2023 generó un terremoto en la economía del país. Con una inflación galopante y un dólar inestable, el nuevo gobierno implementó una estrategia antiinflacionaria radical que ha generado una mezcla de éxitos, controversias y desafíos.
El ‘shock’ inicial: devaluación y ajuste fiscal
Las primeras medidas de Milei fueron drásticas: una devaluación del peso cercana al 100%, la eliminación de subsidios y la drástica reducción del gasto público. Esta terapia de shock buscaba frenar la emisión monetaria, principal causante de la inflación. Si bien generó un aumento inicial y abrupto de los precios (inflacion llegando casi al 21% en algunos meses) esto aparentaba ser un mal necesario para sentar bases de un sistema más estable.
El objetivo era alcanzar un superávit fiscal, lo que se logró en gran medida gracias a un drástico recorte del gasto público, que afectó áreas como obras públicas, subsidios y salarios estatales. Sin embargo, estas medidas de austeridad tuvieron un alto costo social, causando un aumento significativo de la pobreza y la desigualdad.
Apertura de importaciones: ¿mayor competencia o daño a la industria nacional?
Otra pieza clave de la estrategia de Milei fue la liberalización de las importaciones. Se eliminaron barreras arancelarias y no arancelarias, con el objetivo de aumentar la competencia y bajar los precios. La medida implicó la flexibilizaación de las compras al exterior a través de servicios de Courier, ampliando los montos permitidos.
Si bien esta política ha contribuido a una disminución en los precios de algunos productos, ha generado preocupación en la industria nacional. Sectores que carecen de competitividad enfrentan el riesgo de cierre de fábricas y pérdida de empleos. La UIA (Unión Industrial Argentina) ha expresado su alerta, destacando la llegada de una ola importadora y reclamando al Gobierno que tenga en cuenta el aspecto tributario.
Resultados a corto plazo y sus controversias
Después de este shock económico inicial, se observó una disminución gradual de la inflación, bajando al 2.7% en octubre. Esta baja, sin embargo, no se dio de forma linear, pasando por períodos de incertidumbre y aumentos fuertes. Esta es la parte más controversial de la estrategia, y que despierta el debate entre los que celebran este éxito a corto plazo, y los que se centran en el alto costo social que esto implica.
Mientras tanto, el comportamiento del dólar también ha sido volátil. Se vio una subida significativa del dólar ‘blue’ hasta llegar a los $1.500. Si bien posteriormente ha descendido, persiste la preocupación entre los argentinos que han experimentado de primera mano la relación directa entre la evolución del ‘blue’ y el incremento de precios.
Desafíos a largo plazo y perspectivas futuras
El gobierno de Milei proyecta una inflación considerablemente reducida para 2025, pero esta predicción enfrenta escepticismo entre los analistas. Muchos cuestionan la sustentabilidad del superávit fiscal a largo plazo, especialmente sin una reactivación significativa de la economía. Además, los efectos de la apertura de importaciones en sectores menos competitivos deben ser analizados con cuidado.
La posibilidad de dolarización, expresada durante la campaña de Milei, sigue en el horizonte como una medida potencial para lograr una estabilidad a largo plazo. Sin embargo, no se han presentado más detalles sobre este plan aún, y este es uno de los mayores desafíos del gobierno.
“La estrategia de Milei es una apuesta riesgosa, pero el panorama económico previo era insostenible. Su impacto final en la economía Argentina está por verse, en un escenario lleno de desafíos tanto económicos como sociales.” – Economista Juan Carlos Díaz
La estrategia antiinflacionaria de Milei es un experimento económico en curso con resultados mixtos. Si bien ha logrado avances en la reducción de la inflación, lo ha conseguido con un alto costo social y genera fuertes dudas sobre su sustentabilidad. El tiempo dirá si esta estrategia compleja logra alcanzar sus metas a largo plazo, o si resultará en nuevos problemas económicos.