Un fallo judicial en Nueva Delhi podría poner fin a la prohibición de “Los versos satánicos”, novela de Salman Rushdie, que ha estado vigente en India durante más de tres décadas. La decisión judicial se basa en la imposibilidad de las autoridades de presentar la notificación oficial que estableció la prohibición en 1988, lo que abre la puerta a la libre importación y potencialmente a la venta del libro en territorio indio.
El fallo judicial y su impacto
La jueza Rekha Palli, del Tribunal Superior de Delhi, determinó que la falta de presentación de la notificación por parte de las autoridades implica la inexistencia de dicha prohibición. Esto surge de una petición interpuesta cinco años atrás por Sandipan Khan, un ciudadano indio que buscaba adquirir el libro pero se encontró con la barrera de la prohibición.
El abogado de Khan, Uddyam Mukherjee, explicó que la sentencia judicial no implica automáticamente la disponibilidad del libro en librerías, sino que elimina el impedimento legal para su importación. La decisión final sobre la venta recae en editores y vendedores, quienes todavía deben evaluar la viabilidad comercial considerando la historia de controversia que acompaña a la obra.
Reacciones y consecuencias
La noticia ha sido recibida con reacciones dispares. Mientras que algunos celebran la decisión como una victoria para la libertad de expresión, otros se muestran cautos, anticipando potenciales protestas o controversias.
Varias librerías en Nueva Delhi se mostraron sorprendidas por el fallo, indicando que necesitarían instrucciones del editor para determinar si comenzarían a vender la novela. El editor de Rushdie en India, Penguin Random House India, ha declarado que el fallo representa un “suceso nuevo significativo” y está evaluando sus próximos pasos.
Por su parte, Salman Rushdie, autor de la obra, aún no se ha pronunciado públicamente. Su agente literario también ha declinado hacer comentarios. Esta postura silenciosa añade un halo de misterio a la situación, ya que se espera que una figura con el peso y la experiencia de Rushdie tenga una fuerte opinión al respecto.
Antecedentes de la prohibición y controversia
La publicación de “Los versos satánicos” en 1988 provocó una fuerte indignación en el mundo musulmán por las supuestas blasfemias que contiene. La novela fue prohibida en varios países, y el ayatolá Ruhollah Jomeini, entonces líder supremo de Irán, emitió una fetua que llamaba a la muerte de Rushdie, obligándolo a vivir bajo protección durante muchos años.
En el caso específico de India, la prohibición se justificó por la sensibilidad religiosa de la población. Sin embargo, el propio Rushdie, en una carta abierta al entonces primer ministro indio Rajiv Gandhi, denunció la prohibición como oportunista y antidemocrática, argumentando que la obra no era una apología del odio o la violencia. La novela fue un tema constante de debate entre Rushdie y las autoridades indias durante años, incluso después de que Irán suspendió formalmente la fetua.
Es importante destacar que esta no es la primera vez que Rushdie se ve envuelto en una polémica con las autoridades indias. Su primera novela, “Hijos de la medianoche”, también generó controversia en 1981 por su crítica satírica a Indira Gandhi, entonces primera ministra. En ese caso, se llegó a un acuerdo extrajudicial con la retirada de un pasaje específico del libro.
El futuro de la libertad de expresión en India
El fallo judicial, aunque potencialmente positivo para la libertad de expresión en India, no garantiza la libre circulación de “Los versos satánicos”. Queda abierta la posibilidad de apelaciones y protestas sociales.
Independientemente de su posible disponibilidad comercial, el fallo resalta la importancia del debate sobre la libertad de expresión en un país con una cultura compleja y rica en matices religiosos. El tema requiere un debate serio que involucre la protección de derechos individuales, sin recurrir a acciones violentas o a la represión de las ideas.
El caso de Rushdie, que se remonta a hace décadas, es ahora más que una polémica literaria; es un espejo donde se refleja la lucha constante entre libertad de expresión y sensibilidad social. Una lucha que India, un país de enorme diversidad cultural y con una sólida tradición democrática, seguirá enfrentando durante los próximos años.