La Inversión Extranjera Directa (IED) en Argentina experimentó una caída significativa durante el segundo trimestre de 2024, según el último informe del Banco Central. A pesar de que Brasil se consolidó como el principal inversor, los ingresos netos totales disminuyeron en comparación con el mismo período del año anterior, generando preocupación sobre la confianza de los capitales extranjeros en la economía argentina.
Brasil lidera, pero la IED se contrae
Durante el segundo trimestre de 2024, Argentina recibió 2.385 millones de dólares en concepto de IED, una cifra inferior a los 3.021 millones de dólares registrados en el mismo período de 2023. Esta disminución interanual del 21% refleja una tendencia preocupante para la economía nacional, que necesita de la inversión extranjera para impulsar el crecimiento y la creación de empleos. Si bien Brasil se posicionó como el principal origen de las inversiones, con 839 millones de dólares, seguido por China (324 millones) y Suiza (241 millones), el monto total no logró compensar la caída generalizada.
Las transacciones de deuda fueron las que mayor volumen representaron dentro de la IED, con 1.179 millones de dólares. Sin embargo, este componente también experimentó una fuerte contracción interanual del 77%, debido principalmente a la flexibilización de los pagos de importaciones, la cancelación con BOPREAL (Bonos del Tesoro en Pesos ajustados por CER) y los pagos a través de mercados alternativos. Los aportes de capital se ubicaron en segundo lugar, con 652 millones de dólares, seguidos por la reinversión de utilidades (496 millones) y las operaciones de fusiones y adquisiciones (58 millones).
Sectores económicos y países de origen
La industria manufacturera lideró la recepción de IED, con ingresos netos de 969 millones de dólares, mostrando un desempeño positivo en medio de la caída general. Le siguieron las sociedades captadoras de depósitos (excluyendo el Banco Central), con 900 millones, y la explotación de minas y canteras, con 851 millones. Este último sector, clave para el desarrollo regional y la generación de divisas, también mostró una importante disminución en la inversión recibida.
La diversificación geográfica de los inversores es un aspecto positivo a destacar. Además de Brasil, China y Suiza, otros países como Canadá (192 millones) y Países Bajos (183 millones) realizaron importantes aportes. Esta diversificación reduce la dependencia de un solo país y fortalece la inserción de Argentina en la economía global. Sin embargo, la caída en la IED proveniente de Estados Unidos, históricamente uno de los principales inversores, es una señal de alerta que debe ser analizada en profundidad.
El panorama a largo plazo: stock de IED y rentabilidad
Al cierre del segundo trimestre de 2024, el stock de IED en Argentina ascendía a 165.032 millones de dólares, de los cuales 109.377 millones correspondían a participaciones de capital y 55.655 millones a instrumentos de deuda. Estados Unidos se mantiene como el principal inversor histórico, con un stock de 30.176 millones (18% del total), seguido por España (24.602 millones) y Países Bajos (18.826 millones). Estos tres países concentran el 45% del stock total de IED en el país.
La rentabilidad de la IED también experimentó una disminución. La renta de capital se estimó en 1.771 millones de dólares, un 30% menos que en el trimestre anterior y un 9% menos en términos interanuales. La tasa de rentabilidad trimestral de las empresas de inversión directa fue del 2%, ligeramente inferior a la del mismo período de 2023. El 73% de la renta de capital provino de las sociedades captadoras de depósitos (excluyendo el Banco Central), con 1.292 millones, aunque este valor representa una reducción de 1.120 millones respecto al trimestre anterior.
Distribución de utilidades, reinversión y fusiones
La distribución de utilidades y dividendos alcanzó los 1.275 millones de dólares en el segundo trimestre, un aumento trimestral de 1.076 millones y un incremento interanual de 359 millones. El sector de información y comunicaciones lideró esta distribución, con el 49%, seguido por las sociedades captadoras de depósitos (32%).
En contraste con el aumento en la distribución de utilidades, la reinversión de las mismas se redujo a 496 millones de dólares, una caída interanual del 52%. Este dato refleja una menor propensión de las empresas a reinvertir sus ganancias en el país, lo que podría indicar una falta de confianza en la estabilidad económica a largo plazo.
Las fusiones y adquisiciones registraron una entrada neta de 58 millones de dólares, principalmente en los sectores de industria manufacturera y explotación de minas y canteras. Estas operaciones, aunque de menor volumen en comparación con otros componentes de la IED, son un indicador importante del dinamismo empresarial y la búsqueda de oportunidades de crecimiento.
señales de alerta para la economía argentina
La caída en la IED durante el segundo trimestre de 2024 es una señal de alerta para la economía argentina. Si bien Brasil se mantiene como un socio estratégico clave, la disminución generalizada de la inversión, la contracción en las transacciones de deuda y la menor reinversión de utilidades plantean interrogantes sobre la confianza de los inversores extranjeros en el país. La diversificación de los países de origen es un factor positivo, pero no suficiente para compensar la tendencia negativa. Es crucial que el Gobierno implemente políticas que promuevan un clima de negocios más favorable para atraer inversiones a largo plazo y fomentar el crecimiento sostenible.