Se termina el año y con él, la posibilidad de regularizar deudas fiscales con el Estado. La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), antes conocida como AFIP, anunció que a partir del 1 de enero de 2025 reanudará los juicios y ejecuciones fiscales contra contribuyentes y empresas que no hayan aprovechado la moratoria de 2024. Esto significa que miles de argentinos podrían enfrentar embargos, inhibiciones y otras medidas legales si no se ponen al día con sus obligaciones tributarias.
El Fin de la Moratoria: ¿Una Nueva Era de Recaudación?
La moratoria fiscal de 2024, implementada a través del Régimen de Regularización Excepcional de Obligaciones Tributarias, Aduaneras y de la Seguridad Social, permitió a los contribuyentes ponerse al día con deudas vencidas hasta el 31 de marzo de 2024. Esta incluía impuestos, multas, intereses y otras sanciones. El objetivo era claro: dar un respiro a los contribuyentes afectados por la crisis económica y, al mismo tiempo, recaudar fondos para las arcas del Estado. Sin embargo, el plazo para acogerse a este beneficio finaliza el 31 de diciembre, y ARCA ha sido enfática en que no habrá prórrogas.
La decisión de ARCA de retomar los juicios por morosidad se enmarca en un contexto de ajuste fiscal y de búsqueda de mayor eficiencia en la recaudación. El Gobierno necesita aumentar sus ingresos para financiar el gasto público y reducir el déficit fiscal. En este sentido, la reanudación de los juicios contra deudores es una señal clara de que el Estado se tomará en serio el cobro de impuestos.
¿Quiénes serán los más afectados?
La reanudación de los juicios por morosidad afectará principalmente a aquellos contribuyentes y empresas que, por diversos motivos, no regularizaron su situación durante la moratoria. Esto incluye a pequeñas y medianas empresas (PyMEs), personas humanas, entidades sin fines de lucro y algunos actores del sector salud que no se acogieron a la extensión del beneficio otorgada por la Resolución 617/2024 del Ministerio de Economía.
Es importante destacar que las deudas que podrán ser objeto de juicio incluyen una amplia gama de obligaciones fiscales, desde impuestos impagos hasta multas por infracciones aduaneras. A continuación, detallamos algunas de las deudas incluidas en la moratoria:
- Obligaciones impositivas, aduaneras y de seguridad social vencidas al 31 de marzo de 2024.
- Multas y sanciones firmes por infracciones cometidas hasta el 31 de marzo de 2024.
- Intereses resarcitorios y punitorios.
- Deudas en discusión administrativa o judicial.
- Deudas por las que se hubiera formulado denuncia penal tributaria o económica.
- Aporte Solidario y Obligaciones de los agentes de retención.
Consecuencias de la Morosidad: ¿Qué esperar?
Las consecuencias para quienes no hayan regularizado su situación fiscal pueden ser significativas. ARCA podrá iniciar juicios de ejecución fiscal, que pueden derivar en embargos de cuentas bancarias, inhibiciones generales de bienes y otras medidas cautelares. Además, los deudores se exponen al pago de intereses y multas que incrementarán el monto total de la deuda.
Es fundamental que los contribuyentes que aún tengan deudas con el fisco tomen medidas urgentes para evitar las consecuencias de la morosidad. Si bien la moratoria ha finalizado, existen otras opciones para regularizar la situación, como planes de pago a medida. Para ello, es recomendable contactar a un contador público o asesor fiscal para analizar las diferentes alternativas.
Recomendaciones para los Contribuyentes
Ante la inminente reanudación de los juicios por morosidad, es crucial que los contribuyentes tomen las siguientes medidas:
- Verificar si existen deudas pendientes con ARCA a través de la página web del organismo.
- En caso de tener deudas, contactar a un contador público o asesor fiscal para analizar la mejor estrategia de regularización.
- Evaluar la posibilidad de acceder a planes de pago o facilidades de pago que ofrece ARCA.
- Actuar con rapidez, ya que a partir del 1 de enero de 2025 se reanudarán los juicios y las medidas cautelares.
El fin de la moratoria fiscal marca un cambio de rumbo en la política de recaudación del Estado. La reanudación de los juicios por morosidad es una señal clara de que el gobierno buscará ser más riguroso en el cobro de impuestos. En este nuevo escenario, la planificación fiscal y el cumplimiento de las obligaciones tributarias serán claves para evitar consecuencias negativas.