El año 2025 se aproxima con un calendario de feriados que promete 21 días de descanso, distribuidos entre feriados inamovibles, trasladables y días no laborables con fines turísticos. Si bien esta abundante cantidad de días libres puede parecer una excelente noticia para los trabajadores argentinos, una mirada más profunda revela un panorama complejo para el sector turístico, particularmente en la provincia de Buenos Aires. La decisión del Gobierno Nacional, liderado por Javier Milei, de designar ciertos días como “no laborables” con fines turísticos, en lugar de feriados nacionales, ha generado incertidumbre y preocupación entre los intendentes y empresarios del sector.
El calendario de feriados 2025: una mirada detallada
El calendario oficial incluye los feriados inamovibles tradicionales, como Año Nuevo, Carnaval, Semana Santa, Día del Trabajador, Día de la Revolución de Mayo, Día de la Independencia, Paso a la Inmortalidad del General San Martín, Día de la Diversidad Cultural y Navidad. A estos se suman los días trasladables, como el Día de Güemes y el Día de la Soberanía Nacional, y los días no laborables con fines turísticos, que son los que han generado la mayor controversia: 2 de mayo, 15 de agosto y 21 de noviembre. La ausencia de un “puente” turístico para el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, fecha en la que muchos municipios organizan eventos y festivales, también ha sido criticada.
- Enero: 1 de enero (Año Nuevo) – inamovible
- Febrero: Sin feriados
- Marzo: 3 y 4 de marzo (Carnaval) – inamovibles; 24 de marzo (Día Nacional de la Memoria) – inamovible
- Abril: 2 de abril (Día del Veterano y de los Caídos en Malvinas) – inamovible; 17 de abril (Jueves Santo) – no laborable; 18 de abril (Viernes Santo) – inamovible
- Mayo: 1 de mayo (Día del Trabajador) – inamovible; 2 de mayo (no laborable, fines turísticos); 25 de mayo (Día de la Revolución de Mayo) – inamovible
- Junio: 16 de junio (Paso a la Inmortalidad del Gral. Güemes) – trasladado; 20 de junio (Paso a la Inmortalidad del Gral. Belgrano) – inamovible
- Julio: 9 de julio (Día de la Independencia) – inamovible
- Agosto: 15 de agosto (no laborable, fines turísticos); 17 de agosto (Paso a la Inmortalidad del Gral. San Martín) – inamovible
- Septiembre: Sin feriados
- Octubre: 12 de octubre (Día de la Diversidad Cultural) – trasladable (mantiene fecha original)
- Noviembre: 21 de noviembre (no laborable, fines turísticos); 24 de noviembre (Día de la Soberanía Nacional) – trasladado
- Diciembre: 8 de diciembre (Inmaculada Concepción de María) – inamovible; 25 de diciembre (Navidad) – inamovible
El impacto en el sector turístico: ¿beneficio o perjuicio?
La intención del Gobierno es fomentar el turismo interno y la reactivación económica a través de estos días adicionales de descanso. Sin embargo, la decisión de declarar algunos días como “no laborables” en lugar de feriados plantea un problema para los empleadores. No existe la obligatoriedad de otorgar el día libre, generando incertidumbre y la posibilidad de que muchos trabajadores no puedan aprovechar las fechas de descanso propuestas, así como un clima de precariedad laboral. Esta situación se complica aún más en el sector turístico donde el trabajo es, en muchos casos, en gran parte informal y por jornada, donde este tipo de anuncios se traducen en incertidumbre económica tanto para las empresas como para los trabajadores.
Esta incertidumbre afecta particularmente a los municipios turísticos de la provincia de Buenos Aires, que dependen en gran medida del turismo para su economía. Muchos intendentes han expresado su preocupación, ya que los fines de semana largos son cruciales para la temporada baja. Al no ser considerados feriados, el impacto positivo en el turismo podría verse significativamente reducido.
El caso de la ausencia de un feriado puente para el Día del Respeto a la Diversidad Cultural (12 de octubre) es particularmente alarmante. Se trata de una fecha clave para muchos municipios, que suelen organizar eventos y festivales que atraen turistas. La falta de un feriado puente puede reducir significativamente la afluencia de turistas.
La competencia con destinos internacionales y la situación económica
El problema se agrava si consideramos el contexto económico actual. La devaluación del peso argentino hace que los destinos turísticos de Argentina sean más caros en relación con los destinos internacionales. La inflación actual, junto al reciente incremento en los costos de transporte y la depreciación del peso, hacen que muchos argentinos opten por quedarse en casa o bien viajar a países con economías más favorables. Esto lleva a una situación donde las empresas del rubro sufren cada vez más con las expectativas generadas frente a los largos períodos de descanso en 2025.
El Gobierno Provincial, consciente de las dificultades, ha anunciado medidas para impulsar el turismo interno, incluyendo planes de financiación especiales para las pymes del sector y facilidades de pago para los consumidores. Sin embargo, estas medidas parecen insuficientes para contrarrestar el impacto negativo de las decisiones a nivel nacional. En este contexto, el consenso es que será una temporada con baja afluencia de turismo en 2025.
El futuro del turismo argentino: desafíos y oportunidades
El sector turístico argentino enfrenta un momento crítico. Para poder enfrentar las dificultades, el gobierno nacional y los provinciales deberían considerar el impacto en la industria, las pymes y las expectativas generadas por los feriados 2025. Será fundamental abordar con responsabilidad el calendario, de manera de garantizar un impulso al turismo interno, y la posibilidad de aprovechar al máximo el potencial de crecimiento de la temporada. Debemos buscar estrategias que se basen en planes reales, que contemplen las necesidades tanto de los trabajadores como de la industria.
Se necesita un enfoque coordinado entre el Gobierno Nacional y los Gobiernos Provinciales, con una estrategia integral que combine las políticas económicas y las medidas de promoción turística. Para ello, será necesario generar incentivos económicos reales que incentiven a las familias a viajar dentro de Argentina, y un fuerte programa de promoción turística que se enfoque en resaltar los atractivos del país. De no ser así, el turismo argentino podría verse seriamente afectado, especialmente durante la temporada baja, generando crisis económicas e incertidumbre laboral.