El Skynet 1A, el primer satélite de comunicaciones de Reino Unido, lanzado en 1969, se encuentra actualmente en una órbita inesperada, a miles de kilómetros de su ubicación prevista. Este hecho ha desatado un misterio que intriga a expertos y aficionados a la astronomía por igual: ¿quién o qué lo movió, y por qué?
Un viaje orbital inesperado
Tras cesar su funcionamiento años después de su lanzamiento, se esperaba que la gravedad llevara al Skynet 1A, de media tonelada, hacia el este, sobre el Océano Índico. Sin embargo, se halla ubicado a medio planeta de distancia, a 36.000 km sobre el continente americano. Esta desviación inexplicable sugiere una intervención deliberada.
La mecánica orbital descarta un desplazamiento espontáneo. Para llegar a su posición actual, se requirió la activación de sus propulsores, un hecho que se estima ocurrió a mediados de la década de 1970. La pregunta clave, sin respuesta, es quién impartió dicha orden.
El misterio de la información perdida
La falta de registros sobre esta maniobra es desconcertante. La información sobre este activo de seguridad nacional, otrora fundamental, parece haberse evaporado, lo que alimenta especulaciones y teorías. La desaparición de estos datos no es un mero asunto de curiosidad histórica; tiene implicaciones cruciales en la actualidad.
El doctor Stuart Eve, consultor espacial, argumenta que la relevancia del misterio reside en el peligro que representa la ubicación del Skynet 1A. Ahora en un “pozo gravitatorio”, a 105 grados de longitud oeste, el satélite inactivo está cerca de rutas de tráfico satelital activo, aumentando el riesgo de colisión.
“Sigue siendo relevante porque quienquiera que haya movido Skynet 1A nos hizo pocos favores”, afirma el doctor Eve. “Está vagando como una canica en el fondo de un cuenco, acercándose peligrosamente a otros satélites. Como está muerto, y es ‘nuestro’ satélite, somos responsables de él.”
Las investigaciones del doctor Eve, incluyendo la consulta de catálogos de satélites, archivos nacionales e incluso conversaciones con expertos internacionales, no han arrojado ninguna pista. Esta ausencia de evidencia ha abierto la puerta a especulaciones.
¿Teorías conspirativas o realidades prosaicas?
El nombre “Skynet” evoca inevitablemente la IA maligna de la saga Terminator. Sin embargo, no existe evidencia que vincule ambos hechos; la realidad suele ser más prosaica. El satélite fue fabricado en Estados Unidos por Philco Ford y lanzado por la Fuerza Aérea Estadounidense.
El doctor Aaron Bateman destaca la profunda influencia estadounidense en la tecnología del Skynet 1A. En un artículo reciente sobre el programa Skynet, Bateman afirma que el primer satélite “revolucionó la capacidad de telecomunicaciones de Reino Unido”, pero “desde un punto de vista tecnológico, era más estadounidense que británico”. Esta dependencia se confirma con los testimonios de Graham Davison, quien estuvo involucrado en la operación del Skynet 1A en los años 70.
“Los estadounidenses controlaron originalmente el satélite en órbita”, dijo Davison. “Había un control dual, pero temo que no recuerdo cuándo ni por qué Skynet 1A pudo haber sido devuelto a los estadounidenses, lo que parece probable.”
Rachel Hill, estudiante de doctorado, sugiere una posible explicación: el traslado pudo haber ocurrido durante un periodo de mantenimiento en la base de la RAF Oakhanger, en el que el control del satélite fue transferido temporalmente a Estados Unidos, un escenario que coincide con el fin del control británico del satélite, en junio de 1977.
La ubicación actual del Skynet 1A es problemática. Debió haber sido situado en un “cementerio orbital”, una zona distante donde no afecta a satélites operativos. Esta práctica, común hoy en día, no era habitual en la década de 1970. La congestión creciente en el espacio hace que esta omisión sea aún más preocupante. A 105 grados de longitud oeste, la proximidad del Skynet 1A a satélites activos supone un peligro real.
El Ministerio de Defensa británico afirma monitorear el Skynet 1A constantemente. Sin embargo, la solución definitiva podría pasar por trasladarlo a una órbita más segura. Se está desarrollando tecnología para atrapar y retirar basura espacial, especialmente a altitudes más bajas, algo factible incluso para la órbita del Skynet 1A, según han demostrado EE.UU y China. El profesor Moriba Jah, de la Universidad de Texas, enfatiza la necesidad de prevenir eventos catastróficos por colisiones, para evitar “eventos de superpropagación” que produzcan miles de fragmentos adicionales.
“Los trozos de basura espacial son como bombas de relojería”, dijo Jah. “Tenemos que evitar lo que yo llamo eventos de superpropagación. Cuando estas cosas explotan o algo choca con ellas, se generan miles de piezas de escombros que luego se convierten en un peligro para algo que es más importante para nosotros.”
El futuro de la basura espacial
El misterio del Skynet 1A destaca la necesidad de una mayor planificación y gestión de la basura espacial. La creciente congestión orbital exige desarrollar e implementar estrategias para la eliminación segura de satélites inactivos. El pasado del Skynet 1A sirve como advertencia para el futuro de la exploración y la tecnología espacial.