La administración Trump, a través de la imposición de aranceles, generó un impacto significativo en la economía global, desencadenando una compleja red de consecuencias que afectaron la cadena de suministro, los precios de los metales, las relaciones comerciales internacionales y la confianza de los mercados. Este análisis se centra en el impacto de estas políticas, particularmente en el sector del acero y el aluminio, examinando sus repercusiones en la deuda pública estadounidense y la alerta generalizada en los mercados.
El impacto de los aranceles en los precios del acero y el aluminio
La decisión de Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio de Canadá y México provocó un inmediato aumento en los precios de estos metales en Estados Unidos. Como predijo Citigroup, la medida provocó un alza en los precios del acero entre US$100 y US$150 por tonelada corta. Similarmente, la prima del aluminio en Estados Unidos sobre los precios del London Metal Exchange más que se duplicó, alcanzando hasta 50 centavos de dólar adicionales por tonelada métrica. Estos incrementos no solo afectaron directamente a los consumidores estadounidenses, sino que también tuvieron un efecto dominó en diversas industrias que utilizan estos metales como materia prima.
La dependencia de Estados Unidos de las importaciones de estos metales, con Canadá y México como principales proveedores, expuso la vulnerabilidad de su cadena de suministro. El 70% del aluminio y el 24% del acero que consume Estados Unidos provienen del exterior; un porcentaje significativo de estas importaciones procedía precisamente de los países afectados por los aranceles. Esto significó que las empresas americanas enfrentaron costos más altos, interrupciones en la producción y una mayor incertidumbre en sus planes de negocio.
La respuesta de México y Canadá no se hizo esperar. México planteó la posibilidad de represalias arancelarias, advirtiendo sobre las consecuencias económicas negativas de esta escalada proteccionista. Si bien Estados Unidos era un exportador neto de acero a México, cualquier respuesta arancelaria de México hubiera dañado a las acerías estadounidenses. Canadá, por su parte, sufrió un importante revés económico, considerando que Estados Unidos representa su mayor mercado de exportación de metales y minerales, representando el aluminio, el hierro y el acero casi la mitad de los envíos de metales.
El aumento de la deuda y la reacción de los mercados
Paralelamente a las políticas comerciales proteccionistas, la administración Trump impulsó importantes recortes fiscales. Mientras que estos recortes podrían haber estimulado el crecimiento económico a corto plazo, también conllevaron un aumento significativo en la deuda pública de Estados Unidos. La deuda pública de US$28 billones se incrementó a un ritmo anual de US$2 billones, poniendo en alerta a los mercados de bonos del tesoro.
El aumento en los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años, un indicador clave del riesgo percibido por los inversores, reflejó la creciente preocupación por la sostenibilidad de la deuda pública y la inflación. Este incremento repercutió en otras tasas de interés, aumentando el costo de préstamos para hipotecas, automóviles y tarjetas de crédito. Este hecho contrapesó los recortes de tasas de la Reserva Federal y añadió riesgos al crecimiento económico de Estados Unidos.
Los mercados demostraron una creciente aversión al riesgo, evidenciada en la caída de los precios de los bonos del Tesoro. Expertos como David Schweikert, representante republicano del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes, señalaron que el mercado de bonos estaba a punto de ‘dirigir el país’, poniendo de manifiesto la influencia de las condiciones del mercado sobre la agenda de la administración Trump.
Si bien algunos republicanos confiaron en la capacidad de los recortes fiscales para autofinanciarse a través de un mayor crecimiento económico, los datos históricos y los pronósticos de presupuesto mostraron lo contrario. Los recortes fiscales de 2017, por ejemplo, aumentaron los déficits en más de US$1 billón durante una década. La administración Trump hizo intentos de reducir el gasto deficitario mediante iniciativas como la de formar un panel para encontrar formas de recortar el presupuesto con Elon Musk y Vivek Ramaswamy, lo cual incluía recortar los subsidios de energía limpia del presidente Biden.
Un futuro incierto y las lecciones aprendidas
El impacto económico de las políticas de Trump demostró la compleja interconexión entre comercio internacional, políticas fiscales y la estabilidad de los mercados. La imposición de aranceles, si bien tuvo la intención de proteger industrias nacionales, generó efectos negativos inesperados en los precios, la cadena de suministro y las relaciones internacionales. El aumento de la deuda pública también expuso las limitaciones de un enfoque exclusivamente enfocado en recortes de impuestos sin la implementación de medidas de ahorro compensatorias.
A pesar del considerable impacto en las políticas comerciales y financieras, los análisis económicos indican un panorama complejo donde los efectos se dispersan de manera dispareja a nivel global y sectorial. Los mercados financieros, en alerta por la combinación de mayor deuda y una menor productividad, se enfrentan a un futuro incierto en el que los precios de los metales, las cadenas de suministro y las relaciones internacionales continúan evolucionando. Las lecciones aprendidas indican la necesidad de estrategias económicas integrales que consideren las consecuencias a largo plazo de las políticas proteccionistas y el delicado equilibrio entre crecimiento económico y sostenibilidad fiscal.
El caso de las políticas económicas de Trump sirve como un estudio de caso para comprender los riesgos y las recompensas de diferentes enfoques económicos. El debate continúa sobre si los costos resultantes valieron los beneficios a corto plazo para las empresas americanas o si otras medidas podrían haber alcanzado los mismos objetivos con menores repercusiones.