La reciente inflación de octubre, ubicada en un 2,7%, ha generado una expectativa en el mercado respecto a una posible disminución en el ritmo de devaluación del peso argentino. Esta cifra, inferior a lo previsto, ha motivado al presidente y al ministro de Economía a anunciar un recorte en la tasa mensual de devaluación, pasando del 2% al 1%, siempre y cuando se mantenga la tendencia inflacionaria actual en los próximos meses.
El Mercado Anticipa la Baja
Esta perspectiva de una devaluación más lenta ha provocado una reacción inmediata en el mercado cambiario. El dólar futuro ha experimentado una caída, reflejando la confianza de los inversores en un cambio de rumbo. El contado con liquidación (CCL) y el dólar MEP también han mostrado bajas, corroborando esta tendencia.
Los contratos de dólar a futuro muestran una disminución significativa, proyectando una devaluación implícita para 2025 de alrededor del 1.7% mensual (excluyendo enero), lo que significaría una reducción sustancial comparada con el 2% actual. Si bien la disminución podría no ser exactamente del 1%, la expectativa de un ritmo de devaluación menor es evidente en las operaciones financieras.
Impacto en la Inflación
La disminución del ritmo de devaluación se presenta como una estrategia clave para controlar la inflación. El vicepresidente del Banco Central ha explicado que el crawling peg, inicialmente un ancla para contener los precios, ahora se transforma en un factor de inercia, presionando los precios al alza. La reducción a la mitad del ritmo de devaluación buscaría neutralizar este efecto y reducir la ‘inflación inducida’.
En concordancia, diversos bancos de inversión han revisado sus proyecciones de inflación para el próximo año, con estimaciones que se inclinan hacia una disminución en la tasa promedio mensual, si bien aún se mantienen por encima de la meta oficial. Estas discrepancias muestran la complejidad del panorama económico y la cautela que aún impera en el mercado.
El Sector Agropecuario y la Devaluación
La reducción del crawling peg al 1% tiene implicaciones significativas para el sector agropecuario. Si bien algunos expertos sostienen que, en convergencia con la inflación local, las condiciones para el campo no variarían de forma drástica, otros señalan las implicaciones financieras. La disminución de la devaluación encarece los créditos en pesos tomados por los productores al inicio de la campaña agrícola, aumentando el costo en dólares al momento de cancelar las deudas.
Esta situación podría inducir a los productores a modificar sus estrategias comercial-financieras, como la anticipación de las ventas de granos o la utilización de instrumentos financieros para maximizar el rendimiento en dólares oficiales. La rentabilidad en diferentes sectores del agro también podría verse alterada, con impactos diferenciales entre la ganadería y la lechería, que pueden verse positivamente afectadas por un menor ritmo de devaluación.
La Salida del Cepo y sus Condiciones
Una menor tasa de devaluación se asocia directamente con las expectativas sobre la salida del cepo cambiario. Según algunos especialistas, las condiciones para esta medida se basarían en la convergencia entre la inflación local, la devaluación y la inflación internacional, la demanda de saldos reales en pesos, y la gestión eficiente del stock de Leliqs.
La incertidumbre sobre la estabilidad del sistema financiero a la hora de la liberación del mercado cambiario, también es un factor crucial. Un evento imprevisto podría impactar negativamente en la cantidad de dólares que permanecen en manos de los bancos. Para evitar este escenario de riesgo, es fundamental contar con reservas suficientes. Además, la forma en que se implemente la salida del cepo, asegurando un sistema de flotación en lugar de un tipo de cambio fijo, es un punto clave en la estrategia a futuro.
Un Panorama Incierto pero con Expectativas
La anticipación del mercado a un ritmo de devaluación más lento es un hecho notable, y plantea un panorama económico que aún mantiene un grado de incertidumbre. Si bien la medida podría contribuir a controlar la inflación, también conlleva desafíos para distintos sectores, especialmente el agropecuario. La próxima etapa se centrará en el manejo de las expectativas y el desarrollo de políticas que acompañen una eventual salida del cepo cambiario. Es crucial observar la evolución de la inflación en los próximos meses y la respuesta del mercado a las medidas adoptadas.