Córdoba, la tierra del dulce de leche y el cuarteto, también es la tierra de un siglo de promesas rotas y montañas de basura. Un recorrido por la historia de la gestión de residuos en la provincia revela un panorama desolador: proyectos faraónicos que terminaron en el olvido, millones de pesos evaporados, y un sistema colapsado al borde del desastre ambiental. La inauguración de una nueva celda en Piedra Blanca, lejos de ser un triunfo, es un recordatorio del fracaso de décadas de políticas erráticas.
De La Cañada al colapso: un siglo de improvisación
Comencemos por el principio, o mejor dicho, por el final. El río Suquía, otrora curso de agua cristalina, hoy se debate entre la contaminación y la indiferencia. La Cañada, que alguna vez fue el principal desagüe de la ciudad, se convirtió en un basural a cielo abierto, testimonio de la falta de planificación urbana que se perpetuó durante décadas. Incineradores en el barrio Observatorio y Villa Belgrano, esos monstruos de humo y cenizas, resolvieron el problema solo temporalmente, dejando tras de sí un legado tóxico que perdura hasta el día de hoy.
El enterramiento de Bouwer, inaugurado en 1982, fue un respiro, pero a su vez, un claro ejemplo de la falta de previsión. ¿Qué pasa cuando se llena? ¿Y luego? La respuesta llegó en 2009: un bloqueo en Bouwer, protestas de vecinos hartos, y el caos en las calles. La promesa del entonces intendente Giacomino de cerrar el basural sonó convincente pero se hizo bajo presión. Los efectos: un vacío sanitario que debió llenarse, una urgencia desesperada por encontrar un nuevo lugar.
Piedra Blanca: la promesa incumplida
En escena, Piedra Blanca. El proyecto brillaba en papel: una solución temporal, hasta que la tecnología de Innviron resolviera el problema de manera definitiva. ¿Gasificar la basura para generar energía? Una utopía, se diría hoy, una fantasía que se desmoronó bajo el peso de la realidad. Innviron, con sus antecedentes dudosos, desapareció como por arte de magia, dejando tras de sí un gigantesco enterramiento sanitario con fecha de vencimiento inminente.
Bajo Grande, La Carbonada, Toledo… sitios descartados, protestas vecinales, más dinero tirado a la basura. La resistencia de los vecinos frente a la imposición de estos vertederos, con escasa información y participación ciudadana, generó conflictos sociales y legales que se arrastran hasta hoy. Se gastaron millones en estudios, peritajes y abogados. ¿El resultado? Otro fracaso más en la larga lista de la gestión de residuos.
El fracaso del proyecto de Villa Parque Santa Ana es otro ejemplo de como la falta de planificación de las administraciones deja a los ciudadanos a merced de promesas vanas. Este megaproyecto ambiental que terminó en un tiradero de millones.
El programa Córdoba Limpia: ¿un parche o una solución?
El programa Córdoba Limpia, con su discurso de vertederos regionales y estaciones de transferencia, pretende ofrecer una solución moderna y sustentable. ¿Lo logrará? Es demasiado pronto para afirmarlo, pero los precedentes no inspiran optimismo. Mientras continúan los problemas de los basurales, con su olor pestilente y los riesgos para la salud, lo que vemos es una gestión que continúa en terreno inestable.
El optimismo para las nuevas generaciones es difuso, es evidente la falta de voluntad política y la necesidad de priorizar la gestión de los residuos. Es evidente la falta de educación e implementación de programas serios que minimicen la necesidad de este nuevo relleno, pero las soluciones a corto plazo se han enfocado en minimizar los impactos de las decisiones anteriores.
El futuro incierto de la basura cordobesa
La nueva celda de Piedra Blanca ofrece un respiro temporal, pero no una solución definitiva. Las seis celdas adicionales, proyectadas para captar los gases y generar energía, suenan a promesa utópica. ¿Se cumplirá esta vez, o terminará en otro fiasco?
Mientras tanto, los basurales a cielo abierto siguen multiplicándose por la provincia. Un ejército de camiones, día tras día, transportando toneladas de basura rumbo a su destino final, dejando un rastro de contaminación y problemas para la salud pública. La pregunta que queda en el aire: ¿cuándo se pondrá fin a este ciclo de promesas incumplidas y falta de planificación? ¿Cuántas generaciones más tendremos que ver esta farsa repetirse?
Para Amarillo “Polémica” Pérez, la problemática de la basura en Córdoba es un reflejo de la falta de gestión, la corrupción y la falta de respeto hacia el medioambiente. Un llamado urgente a la acción, a una revisión completa de las políticas, a la responsabilidad ciudadana. Una sociedad con una visión a futuro, no a corto plazo.
En un futuro cercano, se espera que el problema de la gestión de residuos siga presente en la provincia, con lo cual es importante que los legisladores provinciales busquen soluciones a la falta de planificación estratégica.
La falta de recursos humanos y la capacitación adecuada para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos, genera inconvenientes para la correcta disposición y tratamiento de la basura.
La necesidad de una ley provincial que promueva la separación en origen, la educación ambiental y la búsqueda de nuevas tecnologías para la gestión de residuos urbanos es fundamental.
Mientras tanto, la basura continúa acumulándose, un monumento a la ineficiencia y la negligencia. Un futuro incierto, cargado de incertidumbres, mientras el río sigue esperando justicia.