La llegada de la Prefectura Naval Argentina a Córdoba, con 50 efectivos destinados a la seguridad de los lagos, ha generado una nueva ola de tensiones políticas en la provincia, anticipando la carrera electoral de 2027. Este movimiento, lejos de ser una simple medida de seguridad, se ha convertido en un terreno fértil para la confrontación entre distintos sectores del espectro político cordobés.
La alianza Bullrich-Llaryora: un punto de fricción
La presencia de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la presentación de la base de la PNA en Córdoba, ha solidificado la imagen de una estrecha colaboración con el gobernador Juan Schiaretti, generando malestar en la oposición. Este vínculo se ha vuelto aún más evidente con la buena relación entre Bullrich y el Ministro de Seguridad provincial, Juan Pablo Quinteros, quien ha recibido fuertes críticas de Juntos por el Cambio.
El senador Luis Juez, antiguo socio político de Quinteros, ha sido el más vocal en sus críticas. Juez cuestionó la pertinencia de la Prefectura Naval en la provincia, considerando más urgente el refuerzo de la seguridad en la frontera con Santa Fe para combatir el narcotráfico. Bullrich respondió de manera diplomática, tratando de separar lo institucional de lo político, y aunque reconoce su amistad con Juez, se ha mantenido firme en su apoyo al Gobierno de Schiaretti.
Ambiciones políticas en la capital
Con la imposibilidad de Daniel Passerini de postularse para la reelección como intendente de Córdoba en 2027, la carrera por su sucesión se encuentra abierta a varios candidatos. Una de las figuras que ha empezado a sonar con fuerza es Javier Bee Sellares, un radical que se ha alejado de Ramón Mestre para comenzar a tejer una red para su postulación a la intendencia.
Bee Sellares, que actualmente se desempeña como interventor de la Lotería de Corrientes, cuenta con el apoyo del gobernador Gustavo Valdés y ha ganado notoriedad pública por su lucha contra las páginas ilegales de apuestas. Si bien falta tiempo para las elecciones, su intención de competir por la intendencia de Córdoba es evidente.
Estrategias del massismo y el radicalismo
Por otro lado, Sergio Massa, aunque con bajo perfil, mantiene una activa participación en la política. Tras una reunión con referentes del Frente Renovador en Córdoba, Massa instó a prepararse para competir con una lista propia en las elecciones, fortaleciendo la presencia del Frente Renovador en la provincia. Aunque actualmente integran Unión por la Patria, Massa anticipó la posibilidad de competir en forma separada en el futuro.
Massa parece anticipar una ruptura con el kirchnerismo para el próximo ciclo electoral. En Córdoba, se espera que Cristina Kirchner apoye a Federico Alesandri, mientras que el massismo y el Frente Grande, liderado por Juan Grabois, exploran estrategias propias. Esta división podría debilitar al espacio peronista en la provincia, beneficiando a la oposición.
En el radicalismo cordobés, las tensiones internas son evidentes. La elección de autoridades en el Congreso Provincial dejó en evidencia las divisiones entre los sectores afines a Ramón Mestre y los que apoyan a Rodrigo de Loredo. Las especulaciones sobre una alianza con La Libertad Avanza de Javier Milei también generan incertidumbre, y la decisión final estará en manos del Congreso Provincial de la UCR.
De Loredo, por su parte, se perfila como una figura clave en el radicalismo. Los sectores mestristas lo ven como una figura capaz de repetir el esquema de Arturo Frondizi en su momento, quien supo llegar a la presidencia gracias a una alianza con el peronismo. La decisión de ir por una coalición no peronista con Milei o mantener la ‘pureza’ del radicalismo tendrá una gran influencia en el resultado de las elecciones.
Un panorama incierto
Córdoba se presenta como un campo de batalla político donde las tensiones entre la oposición y el gobierno provincial, sumadas a las ambiciones internas de diferentes sectores, dibujan un panorama incierto para las elecciones de 2027. Las alianzas son volátiles y las estrategias de los diferentes jugadores políticos aún están en desarrollo. El desenlace dependerá de cómo se acomoden las piezas en este complejo tablero político cordobés.
Las próximas elecciones legislativas serán un termómetro para medir la fuerza de cada espacio y definir mejor las estrategias para 2027. La coyuntura nacional también jugará un papel importante en las decisiones que tomen los diferentes partidos y movimientos en la provincia.