Córdoba está en llamas, amigos. No, no hablo de incendios forestales, aunque la situación política está tan caliente que bien podría provocar un incendio. El enfrentamiento entre el intendente Daniel Passerini y el gremio de municipales SUOEM, liderado por el histórico Rubén Daniele, está lejos de enfriarse. Y créanme, las chispas vuelan.
Passerini vs. Daniele: ¿Un nuevo capítulo de la guerra municipal?
La conciliación obligatoria, impuesta como un parche por el gobierno provincial, solo ha aplacado momentáneamente el fuego. Un respiro de un mes, dicen. Ja! Para quienes conocen la ferocidad de Daniele, saben que un mes es solo tiempo suficiente para afilar las armas. Dicen que Passerini, heredero del duro estilo de Llaryora, se prepara para la batalla. “Si quiere guerra, tendrá guerra”, aseguran que brama Daniele en los pasillos del SUOEM. ¿Habrá nuevas protestas? ¿Un paro municipal que paralice la ciudad? ¡Las apuestas están abiertas!
Los ataques ya comenzaron. Desde el municipio, se tilda de vagos a los delegados del SUOEM. “No trabajan”, dicen. Daniele responde con artillería pesada. Recuerda la eliminación de la séptima hora, durante la administración Llaryora, en la cual Passerini fue viceintendente. “¡Eso no se lo perdonaremos nunca!” declaró en un café de la Cañada, rodeado de sus leales. ¿Habrá más acusaciones? La guerra recién comienza.
Más allá del enfrentamiento: ¿Contratos turbios y cargos políticos?
Las acusaciones mutuas van más allá de las quejas salariales. Daniele habla de un “exceso” de cargos políticos en la administración Passerini, insinuando una sangría de recursos. Pero eso no es todo. El SUOEM asegura tener pruebas de contratos municipales con empresas privadas que, si salieran a la luz, “serían un escándalo”. ¡Oh, sí, esto se pone jugoso!
Recuerden mis queridos lectores, yo solo les traigo la información. Las consecuencias de este enfrentamiento las vivirán ustedes. ¿Más impuestos? ¿Servicios municipales colapsados? El futuro de Córdoba pende de un hilo. Y en el centro de la tormenta, Passerini y Daniele.
Las grietas se profundizan: Juez vs. Quinteros
Si la pelea entre Passerini y Daniele es un incendio, la relación entre Juez y Quinteros es una guerra civil de baja intensidad, pero constante. La antigua amistad se convirtió en una guerra mediática sin cuartel. Cuando Quinteros dijo que rompería con Juez para seguir siendo amigos, claramente mintió.
El último capítulo: la inauguración de una sede de la Prefectura Naval en Embalse. Juez faltó y arremetió contra lo que llamó un “show mediático”, mientras Bullrich, con su aura nacional, cedía el micrófono a representantes de La Libertad Avanza. ¡La estrategia de Bullrich en Córdoba es más peligrosa que una serpiente de cascabel!
Con la llegada del massismo cordobés, el panorama político provincial se enrevesa aun más, generando nuevas tensiones entre los distintos sectores del peronismo. La pugna por el poder parece imparable.
El silencioso Piloni: ¿Un jugador clave?
Mientras la capital se convierte en un ring de boxeo político, Nicolás Piloni, un concejal peronista cercano a Passerini, trabaja en silencio en su propio ascenso. Su participación en congresos internacionales, mostrando los logros de la gestión cordobesa, indica una ambición que no se limita al Concejo Deliberante. ¿Será el próximo gran jugador de la política cordobesa?
El juego está abierto, amigos. La política cordobesa es un espectáculo constante de peleas y traiciones. ¡Agarren sus palomitas, que el show recién comienza!
(¿o es un nuevo comienzo?)
El 2024 se presenta como un año de definiciones clave para Córdoba. El conflicto entre Passerini y Daniele, y las tensiones entre Juez y Quinteros, configuran un paisaje político dinámico y explosivo que impactará en las elecciones del año que viene. Si quiere acción política, Córdoba es el lugar al que debe acudir. No se lo pierda, porque el próximo capítulo será aún más apasionante.