Coca-Cola Andina Argentina ha reinaugurado su planta embotelladora en Godoy Cruz, Mendoza, tras una inversión de USD 40 millones. Esta moderna instalación, descrita como la más rápida de Sudamérica, generará 200 nuevos empleos y se destaca por su enfoque en la sostenibilidad y la tecnología de punta.
Una inversión millonaria para impulsar el empleo y la economía regional
La reactivación de la planta, inactiva durante dos décadas, representa un impulso significativo para la economía de Mendoza. Los USD 40 millones invertidos no solo modernizarán la producción, sino que también contribuirán a la generación de empleo en la región, creando 200 nuevos puestos de trabajo, tanto directos como indirectos.
La planta se centra en la producción de envases retornables, un enfoque estratégico que refleja el compromiso de Coca-Cola Andina con la sostenibilidad ambiental. La compañía ha manifestado su intención de que esta operación refuerce la industria local y genere un impacto positivo en la comunidad.
Tecnología de última generación para una producción eficiente y sostenible
La nueva línea de producción incorpora tecnología de vanguardia para la fabricación de envases retornables PET de 2 y 2.5 litros, así como botellas de vidrio de 1.25 litros. Su capacidad de procesamiento alcanza los 48.000 litros por hora, en diferentes formatos y simultáneamente, lo que la convierte en una de las plantas más rápidas y versátiles de Sudamérica.
Además de su eficiencia en la producción, la planta se caracteriza por su compromiso con el ahorro energético, gracias al uso de tecnología LED de bajo consumo y alta eficiencia en la iluminación. El abastecimiento de agua se realiza a través de dos pozos propios, lo que garantiza el suministro para todos los servicios de la planta.
Logística inversa y la ‘Botella Universal’: un compromiso con la economía circular
Coca-Cola Andina Argentina ha implementado un sistema de logística inversa para la gestión de los envases retornables. Los camiones que transportan las botellas llenas son los mismos que recogen los envases vacíos, facilitando el proceso de reutilización.
Los envases PET utilizan un diseño homogéneo denominado ‘Botella Universal’, una iniciativa que nació en Argentina y se ha expandido a toda Latinoamérica. Este diseño permite reutilizar las botellas para diferentes productos de la compañía, como Coca-Cola, Fanta y Sprite, optimizando recursos y reduciendo el impacto ambiental.
Un paso adelante en la estrategia de sostenibilidad de Coca-Cola Andina
Esta inversión en Mendoza refleja la estrategia global de Coca-Cola Andina hacia la sostenibilidad y la economía circular. La compañía se propone reducir el impacto ambiental de su producción mediante el fomento de la retornabilidad y la optimización de sus procesos.
En Argentina, el 50% de las ventas de Coca-Cola Andina corresponden a envases retornables, un dato que posiciona a la compañía como líder mundial en este rubro. La nueva planta en Mendoza representa un paso crucial en la consolidación de este liderazgo y en el cumplimiento de sus objetivos de sostenibilidad.
Impacto positivo en la comunidad y perspectivas futuras
La reinauguración de la planta no solo representa una inversión en tecnología e infraestructura, sino también una apuesta por el desarrollo social y económico de la región. Los 200 empleos generados contribuyen a mejorar la calidad de vida de la comunidad y estimulan la actividad económica local.
Para el futuro, Coca-Cola Andina planea continuar trabajando en la mejora continua de sus procesos, impulsando la innovación y la eficiencia en la producción, así como el compromiso con la sostenibilidad ambiental y la economía circular. La planta en Mendoza se convierte en un ejemplo para replicar en otras regiones, demostrando que el crecimiento económico y el cuidado del medio ambiente pueden ir de la mano.