La desregulación del mercado farmacéutico se ha convertido en un punto álgido del debate político argentino, encendiendo una fuerte confrontación entre el gobierno de Javier Milei y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La exmandataria desafió al gobierno a desregular los medicamentos, argumentando que esta medida podría reducir los costos y aumentar la accesibilidad para la población. Esta declaración, sin embargo, generó una ágil respuesta por parte del gobierno, en particular por medio del Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien no solo defendió las medidas ya implementadas, sino que también criticó duramente la gestión de Cristina Kirchner en materia sanitaria.
Sturzenegger contra CFK: un choque de argumentos
El ministro Sturzenegger, en un comunicado difundido a través de redes sociales, ironizó sobre la tardía adhesión de la vicepresidenta a la desregulación, lamentando que no se implementara dicha medida durante los doce años que ocupó la presidencia y la presidencia del senado. En su descargo, destacó las medidas del gobierno actual, entre las que se destacan: la obligatoriedad de incluir genéricos en las recetas, la prohibición de prescribir medicamentos por marca, la implementación de recetas electrónicas, la eliminación de la obligatoriedad de vender medicamentos de venta libre solo en farmacias y la autorización de la venta online.
Sturzenegger fue más allá en sus críticas y afirmó que el gobierno de CFK dejó un sistema destruido. Apuntó directamente a la gestión anterior, señalando que durante ese período, el precio de los medicamentos aumentó un 66% en comparación con Estados Unidos. Además, cuestionó el acuerdo con prepagas para congelar precios, calificándolo como una medida electoralista que, unida al aumento desmedido de los precios, dañó gravemente el sector.
El ministro también mencionó casos concretos, como el del Omeprazol, donde el PAMI pagaba el 40% de una marca costosa mientras existían alternativas más económicas disponibles. Sturzenegger concluyó su mensaje con una muestra de desconfianza, insinuando que, si volvieran al poder, repetirían prácticas que consideran perjudiciales para la población.
El Gobierno defiende sus medidas
Cecilia Loccisano, viceministra de Salud, secundó las críticas de Sturzenegger y enfatizó el objetivo del gobierno de abaratar costos mediante la desregulación. Destacó la autorización otorgada a los gobernadores para importar medicamentos, medida que busca optimizar los recursos en los programas sanitarios provinciales. También mencionó el Decreto 70/23 que impulsa las recetas electrónicas incluyendo genéricos, una norma con el objetivo de frenar las triangulaciones históricas en las obras sociales.
Loccisano comparó la situación actual con la del gobierno anterior, señalando casos concretos como la dilapidación de 30 millones de dólares en vacunas vencidas y la falta de información y registros en el programa Remediar. Según Loccisano, esto demuestra la necesidad de implementar reglas claras y transparentes en el sector.
El gobierno sostiene que el precio de los medicamentos se encuentra por debajo del IPC, resultado de la desregulación implementada y la reducción de costos innecesarios. Según sus argumentos, el objetivo no es únicamente desregular sino también establecer reglas de juego claras y reordenar un sistema que consideran haber heredado destruido.
El debate por la desregulación y sus implicaciones
El choque entre Milei y Kirchner resalta la complejidad del debate en torno a la desregulación de los medicamentos. Si bien la eliminación de barreras administrativas podría impulsar la competencia y reducir los precios, también se plantean interrogantes sobre la protección de la industria farmacéutica nacional y el acceso equitativo a los medicamentos para toda la población, especialmente sectores vulnerables.
Se requiere un análisis profundo que considere la experiencia de otros países y los diversos sistemas de salud para identificar los modelos que mejor garanticen la accesibilidad y el control de precios, sin perjudicar la innovación o la producción local. Un debate exhaustivo debe involucrar la participación de expertos en economía de la salud, representantes de la industria y los profesionales médicos.
En definitiva, la confrontación entre Milei y Kirchner sobre la desregulación del mercado farmacéutico pone de manifiesto la necesidad de contar con un análisis detallado y objetivo de las consecuencias de dichas medidas. Se precisa evitar los sesgos políticos y centrarse en el impacto real en la población, evaluando qué enfoque es el más adecuado para un acceso equitativo a medicamentos a precios razonables.