Trece años. Trece años de silencio, de incertidumbre, de dolor. Trece años después de la desaparición de María Cash en Salta, la justicia finalmente dio un paso, aunque para muchos, insuficiente. La detención del camionero Héctor Romero, la última persona que la vio con vida, es solo el comienzo de lo que se espera sea una larga y tortuosa búsqueda de la verdad. Pero, ¿será solo el camionero el responsable? ¡Ni hablar! El fiscal Eduardo Villalba ha dejado entrever que la investigación podría llevar a nuevos arrestos, y las sombras se ciernen sobre un posible entramado de complicidades.
El camionero, el silencio y las inconsistencias
Romero, de 71 años, se enfrenta a la imputación por homicidio calificado por alevosía. Su declaración ante la jueza Mariela Giménez ha estado plagada de contradicciones. Tres versiones distintas sobre dónde supuestamente vio por última vez a María Cash. ¡Un auténtico mamarracho judicial que deja muchas dudas! Y eso no es todo: su negativa inicial a declarar solo se rompió cuando las pruebas en su contra comenzaron a mostrarse, ¡qué casualidad! ¿Tenía miedo de lo que podría revelar su confesión? No cabe duda que este sujeto se convirtió en la figura principal de la investigación, pero muchos creen que no estará solo.
Pero más allá de las declaraciones de Romero, lo que ha llamado poderosamente la atención es la sospechosa falta de colaboración de personas vinculadas al camionero. Villalba menciona la necesidad de indagar a los empleadores del acusado y a todos aquellos que conocían de sus viajes, apuntando a un posible encubrimiento. ¿Qué sabían? ¿Cuánto callaron? Las preguntas siguen resonando en la investigación.
El análisis de las antenas de telefonía celular no deja lugar a dudas: el día de la desaparición de María, el camión de Romero no siguió su ruta habitual. La demora en llegar a su destino no se ajusta a su argumento de un supuesto desperfecto mecánico. ¿Un desvío premeditado? ¿Una parada inesperada con consecuencias fatales? El misterio persiste. Todo huele mal en esta investigación.
Nuevas pistas, antiguos fantasmas
La posibilidad de nuevos arrestos en el caso María Cash es un duro golpe para aquellos que solo veían en Romero a un posible responsable. ¿Quién le ayudó a ocultar el cuerpo? ¿Quiénes formaron parte de un plan macabro que se extendió por trece largos años? La búsqueda continúa en nuevas áreas de interés, según las indicaciones del fiscal. Pero las tareas no serán fáciles: zonas escarpadas, difíciles de acceder, ¡la búsqueda de la verdad es casi tan misteriosa como la desaparición misma de María Cash!
Hasta el momento, solo se han encontrado pruebas escasas e inquietantes: una cruz sin tumba, ropa quemada, huesos de animales… Todo este tiempo perdido, buscando algo que se puede considerar como insignificante. ¡Los esfuerzos se deberían haber multiplicado hace tiempo! La búsqueda ha resultado, para muchos, ineficaz. Lo más aterrador es que la investigación descarta la posibilidad de encontrar a María Cash con vida. ¡Impensable! El ofrecimiento de recompensa y la publicidad masiva no dieron sus frutos.
Las declaraciones contradictorias de Romero pintan un panorama de mentiras, un juego perverso para engañar a la justicia. ¿Cuántas más declaraciones falsas habrán salido de su boca? ¿Cuántos caminos falsos habrá guiado a los investigadores en busca de María Cash? En todos ellos, se señala con ambigüedad y confusión, dando lugar a diversas interpretaciones de lo ocurrido. Este detalle, junto con la negativa inicial a declarar, fortalecen las sospechas contra Romero. Aunque hasta el momento es el único imputado, la investigación no termina con él.
Aún la incertidumbre persiste, mientras la sociedad aguarda respuestas. La pregunta que ronda constantemente es ¿Quiénes más estuvieron involucrados en este caso? ¿La verdad se encontrará finalmente tras estas nuevas investigaciones o seguirá sepultada junto con María Cash?
Un final, pero ¿el final?
La prisión preventiva de Romero es un avance, sin dudas. Pero la justicia no puede quedarse corta. Es necesaria una profunda investigación que desentrañe la verdad sobre la desaparición de María Cash. La posibilidad de nuevos arrestos genera una chispa de esperanza, aunque también genera más interrogantes que respuestas. ¿Llegarán a la verdad? ¿Será justicia para María?
La investigación continúa, con una nueva fase que apunta a desmantelar una posible red de complicidades. El caso María Cash, lejos de cerrarse con la detención del camionero, recién comienza su capítulo más oscuro e inquietante. ¿Quiénes son los próximos en caer? ¿Qué secretos esconden los caminos de Salta? Trece años de espera han sido demasiado; la justicia debe ser implacable.
Es necesario, y urgente, resolver este crimen atroz para que la familia de María Cash pueda encontrar finalmente la paz. Solo se logrará cuando cada uno de los involucrados rinda cuentas ante la justicia.