Brasil ha dado un paso significativo en su ambición de convertirse en un actor relevante en la escena espacial global. El reciente lanzamiento exitoso del cohete suborbital VS30 V15, desde el Centro de Lanzamiento de Barreira do Inferno (CLBI), no solo marca un hito tecnológico para el país, sino que también simboliza la búsqueda de una mayor autonomía en el acceso al espacio.
Operación Potiguar: Un paso hacia la independencia espacial
La Operación Potiguar, en su primera fase, ha culminado con el exitoso lanzamiento del VS30 V15. Este cohete, desarrollado íntegramente en Brasil por el Instituto de Aeronáutica y Espacio (IAE) en colaboración con la industria nacional, es una prueba del avance tecnológico del país en el sector aeroespacial. El objetivo principal de este lanzamiento fue la verificación de los equipos y procesos involucrados en la actividad, un paso crucial para futuras misiones más complejas. Durante el vuelo, que duró 5 minutos y 50 segundos, con 2 minutos y 50 segundos en el espacio, los sistemas de telemetría y radar funcionaron a la perfección, confirmando la precisión y la eficiencia de la tecnología brasileña.
El Teniente Brigadier del Aire, Maurício Augusto Silveira de Medeiros, director general del Departamento de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (DCTA), destacó la importancia de este logro para la autonomía de Brasil en el ámbito espacial. “Estamos rompiendo paradigmas y creando nuevas perspectivas para el futuro”, afirmó. “Contamos con un Complejo Espacial y, con el lanzamiento de este cohete, demostramos que Barreira do Inferno tiene plena capacidad para albergar eventos de este tipo”.
El CLBI, dependiente del DCTA, cuenta con una larga trayectoria en lanzamientos espaciales, con más de 3 mil lanzamientos en su haber, divididos en 655 operaciones. Además, ha realizado 265 eventos de seguimiento de vehículos espaciales. Esta experiencia acumulada, combinada con la creación de Alada, la empresa pública que gestionará los lanzamientos comerciales, consolida a Brasil como un actor importante en el mercado espacial latinoamericano.
VS30: Un cohete con sello brasileño
El VS30, parte de la familia de cohetes S30, es un cohete sonda de una sola etapa, no guiado y lanzado sobre rieles. Su diseño simple pero eficiente, con una etapa propulsora de combustible sólido y la Plataforma Suborbital de Microgravedad (PSM), le permite alcanzar altitudes superiores a los 150 kilómetros y velocidades de hasta 6 mil km/h. Este cohete es una herramienta valiosa para la investigación científica, permitiendo la recopilación de datos atmosféricos y la realización de experimentos en microgravedad.
El desarrollo del VS30 es un ejemplo de la capacidad de la industria brasileña para producir tecnología de punta. La colaboración entre el IAE y diversas empresas nacionales ha permitido la creación de un cohete con componentes locales, lo que fortalece la cadena productiva del país y reduce la dependencia de tecnología extranjera. Además del VS30, el IAE opera el VSB30, un cohete de dos etapas también de propulsión sólida. Ambos cohetes, junto con el VS30 Orion (ya descatalogado), forman la familia S30, caracterizada por su lanzamiento por carril, trayectoria parabólica y estabilización por rotación.
El futuro del programa espacial brasileño: mirando hacia el 2025
La segunda fase de la Operación Potiguar, prevista para el segundo semestre de 2025, tiene como objetivo principal calificar el sistema de recuperación del PSM. Este avance permitirá a Brasil no solo lanzar cohetes y recopilar datos, sino también recuperar la carga útil enviada al espacio, un paso fundamental para el desarrollo de experimentos científicos y tecnológicos más ambiciosos. Con la capacidad de recuperación del PSM, Brasil se posiciona en un grupo selecto de países con dominio de esta tecnología, abriendo nuevas posibilidades para la investigación espacial y la innovación.
Este hito en el programa espacial brasileño refuerza el compromiso del país con el desarrollo científico y tecnológico. La inversión en el sector aeroespacial no solo impulsa la innovación, sino que también genera empleos de alta cualificación y fortalece la soberanía nacional. Brasil mira hacia el futuro con la ambición de consolidarse como una potencia espacial en la región, y el éxito del VS30 V15 es un paso firme en esa dirección.