El Gobierno argentino, a través del Decreto 1049/2024, reglamentó la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) para las elecciones legislativas de 2025. Esta medida, aprobada previamente por el Congreso, busca modernizar el sistema electoral, incrementar la transparencia y simplificar el proceso de votación para los ciudadanos.
Objetivos de la Boleta Única de Papel
Según el Gobierno, la principal razón detrás de la adopción de la BUP es fortalecer la transparencia electoral. El sistema busca eliminar los problemas recurrentes asociados con el sistema de boletas tradicionales, como el robo, la destrucción, el ocultamiento o la manipulación de boletas partidarias, prácticas que generan dudas sobre la legitimidad de los resultados electorales.
Además de la transparencia, se espera que la BUP modernice el proceso de sufragio, agilizando el escrutinio y la difusión de resultados. La unificación de la oferta electoral en una única boleta simplifica la tarea para los fiscales y las autoridades electorales, reduciendo la posibilidad de errores humanos y retrasos en el conteo de votos.
Finalmente, se persigue la eliminación de los denominados “partidos sellos de goma”, pequeñas agrupaciones que con poca o ninguna representación real buscan obtener fondos públicos a través de la participación en las elecciones. Con la BUP, este tipo de práctica sería ineficiente y perdería su propósito principal.
Características Técnicas de la Boleta Única de Papel
El Decreto 1049/2024 detalla las especificaciones técnicas de la BUP. La boleta tendrá un diseño estandarizado, con medidas específicas según la cantidad de listas y categorías electorales. El frente de la boleta usará cuatro tintas, mientras que el reverso, destinado a la firma del presidente de mesa e información básica de la elección, se limitará a dos colores.
Las dimensiones de la boleta varían según la cantidad de listas y categorías a elegir. El ancho podrá oscilar entre 25.98 cm (hasta 10 listas) y 66.62 cm (más de 20 listas), y la altura entre 14.24 cm (una categoría) y 29.48 cm (tres o más categorías). Se incorporan márgenes de seguridad para facilitar la manipulación y el escrutinio.
La boleta se imprimirá en papel de seguridad y será provista exclusivamente por la autoridad electoral, asegurando una misma calidad e impresión para todas las agrupaciones políticas. No podrá contener datos identificatorios de ningún tipo, manteniendo el secreto del voto.
Funcionamiento del Sistema
El funcionamiento de la BUP es simple e intuitivo. Los votantes recibirán una sola boleta que incluye a todos los candidatos y partidos participantes. En el cuarto oscuro, podrán elegir entre dos opciones: marcar la totalidad de la lista de un partido o elegir individualmente a los candidatos de su preferencia en cada categoría.
Un voto es válido si se utiliza la boleta oficial, las marcas son claras y se elige una sola opción por categoría. En caso de no marcar ninguna opción, el voto se considerará en blanco. Un voto será nulo si se utiliza una boleta no oficial, si se marcan varias agrupaciones para una misma categoría, o si la boleta presenta roturas o inscripciones que impiden su identificación.
Próximos Pasos e Implementación
Con la reglamentación oficializada, se iniciarán los procesos de licitación para la impresión y distribución de las BUP. La autoridad electoral tiene la responsabilidad de garantizar que las boletas lleguen a todos los centros de votación de manera oportuna y eficiente, asegurando el correcto desarrollo de las elecciones legislativas de 2025.
El éxito de la implementación de la BUP dependerá de varios factores: la correcta gestión logística de la autoridad electoral, la capacitación de los miembros de mesa y la comprensión del nuevo sistema por parte de los votantes. Se espera que el Gobierno y la Justicia Electoral promuevan campañas informativas para familiarizar a la población con el funcionamiento del nuevo sistema de votación.
La Boleta Única de Papel representa un cambio significativo en el sistema electoral argentino, con el potencial de mejorar la transparencia y la equidad. Su éxito a largo plazo dependerá de su efectiva implementación y de la capacidad de las autoridades para garantizar que el proceso electoral se lleve a cabo de manera transparente y confiable.