En Argentina, la crisis económica golpea a todos los sectores, pero la situación de algunos grupos es particularmente vulnerable. Un ejemplo claro de esto se observa en el sector de las prepagas médicas, donde los afiliados, muchos de ellos jubilados, denuncian aumentos desmedidos en sus cuotas. Estos aumentos, en algunos casos, superan el 400%, dejando a estas personas en una situación insostenible.
El caso de Medin: un aumento escandaloso
La prepaga Medin, perteneciente al grupo Medical’s, con una trayectoria de 50 años en el mercado, se encuentra en el ojo de la tormenta. Numerosos afiliados han expresado su indignación por los abruptos aumentos en sus cuotas. Eduardo Bianchi, por ejemplo, relata que su cuota, junto con la de su esposa, pasó de 168.000 pesos en diciembre a 832.000 pesos en octubre; un incremento de casi el 400%.
“Mi prepaga Medin SASMA ha aumentado descomunalmente. Multiplicaron por cinco la cuota de diciembre, un despropósito. A los 86 años no tenemos opción de cambio. Estamos prisioneros de sus decisiones. Para colmo, una audiencia arbitral no prosperó porque se declaran ‘no comprendidos’ en la resolución del Gobierno.”
El testimonio de Bianchi refleja la desesperación que sienten muchos afiliados. La imposibilidad de cambiar de prepaga a su edad y el fracaso de la audiencia arbitral agravan la situación. Esta problemática, lejos de ser un caso aislado, evidencia una creciente vulnerabilidad de los adultos mayores frente a los costos de la salud en el país.
La respuesta de la Superintendencia de Servicios de Salud
Ante la magnitud de las denuncias, la Superintendencia de Servicios de Salud, encabezada por Gabriel Oriolo, ha intimado a Medin a presentar la documentación que justifique estos exorbitantes aumentos. Se investiga la transparencia del proceso, y se busca claridad sobre cómo se justifica una subida de precios tan significativa.
Según datos de la Superintendencia, Medin cuenta con aproximadamente 180 afiliados, la gran mayoría de ellos de edad avanzada. La falta de un flujo constante de afiliados jóvenes, que en otras prepagas contribuye a equilibrar las cuentas, es un factor crítico en la crisis financiera que sufre Medin.
Otro caso: Luis Jastreb
Luis Jastreb, de 76 años y afiliado a Medin hace 32 años junto con su esposa, también denunció aumentos significativos. En su caso, el incremento entre enero y noviembre fue del 231%, pasando de una cuota de 307.035,23 pesos a 1.018.811,72 pesos. Como Bianchi, Jastreb se queja de la imposibilidad de cambiarse de prepaga debido a su edad y las enfermedades preexistentes tanto de él como de su esposa.
La situación de Jastreb es alarmante, especialmente considerando las enfermedades preexistentes que padecen ambos cónyuges. Estos casos resaltan la necesidad de una mayor protección y regulación del sector de las prepagas para evitar que personas vulnerables sean perjudicadas por la situación económica y la falta de políticas que ayuden a equilibrar los costos de la salud.
El panorama general y las perspectivas futuras
Mientras que el acuerdo entre el gobierno y las prepagas busca controlar los aumentos excesivos, algunos casos como el de Medin revelan que las consecuencias de la crisis se trasladan directamente a la población más vulnerable. El promedio de aumentos de prepagas entre enero y octubre en la zona metropolitana de Buenos Aires fue del 200,5%, según el INDEC. Sin embargo, casos como el de Medin con aumentos que casi duplican este índice, indican una realidad más compleja y alarmante.
Es necesario profundizar la investigación y tomar medidas para proteger los derechos de los afiliados, especialmente los de mayor edad. La falta de opciones y la precariedad económica de muchas personas jubiladas hacen urgente la búsqueda de soluciones concretas que impidan que se sigan vulnerando los derechos básicos de acceso a la salud.
El futuro de las prepagas en Argentina está en debate, y las consecuencias de las políticas actuales se reflejan en la realidad cotidiana de personas que no pueden afrontar los costos exorbitantes de los servicios de salud. La necesidad de regulación y protección al consumidor es más urgente que nunca.