La empresa de transporte urbano de Córdoba, Tamse, ha tomado la drástica medida de restringir los servicios nocturnos de varias líneas debido al incremento alarmante de ataques vandálicos contra sus unidades. El principal problema son los constantes ataques con piedras, que provocan daños materiales y, en ocasiones, heridas a pasajeros y conductores. Esta situación ha generado una crisis en el servicio de transporte público de la ciudad, afectando la movilidad de los ciudadanos y la seguridad de los trabajadores.
Aumento de la violencia y daños materiales
Eduardo Ramírez, presidente de Tamse, confirmó la escalada de violencia, declarando que “estamos sufriendo hechos de vandalismo, principalmente nos tiran piedras a los colectivos”. Los ataques no se limitan a la rotura de vidrios, ya que se han reportado casos de pasajeros y conductores heridos por las astillas de vidrio o por impactos directos. La gravedad de estos incidentes ha obligado a la empresa a tomar medidas inmediatas para salvaguardar la seguridad de sus empleados y usuarios.
El barrio Colinas de Vélez Sarsfield fue el primero en experimentar la suspensión de los recorridos nocturnos. Esta restricción, implementada inicialmente como medida de urgencia, ha generado inconvenientes a los vecinos que dependen del transporte público para sus desplazamientos durante la noche. La decisión de Tamse fue ampliamente criticada por los vecinos quienes manifiestan la necesidad de una mayor presencia policial.
Sin embargo, la empresa ha aclarado que la suspensión del servicio nocturno es una medida temporal y que se evaluará constantemente la posibilidad de restablecer el servicio completo, siempre y cuando se garantice el acompañamiento y la presencia de la fuerza policial en los barrios afectados. Se espera que con esta medida de prevención, se puedan minimizar los riesgos para los trabajadores y se pueda restablecer la normalidad en el transporte público en la zona.
Estrategia dinámica y respuesta a la violencia
Ramírez explicó que las restricciones al servicio no se aplican de forma estática y que la empresa monitorea constantemente los diferentes sectores de la ciudad. Los cortes y desvíos se realizan de forma dinámica según la situación de cada barrio, priorizando la seguridad y evitando transitar por las cuadras con mayor riesgo de vandalismo.
En lugar de detener el servicio de manera total en los sectores violentos, Tamse ha optado por realizar desvíos en las rutas, procurando mantener el funcionamiento de las líneas, pero evitando las zonas de conflicto más calientes. Esto permite que el servicio de transporte continúe funcionando en los barrios aunque no se pueda utilizar la ruta original. Según Ramírez, “nunca dejamos de pasar por los barrios afectados, solo hacemos desvíos para asegurar la integridad de todos”. Esta estrategia dinámica se ha mostrado flexible ante situaciones que implican alteración del orden, permitiendo adaptar el servicio a los incidentes que ocurran.
Inseguridad y vandalismo: un problema social complejo
El presidente de Tamse no solo se limitó a describir las medidas implementadas, sino que también analizó el contexto social que da origen a esta problemática. Ramírez expresó que la situación actual refleja un contexto social difícil y preocupado. Señaló que “hoy en día hay más vandalismo que otra cosa y, por supuesto, esto se debe a una situación económica y social, que realmente es preocupante para todos los cordobeses”.
Más allá del problema puntual de los ataques a colectivos, el ejecutivo de Tamse apuntó a un contexto social más amplio, vinculando la violencia urbana a factores económicos y sociales. Para Ramírez, se está observando “un quiebre social en algunos sectores de la ciudad”, lo que evidencia la complejidad del problema que requiere abordar tanto medidas de seguridad, como estrategias de contención social y desarrollo comunitario.
Mesa de trabajo conjunta: buscar soluciones
Tamse no ha actuado en solitario frente a esta crisis. La empresa ha creado una mesa de trabajo que involucra al Ministerio de Seguridad de la Provincia, el área de Seguridad de la Ciudad, la UTA (Unión Tranviarios Automotor), el Sindicato, la Secretaría de Transporte de la Ciudad y otros organismos. Este trabajo conjunto tiene como objetivo diseñar estrategias que permitan mitigar la violencia y resolver el conflicto de forma integral.
Entre las acciones que se están coordinando se encuentran el seguimiento de los colectivos a través del personal del 911, desde el Observatorio de la Movilidad, permitiendo dar una respuesta más rápida a cualquier situación de emergencia. También se prioriza el trabajo en el territorio, enfocándose en un trabajo con los vecinos para concienciar sobre la importancia de cuidar el servicio de transporte público. El objetivo principal es lograr una mayor prevención del delito mediante una labor social que impulse la convivencia entre los ciudadanos y el servicio público.
La estrategia incluye crear una mayor interacción entre la comunidad y las instituciones para resolver este problema de forma permanente, incluyendo el diálogo con las comunidades en los barrios que están más afectados. Además, la colaboración interinstitucional facilita el compartir información para realizar un seguimiento más efectivo de los incidentes y prevenir los ataques.
Ramírez se mostró optimista respecto a la posibilidad de resolver el problema a través del trabajo conjunto, manifestando que “tengo la certeza de que vamos a salir adelante de esta situación trabajando en equipo. Creo que seguramente vamos a llegar a buen puerto”.
un desafío para la convivencia urbana
Los ataques a los colectivos en Córdoba ponen de manifiesto un problema de inseguridad y vandalismo que trasciende los límites de Tamse y exige una solución integral. La respuesta debe basarse en un abordaje conjunto que incluya medidas de seguridad, estrategias de prevención y un trabajo social comprometido con la convivencia y el respeto por el bien común. Se espera que las acciones de colaboración entre las distintas instituciones, logren un impacto duradero, reestableciendo la tranquilidad a los pasajeros, los trabajadores de Tamse y a los habitantes de la ciudad de Córdoba.