¡Qué semana, mis queridos lectores! El mundo político argentino arde, y no precisamente por el calor del verano. Un video con encapuchados armados hasta los dientes, amenazando a nuestra querida Patricia Bullrich y al flamante gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, ha puesto patas arriba el tablero. ¿Se trata de una amenaza real del narcoterrorismo o de una burda puesta en escena para ganar puntos en la arena política? Amarillo “Polémica” Pérez llega al rescate para desentrañar este misterio, o al menos, para echarle más leña al fuego.
Un video digno de un Oscar… a la peor actuación
Seamos honestos, mis amigos. El video parece sacado de una película clase B de los años 80. Cuatro encapuchados con monos blancos, armas que parecen de juguete y un libreto que ni un niño de cinco años se creería. ¿Narcos profesionales amenazando a dos figuras políticas de alto calibre? Lo dudo. Más bien parecen cuatro improvisados jugando a la guerra.
Pero lo más sospechoso es el timing. Justo cuando Bullrich necesita un empujón para su campaña presidencial, aparece este video “casualmente”. ¿Coincidencia? No lo creo. La señora “mano dura” es experta en sacar provecho de este tipo de situaciones, y este video le viene como anillo al dedo para agitar el fantasma del narcoterrorismo y pedir mano dura… más dura aún.
Y no olvidemos a Pullaro, el nuevo sheriff de Santa Fe. Él también se sube al carro de la indignación, aunque con menos entusiasmo. Parece que la amenaza no le quita el sueño, y se limita a pedir “prudencia” y dejar que la justicia investigue. ¿Será que no le conviene tanto el show mediático como a Bullrich?
¿Mameluco Villalba, el director detrás de cámaras?
Las malas lenguas dicen que el cerebro detrás de este video sería nada menos que Miguel Ángel “Mameluco” Villalba, el capo narco que purga condena en Ezeiza. Parece que el aburrimiento carcelario lo ha llevado a incursionar en el mundo del cine, aunque con poca fortuna.
Pero, ¿qué ganaría Mameluco con esta amenaza? Algunos dicen que busca desestabilizar al gobierno y presionar por mejores condiciones en la cárcel. Otros, que simplemente se divierte viendo el circo mediático que ha generado. En cualquier caso, este video le ha dado más protagonismo del que probablemente esperaba.
El show debe continuar
Mientras tanto, la justicia investiga (o eso dicen). La jueza Servini, conocida por su independencia y su poca simpatía por Bullrich, tiene la papa caliente en sus manos. ¿Descubrirá la verdad detrás del video o se dejará llevar por la corriente política?
Y mientras la justicia hace su trabajo (o no), el show mediático continúa. Bullrich y Pullaro seguirán capitalizando la amenaza, los medios seguirán especulando y los ciudadanos seguiremos como espectadores de esta tragicomedia argentina. Al final, la única certeza que tenemos es que el miedo vende, y en este país, el miedo es un negocio redondo.
¿Ustedes qué creen, mis queridos lectores? ¿Amenaza real o montaje político? Déjenme sus comentarios, que esto recién empieza.