La música tropical argentina está de luto. Lía Crucet, la icónica “Reina de la Bailanta”, falleció a los 72 años en Mar del Plata tras una larga lucha contra el cáncer. Su partida deja un vacío en la escena musical y en el corazón de sus miles de seguidores que bailaron y cantaron al ritmo de sus pegadizos éxitos durante décadas.
De Gerli a la cima de la bailanta: El inicio de un reinado
Delia Crucet, su nombre real, nació en Gerli, provincia de Buenos Aires, el 8 de agosto de 1952. Sus inicios en el mundo del espectáculo fueron en el teatro de revista, compartiendo escenario con figuras como Nito Artaza, Moria Casán, Tristán, Jorge Porcel y Alberto Olmedo. Su exuberancia y carisma la convirtieron rápidamente en una de las vedettes más populares de la época.
A fines de los años 80, Lía decidió incursionar en la música tropical, un género que hasta entonces estaba dominado por hombres. Con su primer disco, “Yo no soy abusadora”, no solo se ganó un lugar en la escena musical, sino que también se convirtió en un símbolo de empoderamiento femenino con letras que desafiaban los estereotipos de la época.
El nacimiento de un ícono: “La Güera Salomé” y la consagración popular
Fue con su segundo álbum, “La Movidita”, que Lía Crucet alcanzó la cima de la música tropical. Temas como “La Güera Salomé” y “Qué Bello” se convirtieron en himnos de la bailanta, sonando en todas las fiestas y bailes populares del país. Su estilo único, una mezcla de cumbia, salsa y merengue, la consagró como la indiscutible “Reina de la Bailanta”.
Lía no solo conquistó al público con su música, sino también con su personalidad auténtica y cercana. Su figura, siempre exuberante y sin complejos, se convirtió en un símbolo de liberación para muchas mujeres. Ella misma decía: “Cuando mi cuerpo dejó de ser esbelto y gané kilos no pensé nunca en modificar mi vestuario. Seguí teniendo el ombligo al aire”. Una actitud que la hizo aún más querida por sus fans.
Más allá de la música: Lía en la televisión y el cine
La popularidad de Lía Crucet trascendió la música. Participó en programas de televisión como “Pasión de Sábado”, “Videomatch” y “Peor es Nada”, así como en los clásicos “Almorzando con Mirtha Legrand” y “Hola Susana”. También incursionó en el cine picaresco de los años 80, demostrando su versatilidad artística.
Su presencia en la pantalla chica siempre generaba revuelo. Su espontaneidad y su forma de hablar, sin filtros ni pretensiones, la conectaban directamente con la gente. Lía era genuina, y eso se reflejaba en cada una de sus apariciones públicas.
Una luchadora incansable: Los desafíos de la salud
En 2012, Lía fue diagnosticada con cáncer de útero, una batalla que enfrentó con valentía y optimismo. Años más tarde, en 2021, su salud se vio nuevamente comprometida por una neumonía y un accidente doméstico que le provocó una fractura de cadera. A pesar de las adversidades, Lía siempre mantuvo su espíritu luchador, aferrándose a la vida y a su pasión por la música.
En los últimos años, Lía se alejó de los escenarios para dedicarse a su recuperación. Su última aparición pública fue en su cumpleaños número 72, en agosto de 2023, donde se la vio rodeada del cariño de sus seres queridos.
El legado de la Reina: Una voz que seguirá sonando
La muerte de Lía Crucet conmocionó al mundo del espectáculo y a sus fanáticos. Su música, llena de alegría y ritmo, seguirá sonando en las fiestas y bailes populares, manteniendo vivo su legado como la “Reina de la Bailanta”. Su historia de vida, marcada por la lucha y la superación, es un ejemplo de perseverancia y pasión por el arte.
Lía Crucet fue mucho más que una cantante; fue un ícono popular que representó la alegría y la autenticidad de la música tropical argentina. Su partida deja un vacío irremplazable, pero su música y su recuerdo permanecerán vivos en el corazón de quienes la amaron y admiraron.
Por el amor de la gente – Lía Crucet, cuando le preguntaron por qué elegía la música