Argentina y Brasil sellaron un acuerdo histórico que permitirá a Vaca Muerta abastecer al mercado brasileño con gas natural en los próximos años. Este convenio, firmado en el marco de la cumbre del G20, abre una nueva era en las relaciones comerciales bilaterales, con implicaciones económicas y políticas de gran envergadura para ambos países. Sin embargo, la concreción del acuerdo depende del desarrollo y la viabilidad de cinco rutas de transporte, cada una con sus propios desafíos y oportunidades.
Cinco rutas, un mismo objetivo: llevar el gas de Vaca Muerta a Brasil
El acuerdo entre los gobiernos de Javier Milei y Luiz Inácio Lula da Silva establece el objetivo de exportar hasta 30 millones de metros cúbicos de gas diario desde Vaca Muerta a Brasil en un plazo de cinco años. Para lograr esta meta, se han identificado cinco rutas potenciales, cada una presentando ventajas y desventajas en términos de costo, tiempo de implementación y capacidad de transporte:
- “Aprovechar la infraestructura existente del Gasoducto Brasil-Bolivia (Gasbol)”
- “Construcción de un nuevo gasoducto que atraviese Paraguay”
- “Ampliación de un ducto a través de Uruguayana”
- “Extensión del gasoducto que conecta Argentina con Montevideo”
- “Exportación de Gas Natural Licuado (GNL) mediante barcazas o plantas de licuefacción”
Análisis de las rutas de transporte
1. Gasoducto Brasil-Bolivia (Gasbol): La opción más rápida
Esta ruta se presenta como la más viable a corto plazo, aprovechando la infraestructura existente del Gasoducto Brasil-Bolivia. Sin embargo, requiere la negociación de una tarifa de peaje con Bolivia y la inversión en la segunda etapa de la Reversa del Norte para asegurar el suministro suficiente desde Vaca Muerta. Se estima que alcanzar la capacidad de exportación requerida implicará la instalación de loops y plantas compresoras, con un plazo de entrega cercano a 2026.
2. Nuevo gasoducto a través de Paraguay: Una inversión a gran escala
La construcción de un nuevo gasoducto a través de Paraguay representa una inversión de 1500 millones de dólares, ofreciendo un nuevo corredor de exportación. Esta opción implicaría un mayor tiempo de ejecución pero, a largo plazo, brindaría una capacidad de transporte significativa. La viabilidad de este proyecto depende de la colaboración entre los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay para garantizar el financiamiento y la construcción de la infraestructura necesaria.
3 y 4. Rutas a través de Uruguayana y Montevideo: Potencial para expansión a corto plazo
La expansión de los ductos existentes a través de Uruguayana y la extensión del gasoducto a Montevideo presentan una alternativa viable para incrementos escalonados en el envío de gas. Se necesitarían nuevas plantas compresoras y las conexiones con Brasil serían más directas y podrían implicar menores costes.
5. Exportación de GNL: Flexibilidad con altos costes iniciales
La exportación de GNL mediante barcazas o la construcción de nuevas plantas de licuefacción ofrece mayor flexibilidad pero implica una inversión inicial significativa en infraestructura y equipos. El proyecto de Pan American Energy y Golar para exportar 11,5 millones de metros cúbicos diarios a partir de 2027 ya está en marcha, mientras que YPF planea construir una planta con capacidad para el 2031. Esta opción representa una apuesta a largo plazo que podría convertirse en una alternativa clave para las exportaciones a otros países.
Los desafíos para la concreción del acuerdo
A pesar de su potencial, la concreción de este acuerdo no está exenta de desafíos. La principal dificultad radica en la necesidad de mantener bajos los costes de producción del gas para garantizar su competitividad en el mercado internacional. Esto requiere un esfuerzo conjunto de todos los actores involucrados: gobiernos provinciales, municipios, sindicatos, comunidades originarias y el gobierno nacional. La coordinación de políticas regulatorias y fiscales, la contención de los costos laborales, y la prevención de extorsiones a las empresas productoras serán claves para el éxito de este emprendimiento.
Implicaciones económicas y políticas
Para Argentina, la exportación de gas a Brasil representa una oportunidad crucial para diversificar su matriz exportadora, obtener ingresos en dólares y mejorar su balanza comercial con Brasil, que actualmente es deficitaria. El gas se posicionaría como un nuevo pilar de su economía, además de la soja y el maíz, atrayendo inversiones en infraestructura y fortaleciendo el desarrollo de Vaca Muerta. Para Brasil, el acuerdo garantiza una fuente de energía segura y a un precio competitivo para abastecer su creciente demanda industrial y para la producción de fertilizantes.
Desde un punto de vista político, el acuerdo simboliza una superación de las tensiones ideológicas entre los gobiernos de Milei y Lula. A pesar de sus diferencias, ambos mandatarios han logrado encontrar puntos en común para beneficiar a sus países, demostrando la posibilidad de cooperación en materia energética, más allá de las divergencias políticas.
El futuro del gas de Vaca Muerta y la relación Argentina-Brasil
El acuerdo para exportar gas de Vaca Muerta a Brasil representa un paso significativo en el desarrollo de la industria energética argentina y en las relaciones comerciales bilaterales. Si bien se plantean desafíos en materia logística y económica, la potencialidad de este proyecto es inmensa. El éxito dependerá de la capacidad de todos los actores involucrados de coordinar sus acciones y de llevar adelante las inversiones necesarias para concretar la transferencia del gas a Brasil, a través de cualquiera de las cinco rutas estudiadas. Este acuerdo posiciona a Argentina como un jugador estratégico en la región y se anticipa como un motor de crecimiento económico a futuro, tanto en el ámbito doméstico como en sus relaciones con el exterior.