El reciente despido del fotógrafo oficial de la vicepresidenta Victoria Villarruel, “Rob”, tras acusaciones de acoso y la enérgica defensa de la diputada Lilia Lemoine, han desatado una nueva controversia en el seno del gobierno de Javier Milei. Este incidente, que se suma a las ya conocidas tensiones entre el presidente y su vice, pone en evidencia las profundas divisiones internas y las luchas de poder que atraviesan La Libertad Avanza.
Un despido envuelto en polémica
La desvinculación de “Rob”, quien acompañó a Villarruel durante toda la campaña presidencial y el primer año de gobierno, se produjo tras denuncias de acoso a menores de edad y el envío de fotos de partes íntimas. Si bien el entorno de la vicepresidenta ha negado que el despido se deba a motivaciones políticas, la diputada Lemoine, ferviente defensora de Milei, lo atribuye a una purga interna contra los seguidores del presidente.
Según Lemoine, “Rob” fue echado por mostrar su apoyo público a Milei en redes sociales. Esta versión contrasta con la del equipo de Villarruel, que asegura haber actuado en base a “conductas inapropiadas” del fotógrafo. La falta de una denuncia formal ante la justicia y las dudas sobre la veracidad de las acusaciones alimentan las sospechas de una operación política para desprestigiar al entorno de la vicepresidenta.
“Es nuestro militante y lo rajaron porque apoyaba con likes a nuestro líder Javier Milei”, disparó la diputada Lilia Lemoine.
Milei y Villarruel: una relación signada por la tensión
El caso del fotógrafo se enmarca en un contexto de crecientes diferencias entre Milei y Villarruel. La reciente gira presidencial por Italia, durante la cual Milei pronunció la frase “Roma no paga traidores”, y la polémica sesión del Senado que destituyó a Edgardo Kueider, aliado de la vicepresidenta, son solo algunos ejemplos de la tensa relación entre ambos.
Las desavenencias entre ambos líderes no son nuevas. Desde el inicio del gobierno, se han evidenciado discrepancias en temas clave como la estrategia política, la relación con otros partidos y la conformación del gabinete. La falta de una agenda común y la competencia por el liderazgo dentro de La Libertad Avanza han generado un clima de desconfianza y enfrentamiento que amenaza la estabilidad del gobierno.
La interna libertaria y sus consecuencias
La disputa por el poder dentro del espacio libertario no se limita a Milei y Villarruel. La irrupción de figuras como Lilia Lemoine, con su estilo confrontativo y su lealtad incondicional al presidente, ha añadido un nuevo elemento de tensión. La lucha por el control del partido y la definición de la línea política de cara a las próximas elecciones legislativas podrían profundizar las divisiones internas y debilitar la imagen de La Libertad Avanza.
El caso del fotógrafo despedido, más allá de sus particularidades, revela la fragilidad del armado político libertario y la dificultad de Milei para consolidar su liderazgo. La falta de experiencia en la gestión gubernamental, las diferencias ideológicas y las ambiciones personales de algunos dirigentes podrían poner en riesgo el proyecto político que llevó al economista a la presidencia.
Las consecuencias de estas disputas internas podrían ser devastadoras para La Libertad Avanza. La pérdida de credibilidad ante el electorado, la fragmentación del partido y el debilitamiento del gobierno son solo algunos de los posibles escenarios. Si Milei no logra controlar la situación y unificar a su espacio, su proyecto político podría verse seriamente comprometido.
El rol de los medios y la opinión pública
En este contexto, el rol de los medios de comunicación y la opinión pública será crucial. La forma en que se cubra este caso y otros conflictos internos dentro de La Libertad Avanza podría influir en la percepción de la sociedad sobre el gobierno y sus protagonistas. Es fundamental que la prensa mantenga una postura crítica e independiente, investigando a fondo las acusaciones y presentando todas las versiones de los hechos.
Asimismo, la opinión pública deberá estar atenta a las acciones y declaraciones de los diferentes actores políticos, analizando críticamente sus discursos y motivaciones. La construcción de una ciudadanía informada y participativa es esencial para fortalecer la democracia y evitar la manipulación política.
El futuro del gobierno de Milei y de La Libertad Avanza dependerá, en gran medida, de su capacidad para resolver sus conflictos internos y construir un proyecto político sólido y coherente. El caso del fotógrafo despedido es una señal de alarma que no debe ser ignorada. La estabilidad política y el futuro del país están en juego.