La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEYN) de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) celebra su 50 aniversario en un contexto complejo, marcado por la crisis económica y las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei. En una entrevista radial, la decana Nora Ferreyra expresó su preocupación por el desfinanciamiento de la universidad pública y advirtió sobre la pérdida de soberanía que esto implica. “Desfinanciar la universidad es perder el compromiso con la educación, con la ciencia y todo ello viene aparejado a una pérdida de soberanía”, sentenció.
Cinco décadas de historia y desafíos
Creada el 26 de diciembre de 1974, la FCEYN ha transitado un largo camino formando profesionales y contribuyendo al desarrollo científico y tecnológico de la región. A lo largo de estas cinco décadas, la facultad ha enfrentado diversos desafíos, desde las dictaduras militares hasta las recurrentes crisis económicas. Sin embargo, la actual coyuntura, signada por las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Milei, presenta una amenaza sin precedentes para la universidad pública.
Ferreyra, quien lleva 40 años en la institución, describió el 2024 como “un año muy, muy difícil” debido a la inflación galopante y la falta de recursos. Para ilustrar la magnitud del problema, la decana comparó el precio de un microscopio: “El año pasado comprábamos uno con 500 mil pesos y en abril de este año necesitábamos 2 millones de pesos”. Esta situación, según Ferreyra, no solo afecta la compra de equipamiento esencial, sino que también impacta en los salarios docentes, “que están absolutamente desactualizados”. A pesar de las dificultades, la facultad continúa “pagando los sueldos”, aunque la decana reconoce que la situación es insostenible a largo plazo.
El impacto del desfinanciamiento en la educación superior
La decana de la FCEYN no solo se limita a describir la situación económica de la facultad, sino que también analiza las consecuencias del desfinanciamiento en la educación superior y en el país. Para Ferreyra, la inversión en educación y ciencia es fundamental para el desarrollo soberano de una nación. “Desfinanciar la universidad implica perder el compromiso con el futuro, con la formación de profesionales capacitados para afrontar los desafíos del siglo XXI”, argumentó. Además, la falta de recursos dificulta la investigación científica y tecnológica, limitando la capacidad del país para generar conocimiento e innovación.
En este sentido, las palabras de Ferreyra se asemejan a las de otros referentes de la educación superior que han alzado su voz para denunciar las consecuencias de las políticas de ajuste en el sector. Rectores, docentes, investigadores y estudiantes han advertido sobre el riesgo de un éxodo de cerebros, la imposibilidad de llevar adelante proyectos de investigación y la degradación de la calidad educativa. La UNLPam, como parte del sistema universitario nacional, no está exenta de estas problemáticas y se enfrenta a un futuro incierto si no se revierte la tendencia al desfinanciamiento.
La crítica de Ferreyra a la gestión de Milei se enmarca en un contexto de creciente preocupación por el futuro de la universidad pública. El discurso del presidente, que cuestiona el rol del Estado y promueve la privatización de servicios esenciales, ha generado alarma en la comunidad académica. Ferreyra, al igual que otros referentes del sector, defiende la importancia de un Estado presente que garantice el derecho a la educación superior para todos los ciudadanos.
En sus declaraciones, la decana también cuestionó la falta de debate público sobre el rol del Estado: “Nos ha faltado hablar de lo que significa el Estado en cada una de nuestras vidas”. Esta afirmación pone de manifiesto la necesidad de un diálogo social más profundo sobre el modelo de país que se quiere construir. La universidad pública, como espacio de formación crítica y debate, tiene un rol fundamental que desempeñar en este proceso.
Más allá del aniversario, las declaraciones de Ferreyra ponen sobre la mesa un debate crucial para el futuro de Argentina. El financiamiento de la universidad pública no es solo una cuestión presupuestaria, sino una decisión política que define el tipo de sociedad que se aspira a construir. La inversión en educación, ciencia y tecnología es esencial para el desarrollo económico, social y cultural del país.
En un contexto de polarización política, las universidades públicas se convierten en espacios de resistencia y defensa de la educación como un derecho fundamental. Las palabras de la decana de la FCEYN son un llamado a la reflexión y a la acción para toda la sociedad argentina. El futuro de la universidad pública depende del compromiso de todos.
El cincuentenario de la FCEYN se celebra en un momento crucial para la educación superior en Argentina. La comunidad universitaria se enfrenta al desafío de defender la universidad pública como un espacio de conocimiento, investigación y formación de profesionales comprometidos con el país. La advertencia de la decana Ferreyra sobre la pérdida de soberanía por el desfinanciamiento de la universidad es un llamado a la reflexión y a la acción para toda la sociedad.
Los festejos por los 50 años de la facultad continuarán durante el primer cuatrimestre de 2025. Sin embargo, la celebración se ve empañada por la incertidumbre sobre el futuro. La comunidad educativa de la UNLPam espera que las autoridades nacionales escuchen sus reclamos y garanticen el financiamiento necesario para que la universidad pública pueda seguir cumpliendo su rol fundamental en la formación de profesionales y en el desarrollo del país.