El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha fijado como objetivo el fin de la guerra en 2025 a través de negociaciones diplomáticas. Sin embargo, esta aspiración se enfrenta a una compleja realidad en el terreno, con el avance del ejército ruso en el este del país y la incertidumbre sobre la voluntad de paz del presidente ruso, Vladimir Putin.
La Declaración de Zelensky: Un Deseo y una Estrategia
Zelensky ha reiterado en varias ocasiones su compromiso con la vía diplomática para resolver el conflicto. Su declaración de buscar el fin de la guerra en 2025 no es una simple esperanza, sino una estrategia que busca definir un horizonte temporal y una meta clara para las negociaciones. Esta declaración sirve para mantener la moral ucraniana, enviar un mensaje de perseverancia y resistencia al mundo, y ejercer presión sobre las partes involucradas para que se sienten a la mesa de negociaciones.
Sin embargo, la viabilidad de este objetivo depende de varios factores, algunos de ellos fuera del control de Ucrania. El principal es la actitud de Rusia, y sobre todo la voluntad real de Vladimir Putin de buscar la paz.
La Posición de Putin: Obstáculos para la Paz
Putin ha insistido en varias ocasiones en la necesidad de negociar, pero sus condiciones son inaceptables para Ucrania. La exigencia del Kremlin de que cualquier acuerdo de paz tenga en cuenta las “nuevas realidades territoriales” implica el reconocimiento de la anexión ilegal de territorios ucranianos. Esto representa para Ucrania una cesión inaceptable de soberanía e integridad territorial.
El mensaje implícito de Putin es claro: la guerra continúa mientras Rusia no logre sus objetivos territoriales, y la diplomacia es solo una herramienta para legitimar los avances militares de su ejército. A menos que Putin cambie su posición y acepte negociar sobre la base de la integridad territorial de Ucrania, cualquier negociación resultará infructuosa.
El Factor Trump: Una Incógnita en la Ecuación
La victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos introduce un factor de incertidumbre considerable en el conflicto ucraniano. Trump ha manifestado en repetidas ocasiones su deseo de poner fin a la guerra, pero sus propuestas y declaraciones ambiguas han generado preocupación en Ucrania y en Europa.
Su historial de relaciones con Putin y sus críticas al apoyo de Estados Unidos a Ucrania plantean dudas sobre su posible estrategia hacia el conflicto. Algunos temen que una presidencia Trump pueda llevar a un debilitamiento del apoyo occidental a Ucrania, y a concesiones que perjudicarían seriamente a Kiev. La posibilidad de una pronta retirada de la ayuda militar de Estados Unidos, el principal sostén del esfuerzo bélico ucraniano, constituye la mayor preocupación.
El Apoyo de Estados Unidos y el Futuro de la Guerra
El apoyo militar de Estados Unidos ha sido crucial para Ucrania. Este apoyo ha permitido al ejército ucraniano resistir la invasión rusa durante más de dos años, e incluso contrarrestar algunas ofensivas. Una eventual disminución o cese de este apoyo debido a un cambio de administración en Estados Unidos podría alterar significativamente el equilibrio de poder en la zona.
La continuidad o no de la ayuda militar americana dependerá en gran medida del tono y las políticas del próximo gobierno. Además, la presión pública en Estados Unidos por el fin de la ayuda a Ucrania sigue vigente. Será necesario que Zelensky y su gobierno se esfuercen en mantener el apoyo político y financiero occidental para poder sostener la presión internacional sobre Putin.
El Dilema Ucraniano: Negociar o Resistir
Ucrania se enfrenta a un dilema complejo: la necesidad de negociar para poner fin a la guerra y proteger a su población, frente a la imposibilidad de ceder terreno a Rusia sin sacrificar su integridad territorial y soberanía. El avance militar ruso en el este del país añade presión adicional a Ucrania para que busque una salida diplomática.
Zelensky, consciente de la necesidad de mantener una estrategia equilibrada, debe simultáneamente preparar una base sólida para una eventual negociación, a través de éxitos militares que mejoren su posición, y lograr la continuación del apoyo internacional para mantener las presiones políticas sobre Rusia.
El Camino hacia la Paz en Ucrania
El deseo de Zelensky de lograr una solución diplomática para el fin de la guerra en 2025 es laudable, pero la situación actual se encuentra cargada de complejidades y riesgos. El desenlace del conflicto depende no solo de las aspiraciones de Kiev, sino también de las posiciones, decisiones y acciones de Putin y de las políticas que adopte la futura administración estadounidense. La perseverancia de la resistencia ucraniana, apoyada en el sostenimiento del apoyo internacional, se muestra como la clave para encontrar una salida que garantice un futuro libre y pacífico para el pueblo ucraniano.