La plataforma X, antes conocida como Twitter, ha anunciado un cambio significativo en su política de privacidad que ha generado una ola de controversia y una migración acelerada de usuarios hacia alternativas como Bluesky. A partir del 15 de noviembre de 2024, X se reserva el derecho de vender datos personales de sus usuarios a terceros para el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial. Esta decisión, comunicada discretamente a través de una entrada de blog en octubre, ha intensificado el debate sobre la privacidad de los datos y el uso ético de la inteligencia artificial.
El cambio en la política de privacidad: Venta de datos para entrenar IA
La modificación clave se encuentra en la sección “Colaboradores de terceros” de la política de privacidad actualizada. X declara explícitamente que puede compartir información con terceros, incluyendo el uso de dicha información para entrenar sus modelos de IA, tanto generativos como de otro tipo. Esta autorización se aplica por defecto a todos los usuarios, a menos que se desactive la opción correspondiente en la configuración de la aplicación.
La compañía argumenta que el intercambio de datos con socios comerciales es necesario para el funcionamiento y mejora de sus productos. Sin embargo, desactivar la opción en “Datos compartidos con socios comerciales” dentro de “Intercambio y personalización de datos” permitirá evitar que la “información adicional” – datos que podrían ser utilizados en el entrenamiento de IA – sea compartida con terceros.
Cómo desactivar el envío de tus datos a terceros
Para aquellos que deseen proteger su privacidad, la desactivación de esta opción es un paso fundamental. Para ello, los usuarios de X deben acceder a la configuración de la aplicación, navegar hasta la sección “Privacidad y seguridad”, entrar en “Intercambio y personalización de datos”, y finalmente, dentro de “Datos compartidos con socios comerciales”, desactivar la casilla correspondiente al entrenamiento de IA. Es importante notar que, incluso desactivando esta opción, X continúa compartiendo información con socios comerciales para la mejora de sus servicios.
No obstante, existe un matiz importante. Si bien la aplicación ofrece la posibilidad de desactivar el uso de los datos para el entrenamiento de IA de terceros, la validez legal de dicha opción fuera de la Unión Europea ha sido cuestionada. Los términos de servicio de X no contemplan explícitamente la posibilidad de negarse al uso de los datos con este fin.
El caso de Europa: Diferencias en la regulación
Para los usuarios de la Unión Europea, la situación es ligeramente diferente. Aunque los términos de servicio son los mismos, X ha llegado a un acuerdo con los organismos reguladores para no usar los datos de usuarios europeos en el entrenamiento de IA de terceros. Esto se debe al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que exige el consentimiento explícito para el uso adicional de los datos personales. En este caso, la falta de un consentimiento explícito obtenido por X deja un vacío legal relevante.
El auge de Bluesky: ¿Una alternativa a X?
El anuncio de X, junto con otras controversias recientes alrededor de la plataforma, ha acelerado la migración de usuarios hacia Bluesky. Esta red social, basada en un protocolo descentralizado, se presenta como una alternativa atractiva por su enfoque en la privacidad. Al evitar recolectar datos personales de los usuarios, Bluesky ofrece una experiencia más privada y controlada. Esta diferencia fundamental en el modelo de negocio está atrayendo a una gran cantidad de usuarios.
El crecimiento exponencial de Bluesky, con más de un millón de registros en 24 horas en un momento, evidencia la preocupación de los usuarios por la privacidad y el uso de sus datos. El rápido crecimiento de Bluesky refleja una creciente demanda de plataformas que prioricen la privacidad del usuario, en contraste con las prácticas de otras redes sociales más centralizadas.
Grok y la IA de Elon Musk
Es importante destacar que X también está utilizando los datos de sus usuarios para entrenar su propia IA, Grok, que actualmente está disponible solo para suscriptores de pago. Similar al caso del entrenamiento de IA de terceros, los usuarios tienen la opción de desactivar el uso de sus datos para el entrenamiento de Grok, aunque nuevamente, la solidez legal de esa opción fuera de la UE sigue siendo incierta.
La creación de Grok por parte de XAI, empresa propiedad de Elon Musk, añade otro elemento de complejidad a la discusión. A pesar de sus frecuentes advertencias públicas sobre los riesgos de la IA, Musk sigue involucrado en el desarrollo y comercialización de estas tecnologías. Esto, en combinación con la venta de datos de usuarios para entrenar IA, plantea interrogantes sobre la coherencia entre sus declaraciones públicas y sus acciones comerciales.
Privacidad, elección y el futuro de las redes sociales
El cambio en la política de privacidad de X destaca la tensión creciente entre la necesidad de innovación en el campo de la inteligencia artificial y la protección de la privacidad de los datos de los usuarios. La opción ofrecida por X para desactivar el uso de sus datos para el entrenamiento de IA de terceros presenta limitaciones significativas, especialmente fuera de la UE. La respuesta de los usuarios, en forma de migraciones a alternativas más privadas como Bluesky, indica una creciente demanda de un mayor control y transparencia en el uso de sus datos personales.
Este evento nos invita a reflexionar sobre la importancia de la transparencia y el consentimiento informado en el manejo de nuestros datos en el entorno digital. La migración masiva a plataformas que priorizan la privacidad indica que los usuarios están dispuestos a buscar alternativas si sus datos no son manejados de manera responsable y ética. El futuro de las redes sociales estará, en gran medida, determinado por la capacidad de las plataformas para equilibrar la innovación con el respeto a la privacidad del usuario.