La vicepresidenta Victoria Villarruel ha salido a desmentir públicamente los rumores de una posible ruptura con el presidente Javier Milei y ha rechazado cualquier idea de “moderación” en el rumbo del gobierno. Sus declaraciones se producen en medio de tensiones internas dentro de la coalición gobernante y tras la controversia generada por la expulsión del senador Edgardo Kueider, una decisión que Milei cuestionó por la ausencia de Villarruel del país en ese momento.
Villarruel reafirma su lealtad a Milei y al proyecto político
A través de un mensaje publicado en su cuenta de X (anteriormente Twitter), Villarruel aseguró ser “parte del espacio que gobierna nuestro país, desde su misma fundación”, y negó estar involucrada en ningún armado político propio. Enfatizó que su única lealtad es hacia Milei y el proyecto que ambos comparten, desmintiendo así las especulaciones sobre un posible distanciamiento o una búsqueda de un perfil propio dentro del gobierno.
La vicepresidenta recordó los inicios de su carrera política junto a Milei, cuando ambos eran diputados y enfrentaban la oposición del kirchnerismo. “Nos hacían la vida imposible, nos destrataban e intentaban denigrarnos”, rememoró, destacando la unidad y la convicción que los unió en ese entonces y que, según ella, se mantiene intacta hasta hoy. Villarruel subrayó que no hay espacio para la moderación en la actualidad y que seguirá defendiendo las ideas que la llevaron a formar parte del proyecto de Milei.
No estoy participando de ningún armado político y cuando lo haga, lo haré donde el Presidente Milei me lo pida.
Este contundente mensaje busca acallar las versiones que circularon en algunos medios sobre la posible creación de un nuevo espacio político liderado por Villarruel. La vicepresidenta fue tajante al afirmar que cualquier decisión sobre su futuro político estará supeditada a la voluntad del presidente Milei.
El Partido Moderado y la defensa de Villarruel
En medio de la controversia, un grupo autodenominado “Partido Moderado” emitió un comunicado en apoyo a Villarruel, criticando duramente a Milei por sus cuestionamientos a la vicepresidenta. El partido, liderado por Walter Eiguren Hernández, calificó las críticas de Milei como “desproporcionadas” y “divorciadas del compromiso electoral” asumido por la fórmula presidencial. Según el comunicado, el objetivo de estos ataques sería “esmerilar, desgastar y crear un clima de división” en el gobierno.
El Partido Moderado defendió la lealtad de Villarruel a Milei y al proyecto político, y la instó a no ceder ante las presiones internas. Además, hizo un llamado a la unidad y al diálogo dentro del oficialismo, advirtiendo que las divisiones solo benefician a la oposición. Sin embargo, fuentes cercanas a Villarruel negaron cualquier vínculo con Eiguren Hernández y su partido, desestimando la idea de un armado político por parte de la vicepresidenta.
Tensión en la coalición gobernante: ¿Unidad o ruptura?
Las recientes declaraciones de Villarruel y el comunicado del Partido Moderado ponen en evidencia las tensiones existentes dentro de la coalición gobernante. La controversia por la expulsión de Kueider y los rumores de distanciamiento entre Milei y Villarruel han generado incertidumbre sobre la estabilidad del gobierno y la capacidad de La Libertad Avanza para llevar adelante su agenda política.
Si bien Villarruel ha reafirmado su lealtad a Milei, las diferencias en el manejo de la crisis política y la aparición de grupos como el Partido Moderado sugieren la existencia de distintas visiones dentro del espacio. La pregunta que se plantea ahora es si estas diferencias podrán ser superadas en pos de la unidad del gobierno o si, por el contrario, conducirán a una ruptura definitiva.
El futuro del gobierno de Milei dependerá en gran medida de su capacidad para gestionar estas tensiones internas y construir un liderazgo sólido que aglutine a las distintas facciones de su espacio. La cohesión interna será clave para enfrentar los desafíos económicos y sociales que enfrenta Argentina y para implementar las reformas prometidas durante la campaña electoral.
Mientras tanto, la oposición observa con atención el desarrollo de la interna en el oficialismo, buscando capitalizar cualquier signo de debilidad o división. El kirchnerismo, principal fuerza opositora, ha intensificado sus críticas al gobierno de Milei, denunciando su “incapacidad” para gobernar y la “falta de rumbo” de su gestión. En este contexto, la unidad de La Libertad Avanza se vuelve aún más crucial para asegurar la gobernabilidad del país.
En los próximos meses se definirá el futuro del gobierno de Milei y el rol que jugará Victoria Villarruel en él. ¿Logrará la coalición gobernante superar sus diferencias y consolidar su proyecto político? ¿O las tensiones internas terminarán por fracturar el espacio y debilitar al gobierno? El tiempo dirá.