La Armada Nacional de Uruguay ha dado un paso significativo en la consolidación de su capacidad científica y tecnológica con la incorporación del buque ROU 22 “Oyarvide”. Esta adquisición, concretada a través de una inversión de 3.5 millones de dólares por parte del Ministerio de Defensa, marca un hito en la investigación oceanográfica del país y refuerza el compromiso del Uruguay con la soberanía marítima. El “Oyarvide”, un buque con una rica historia y tecnología de punta, se convierte en una herramienta fundamental para el desarrollo científico y la protección de los intereses nacionales en el mar.
Un gigante de la investigación con un pasado ilustre
Botado en 1967 bajo el nombre de “Mount Mitchell”, el “Oyarvide” sirvió inicialmente a la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos. Durante décadas, este buque de 70 metros de eslora y 12.7 metros de manga surcó las aguas del Atlántico Norte y el Golfo Pérsico, participando en investigaciones oceanográficas, mapeo del lecho marino e instalación de cables submarinos. Tras ser dado de baja en 1995, fue adquirido y modernizado por la empresa Global Seas en 2001, dotándolo de tecnología de punta en materia de investigación y navegación. En 2008 se le instalaron sistemas de mapeo multihaz de alta resolución, consolidando su perfil como una plataforma de investigación de primer nivel.
Hoy, rebautizado como ROU 22 “Oyarvide” en honor al marino y cartógrafo español que realizó importantes contribuciones a la cartografía de la costa uruguaya en el siglo XVIII, el buque se integra a la flota uruguaya con la misión de impulsar la investigación científica marina. Su llegada al puerto de Montevideo el pasado 29 de noviembre, tras un viaje de 45 días desde Seattle, fue recibida con una ceremonia oficial encabezada por el Ministro de Defensa, Armando Castaingdebat, y el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Jorge Wilson.
Tecnología de punta para desentrañar los secretos del mar
El “Oyarvide” cuenta con un equipamiento de última generación que lo convierte en una herramienta invaluable para la investigación científica. Su sonar de mapeo de fondo Konsgberg EM 120 y EM 710 permite obtener imágenes de alta resolución del lecho marino, hasta una profundidad de 11.000 metros. Además, posee una Válvula Seachest de 500 mm que facilita la instalación del sistema HiPAP, crucial para la navegación y posicionamiento preciso.
Con una capacidad para albergar hasta 60 personas, el buque dispone de una sala de recopilación de datos con doce estaciones de trabajo conectadas en red, un laboratorio de última generación y una amplia cubierta de trabajo de 280 metros cuadrados. Su autonomía de 7.550 litros de combustible por día a una velocidad de 12.5 nudos le permite realizar extensas misiones de investigación en alta mar, incluyendo la Antártida.
Más allá de la ciencia: soberanía y cooperación regional
La incorporación del “Oyarvide” no solo fortalece la investigación científica, sino que también consolida la presencia del Estado uruguayo en su Zona Económica Exclusiva. El buque contribuirá a la vigilancia y control de las aguas jurisdiccionales, la protección del medio ambiente marino y la prevención de la contaminación. Además, se espera que el “Oyarvide” promueva la cooperación regional en materia de investigación científica, facilitando la colaboración con instituciones académicas y organismos internacionales.
El “Oyarvide” se convierte así en un símbolo del compromiso de Uruguay con el desarrollo científico, la soberanía nacional y la cooperación regional. Su capacidad para realizar investigaciones de vanguardia en el ámbito marino abre un nuevo capítulo en la historia de la ciencia uruguaya y posiciona al país como un actor relevante en la investigación oceanográfica a nivel regional e internacional.