La guerra en Ucrania ha entrado en una fase crítica. Tras casi dos años y medio de conflicto, el ejército ucraniano se encuentra en una situación de grave agotamiento, con tropas y recursos mermados después de intensos combates. El avance ruso, particularmente en el este, se intensifica, dejando a Ucrania en una situación precaria. Esta situación se agrava con la inminente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, generando incertidumbre sobre el futuro apoyo militar de Estados Unidos.
Agotamiento de las Fuerzas Armadas Ucranianas
Testimonios de comandantes y soldados ucranianos en el frente describen un panorama alarmante. La falta de personal es crucial. En algunos sectores del frente, los soldados ucranianos están superados en número hasta seis veces por las fuerzas rusas. El desgaste de las brigadas de combate veteranas, agotadas por años de combates incesantes, se refleja en la falta de soldados de infantería para las líneas de defensa. La escasez de comandantes experimentados para entrenar y dirigir a los reclutas sin experiencia de combate es un factor que profundiza el problema.
Además de la falta de soldados, la escasez de armas de mediano y largo alcance dificulta una campaña efectiva contra los objetivos claves rusos. El suministro de municiones, incluyendo sistemas avanzados de artillería como los HIMARS, ha disminuido notoriamente, dejando a las fuerzas ucranianas con menos capacidades ofensivas. Los drones, que representan ahora una parte esencial en las capacidades ucranianas, se han convertido en blanco prioritario de las fuerzas rusas, enfrentando ataques con bombas de hasta 500 kilos.
El Avance Ruso en el Este de Ucrania
El Instituto para el Estudio de Guerra (ISW) revela que Rusia ha ganado considerablemente más territorio en 2024 que en 2023. En lo que va del año, las fuerzas rusas han avanzado hacia importantes ejes logísticos en la región oriental del Donbás, obteniendo ganancias territoriales significativas en ciudades como Kupiansk y Kurakhove. El avance ruso hacia Kurakhove, un último bastión ucraniano en la región meridional de Donetsk, es particularmente preocupante, ya que podría abrir una ruta hacia la estratégica ciudad de Pokrovsk.
Aunque Rusia ha conseguido avances territoriales importantes, el costo humano para Moscú es también sustancial. Informes indican decenas de miles de bajas rusas, incluso más en los últimos meses. Pero esta estrategia de ‘trituradora de carne’, basada en enviar oleadas de soldados al frente con escasa consideración por las bajas, refleja una creciente presión para avanzar y tomar el control del territorio ucraniano. A pesar de su alto costo, esta táctica parece estar funcionando.
La Incertidumbre de la Era Trump
La elección de Donald Trump ha sembrado incertidumbre en Ucrania, particularmente en la relación con Estados Unidos. Las declaraciones de Trump, en las que ha indicado su intención de poner fin al conflicto de inmediato si es elegido, provocan serias dudas sobre la continuación del apoyo militar estadounidense. Esto desata temores de recortes a la asistencia militar crucial para Ucrania, como municiones, armas, e incluso entrenamientos.
La administración Biden, en un aparente intento de fortalecer la posición de Ucrania ante una posible retirada de ayuda militar bajo una administración Trump, ha autorizado el uso de misiles de largo alcance estadounidenses en territorio ruso y el envío de minas antipersonas de activación no persistente a Ucrania. Estas acciones, sin embargo, no garantizan una situación militar favorable para Ucrania a largo plazo, ante el creciente agotamiento de sus fuerzas y el avance ruso.
Un Futuro Incierto
La combinación de agotamiento militar ucraniano y las incertidumbres generadas por la posible llegada de Trump a la presidencia de los Estados Unidos plantea un escenario de alto riesgo para Ucrania. La situación es urgente y requiere una seria consideración por parte de la comunidad internacional. La capacidad de Ucrania para resistir el avance ruso y, al mismo tiempo, afrontar la inminente posibilidad de una drástica reducción de la ayuda militar externa dependerá de una combinación de acciones tanto militares como diplomáticas.
Si bien los esfuerzos de Biden para fortalecer la posición de Ucrania antes de la llegada de Trump demuestran una importante solidaridad, la realidad es que el agotamiento de las fuerzas ucranianas es considerable y la inminente llegada de Trump al poder trae una nueva variable crucial al conflicto, con un impacto incierto y potencialmente devastador para las aspiraciones ucranianas.