La carrera de la Clase 3 del Turismo Nacional en Concordia, Entre Ríos, culminó en una polémica victoria para Julián Santero y la posterior descalificación de José Manuel Urcera, quien había cruzado la meta en primer lugar. Una definición electrizante, marcada por múltiples toques entre ambos pilotos en la última vuelta, dio paso a una controversia que involucró reclamos, verificaciones técnicas y un comunicado oficial del equipo Larrauri Racing.
Una definición al límite bajo la lluvia
La lluvia que cayó minutos antes de la final convirtió el circuito en una pista húmeda y resbaladiza, generando condiciones extremadamente difíciles para los pilotos. José Manuel Urcera, al mando de su Ford Focus, lideraba la competencia, pero sufrió daños en el piso del auto tras un contacto con los pianos en la chicana. Esto afectó la aerodinámica del vehículo, disminuyendo su rendimiento y dificultando la conducción.
Por su parte, Julián Santero, en su Toyota Corolla, presionó a Urcera constantemente. La diferencia entre ambos fue mínima durante toda la carrera, resultando en una pelea rueda a rueda que culminó con al menos diez toques en la última vuelta. El infartante final fue descrito por varios como uno de los más emocionantes en la historia reciente del TN.
La exclusión de Urcera y el comunicado del Larrauri Racing
A pesar de que Urcera cruzó la meta en primera posición, una hora y media después, la organización anunció su exclusión. La razón fue que el motor del Ford Focus no cumplió con la reglamentación en cuanto a la compresión. Este anuncio generó una reacción inmediata, transformando la victoria en una polémica y dejando a Santero como el ganador.
El equipo Larrauri Racing, que representa a Urcera, emitió un comunicado a través de sus redes sociales explicando su versión de los hechos. El comunicado, que detalla las circunstancias que rodearon la falla mecánica, no se detiene en señalar las causas y que han sido revisados múltiples elementos dentro del motor.
El reclamo de Santero y las consecuencias
Antes de la descalificación de Urcera, Santero había reclamado una penalización de cinco segundos contra Urcera por excederse en la chicana y no cederle la posición. Si bien este reclamo fue considerado antes de conocerse la descalificación, en definitiva fue la falla mecánica la que determinó el cambio en la clasificación final.
La exclusión de Urcera otorgó el triunfo a Santero, con Alfonso Domenech y Jorge Barrio completando el podio. Esta decisión generó una gran discusión en los medios de comunicación, creando una ola de reacciones de la prensa y las redes sociales. La controversia se suma a las disputas legales entre la ACTC y el ACA que afectan al campeonato, incluyendo la prohibición del uso del nombre oficial «Turismo Nacional».
El futuro del campeonato
La definición del campeonato se postergará hasta el 8 de diciembre en Trelew. Con el cierre de la etapa regular de la temporada, la batalla por el campeonato sigue en suspense. El punto de inflexión está en la victoria, necesaria para la consagración y solo al alcance de Pernia y Domenech.
La carrera de Concordia quedará en los anales del Turismo Nacional no sólo por su emocionante desenlace, sino también por la controversia y los puntos de discusión que ha generado. Las declaraciones oficiales del Larrauri Racing arrojan luz sobre las posibles causas, mientras que las discusiones sobre las reglas, la verificación técnica y las decisiones de la organización continúan.
Análisis del incidente
Analizando el incidente, se evidencia la complejidad del deporte motor y la estrecha línea que separa una maniobra agresiva de una irregularidad. La intensa lucha entre Urcera y Santero, intensificada por las condiciones climáticas y las características de los vehículos, expuso la habilidad y destreza de ambos pilotos al límite. La alta velocidad y el constante roce entre autos de serie generaron, una vez más, gran emoción y espectáculo en la pista.
El fallo técnico del auto de Urcera, no obstante, revela los estrictos controles técnicos de la categoría y la importancia del mantenimiento y reglamentación de los vehículos. En definitiva, aunque hubo muchas maniobras arriesgadas, la falta de compresión del motor se convirtió en la variable definitoria de una definición apasionante pero controvertida en Concordia. El resultado, una victoria con sabor agridulce para Santero y una injusticia para Urcera y su equipo, deja un sabor amargo, así como una profunda discusión en torno al reglamento del campeonato.