En Tucumán, una provincia argentina conocida por su rica historia y sus paisajes imponentes, se está gestando una revolución silenciosa pero poderosa: el florecimiento del emprendimiento. Y en el centro de esta transformación se encuentra un programa gubernamental que, con una inversión de más de $30 millones, está empoderando a cientos de tucumanos con microcréditos y herramientas, brindándoles la oportunidad de construir sus propios sueños y contribuir al crecimiento económico de la región.
Una apuesta al ingenio tucumano: Microcréditos que abren puertas
El programa de microcréditos, gestionado a través de la Secretaría de Articulación Territorial y Desarrollo Local, no se limita a entregar dinero. Es una apuesta integral al potencial de los emprendedores tucumanos, ofreciéndoles no solo financiamiento, sino también asesoramiento, capacitación y acompañamiento en cada etapa de su proyecto. Este enfoque holístico asegura que los emprendedores no solo reciban el capital inicial, sino que también adquieran las herramientas y conocimientos necesarios para administrar sus negocios de manera eficiente y sostenible.
La sexta entrega de microcréditos y herramientas del 2024, encabezada por el gobernador Osvaldo Jaldo, benefició a 215 emprendedores de diversos rubros, desde la gastronomía hasta la producción de marroquinería. Con montos que se adaptan a las necesidades de cada proyecto, estos microcréditos se convierten en la llave que abre las puertas a un futuro más próspero para los emprendedores y sus familias.
Más que dinero: herramientas para construir el futuro
Pero el apoyo del gobierno tucumano va más allá del financiamiento. Conscientes de que para muchos emprendedores el acceso a herramientas y maquinarias representa un obstáculo insalvable, el programa también incluye la entrega de equipos esenciales para el desarrollo de sus actividades. Desde hornos para panadería hasta máquinas de coser industriales, estas herramientas se convierten en la base sobre la cual los emprendedores construyen sus negocios y transforman sus vidas.
La inversión en herramientas no solo mejora la capacidad productiva de los emprendedores, sino que también les permite ofrecer productos y servicios de mayor calidad, aumentando su competitividad en el mercado. Esta estrategia, combinada con la capacitación y el asesoramiento, genera un círculo virtuoso que impulsa el crecimiento económico y la creación de empleo en la provincia.
Historias de éxito: El rostro humano del emprendimiento
Detrás de cada microcrédito y cada herramienta entregada hay una historia de esfuerzo, perseverancia y sueños por cumplir. Agustina Gutiérrez, una emprendedora de Alderetes dedicada a la repostería, describe la oportunidad del microcrédito como “magnífica”, reconociendo el desafío constante que implica mantener un emprendimiento a flote. Su testimonio, junto al de otros beneficiarios como Lourdes Ruíz, dedicada a la gastronomía, y Gonzalo Gramajo, con su emprendimiento de gallinas ponedoras, ilustra el impacto real y transformador del programa en la vida de los tucumanos.
Paola Fernanda Gómez, quien se dedica a la marroquinería y a la enseñanza de este oficio, destaca no solo el apoyo económico recibido a través de su séptimo microcrédito, sino también la importancia de las capacitaciones para mejorar su negocio. Su experiencia demuestra que el programa no solo brinda un impulso inicial, sino que acompaña a los emprendedores en su camino hacia el crecimiento y la consolidación.
Un programa sostenible: la clave del éxito a largo plazo
Uno de los aspectos más destacables del programa de microcréditos en Tucumán es su sostenibilidad. Con una tasa de devolución del 99%, los fondos recuperados se reinvierten para beneficiar a nuevos emprendedores, creando un círculo virtuoso que asegura la continuidad de la iniciativa. Este modelo, basado en la confianza y la responsabilidad, demuestra que la inversión en la economía social no solo es viable, sino que también genera un alto retorno social.
El éxito del programa radica en la combinación de una política pública bien diseñada con el compromiso y la capacidad de los emprendedores tucumanos. Al brindarles las herramientas y el apoyo que necesitan, el gobierno provincial no solo está impulsando el desarrollo económico, sino que también está construyendo una sociedad más justa e inclusiva, donde el trabajo y el esfuerzo son recompensados con oportunidades.
El programa de microcréditos y herramientas en Tucumán es un ejemplo inspirador de cómo las políticas públicas pueden transformar la vida de las personas y generar un impacto positivo en la economía local. Al apostar al emprendimiento, la provincia no solo está sembrando semillas de prosperidad, sino que también está cultivando un futuro más brillante para todos sus habitantes.