Tucumán, una provincia de rica historia y paisajes, se enfrenta a una amenaza inminente. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha emitido una alerta amarilla por tormentas, pero la verdadera tormenta se cierne sobre la inacción que ha dejado a la infraestructura hidráulica en un estado lamentable. ¿Cuántas familias más verán sus hogares inundados, sus recuerdos perdidos, antes de que alguien actúe?
Alerta Amarilla: La Advertencia Ignorada
La alerta amarilla del SMN anticipa tormentas fuertes, con lluvias torrenciales, actividad eléctrica intensa, granizo y ráfagas de viento que superan los 60 km/h. Se recomienda no sacar la basura, retirar objetos que impidan el escurrimiento del agua, evitar actividades al aire libre y no refugiarse cerca de árboles o postes de electricidad. Pero, ¿son estas precauciones suficientes cuando las calles se convierten en ríos y las casas en piletas?
Se esperan lluvias acumuladas de entre 20 y 40 mm, un volumen que excede la capacidad de los sistemas de drenaje existentes. La situación es especialmente crítica en el Gran San Miguel y Tafí del Valle. Mientras tanto, la inacción persiste. ¿Acaso las autoridades esperan a que el agua llegue al cuello para tomar cartas en el asunto?
El Legado de la Inacción: Inundaciones que Marcan una Historia
Las inundaciones en Tucumán no son un fenómeno nuevo. Año tras año, los tucumanos ven cómo sus hogares, sus negocios y sus escuelas se inundan, causando pérdidas económicas y traumas emocionales. Familias enteras pierden sus pertenencias, sus recuerdos y, en algunos casos, hasta sus vidas. ¿Cuántas historias de dolor se necesitan para entender la urgencia de invertir en infraestructura hidráulica?
En 2017, las intensas lluvias provocaron el desborde del río Salí, afectando a miles de personas en la capital y en el interior de la provincia. En 2020, las inundaciones en Alderetes dejaron a cientos de familias sin hogar. Y así, la lista continúa, sumando tragedias evitables. ¿Es este el futuro que queremos para Tucumán?
El Plan Director de la UNT: Una Solución Olvidada
En 2001, la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) realizó un estudio exhaustivo sobre los desagües pluviales del faldeo oriental de San Javier y los principales canales de desagüe. Este proyecto, liderado por el ingeniero Antonio Roldán, estableció los lineamientos clave para la gestión del agua en áreas críticas como Yerba Buena, Villa Carmela y el Gran San Miguel de Tucumán. El costo estimado de las obras no realizadas asciende a varios millones de pesos.
Sin embargo, a pesar de contar con un plan director desde 2003, muchas de las obras clave siguen sin llevarse a cabo. Este plan, que evalúa las soluciones posibles y permite elegir la técnica más conveniente desde el punto de vista económico y ambiental, ha quedado en gran medida en el papel. ¿Por qué?
Según el experto hidráulico Claudio Bravo, las obras de desagüe pluvial son de las más caras en infraestructura urbana y, a menudo, no se priorizan porque son subterráneas y no se ven. Se prefiere invertir en obras que generen rédito político inmediato, dejando de lado la infraestructura esencial que protege a la población de los desastres naturales. ¿Es más importante la foto que la seguridad?
Canal Sur: Una Amenaza Latente
El Canal Sur, principal desagüe pluvial de la provincia, es una estructura debilitada con losas y muros que se rompen constantemente. A pesar de que se conoce su fragilidad desde hace más de 20 años, las reformas urgentes siguen sin concretarse. ¿Cuánto tiempo más vamos a jugar a la ruleta rusa con la seguridad de los tucumanos?
Entre las soluciones propuestas, se destaca la construcción de lagunas de laminación en el canal Caínzo – Las Piedras y el desvío del canal Yerba Buena hacia el arroyo El Manantial. Estas obras, aunque costosas, son esenciales para proteger a la población de Tucumán. La pregunta es: ¿qué estamos esperando?
“Las obras de desagüe pluvial son de las más caras en infraestructura urbana. A menudo, no se priorizan porque son subterráneas y no se ven. Sin embargo, su ausencia se hace evidente cuando las ciudades colapsan.” – Claudio Bravo, experto hidráulico de la UNT
Inversión en Infraestructura: Un Costo o una Inversión?
La inversión en infraestructura hidráulica no es un gasto, sino una inversión en el futuro de Tucumán. Cada peso invertido en obras de prevención y mitigación de inundaciones se traduce en ahorros significativos a largo plazo, evitando pérdidas económicas y protegiendo el patrimonio de la comunidad. ¿Cuánto cuestan las inundaciones? ¿Cuánto vale la seguridad de los tucumanos?
Un análisis del presupuesto público de Tucumán revelaría la escasa asignación de recursos a obras de infraestructura hidráulica en comparación con otras áreas. Datos comparativos con otras provincias o regiones de Argentina mostrarían que Tucumán está rezagada en este aspecto. ¿Por qué se priorizan otras inversiones en detrimento de la seguridad ciudadana?
Tucumán, ¡Exijamos un Cambio!
La solución no está en las recomendaciones del SMN, sino en exigir a nuestros gobernantes que prioricen la seguridad de la población sobre el rédito político. Debemos organizarnos, alzar la voz y demandar un plan integral de gestión de recursos hídricos que incluya la construcción de obras de infraestructura, el mantenimiento de los sistemas de drenaje existentes y la implementación de medidas de adaptación al cambio climático.
Este no es solo un problema de infraestructura, es un problema de voluntad política. Es hora de que nuestros líderes demuestren que están a la altura del desafío y tomen las medidas necesarias para proteger a la población de Tucumán. No podemos permitir que la inacción siga poniendo en riesgo nuestras vidas y nuestro patrimonio. El momento de actuar es ahora. ¡Tucumanos, no nos quedemos callados!
- Firma la petición para exigir un plan integral de gestión de recursos hídricos.
- Contacta a tus representantes políticos y exprésales tu preocupación.
- Participa en campañas de concientización sobre el riesgo de inundaciones.
- Apoya a organizaciones locales que trabajan en soluciones para mitigar el riesgo de inundaciones.