La ganadería argentina, un sector clave en la economía nacional, se encuentra en la cúspide de una revolución tecnológica. La trazabilidad electrónica, mediante el uso de caravanas con chips, promete no solo optimizar la producción, sino también impulsar la competitividad y sostenibilidad del sector. A partir de marzo de 2025, el Sistema Nacional de Trazabilidad Individual Electrónica marcará un hito en la gestión de bovinos, bubalinos y cérvidos, permitiendo un seguimiento preciso y detallado de cada animal desde su nacimiento hasta su faena.
Una mirada al futuro: la ganadería inteligente
Imaginen un escenario donde cada animal posea una identidad digital, un historial completo que registre su linaje, su salud, su alimentación y su desempeño productivo. Esta información, accesible en tiempo real, permitirá a los productores tomar decisiones más informadas, optimizar recursos y mejorar la eficiencia de sus operaciones. La trazabilidad electrónica no solo facilita la gestión individualizada del ganado, sino que también abre las puertas a una selección genética más precisa, al control sanitario más efectivo y a la optimización de la alimentación.
En la Estación Experimental Mercedes del INTA Corrientes, se han llevado a cabo pruebas piloto que demuestran el potencial de esta tecnología. Mediante la implementación de caravanas electrónicas en rodeos de vacas vientres, se ha logrado recopilar información crucial sobre la historia reproductiva de cada animal, identificando aquellos con mayor potencial productivo y adaptativo. Este conocimiento permite a los productores tomar decisiones estratégicas para mejorar la eficiencia de sus rodeos, seleccionando los animales más adecuados para la reproducción y optimizando las prácticas de manejo.
Beneficios que se traducen en rentabilidad
La trazabilidad electrónica ofrece una serie de ventajas que impactan directamente en la rentabilidad de los productores. La posibilidad de identificar y seleccionar animales con mayor potencial genético se traduce en una mejora en la calidad y cantidad de carne producida. Asimismo, la optimización de las estrategias sanitarias y nutricionales, basadas en datos precisos, reduce costos y minimiza las pérdidas por enfermedades o deficiencias alimentarias.
Otro aspecto clave es la mejora en la eficiencia en la conversión de alimentos. Gracias al indicador RFI (residual feed income), que mide la cantidad de alimento que un animal necesita para producir una unidad de carne, los productores pueden seleccionar animales más eficientes, reduciendo costos y minimizando el impacto ambiental de la producción ganadera. El sistema también facilita el control de enfermedades, ya que permite un rápido rastreo de animales enfermos y la implementación de medidas sanitarias preventivas, contribuyendo a la seguridad alimentaria y al bienestar animal.
Un salto hacia la sostenibilidad
La trazabilidad electrónica no solo mejora la rentabilidad, sino que también impulsa la sostenibilidad del sector ganadero. Al optimizar el uso de recursos, como la alimentación y los medicamentos, se reduce el impacto ambiental de la producción. Además, la posibilidad de certificar el origen y la calidad de la carne fortalece la confianza de los consumidores y abre las puertas a nuevos mercados internacionales.
Con la implementación de este sistema, Argentina se posiciona a la vanguardia de la producción ganadera sostenible, ofreciendo productos de alta calidad que cumplen con los estándares internacionales más exigentes. La trazabilidad electrónica es, sin duda, una herramienta clave para asegurar el futuro de la ganadería argentina y su liderazgo en el mercado global.
El camino hacia la implementación
El Gobierno nacional, en colaboración con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y el INTA, ha impulsado la implementación del Sistema Nacional de Trazabilidad Individual Electrónica. Actualmente, se encuentra en marcha una licitación pública internacional para garantizar la provisión de caravanas electrónicas a todos los productores del país. Esta iniciativa busca asegurar una transición ordenada y equitativa hacia la trazabilidad electrónica, brindando a todos los actores del sector la oportunidad de acceder a esta tecnología innovadora.
La trazabilidad electrónica se presenta como una herramienta fundamental para el desarrollo sostenible de la ganadería argentina. Su implementación no solo permitirá optimizar la producción y la rentabilidad del sector, sino que también contribuirá a fortalecer la posición del país en el mercado internacional de carnes. Este sistema innovador, que combina tecnología de vanguardia con un enfoque integral de la producción ganadera, promete revolucionar la forma en que se produce carne en Argentina, asegurando un futuro más próspero y sostenible para el sector.
La adopción de la trazabilidad electrónica es un paso fundamental para asegurar la competitividad de la ganadería argentina en un mercado global cada vez más exigente. Esta tecnología no solo facilita el control y la gestión del ganado, sino que también brinda información valiosa para mejorar la toma de decisiones, optimizar la eficiencia productiva y garantizar la calidad e inocuidad de los productos cárnicos. Con la trazabilidad electrónica, Argentina se posiciona a la vanguardia de la innovación en el sector ganadero, consolidando su liderazgo como productor y exportador de carne de alta calidad.
La trazabilidad electrónica, además de sus beneficios económicos y productivos, contribuye a fortalecer la imagen de la ganadería argentina en el ámbito internacional. Al garantizar la transparencia y la seguridad alimentaria, este sistema genera confianza en los consumidores y abre nuevas oportunidades comerciales para el país. La posibilidad de rastrear el origen y el recorrido de cada animal permite certificar la calidad de la carne argentina, diferenciándola en un mercado cada vez más competitivo y demandante de productos con valor agregado.